Seis personas auxiliadas por ingesta de pastillas

A.M.
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La Unidad de Psiquiatría del Hospital General ha visto un ligero incremento de los ingresos y para la Policía Local esta situación es excepcional e inédita

Miembros de la Policía Local comprueban la presencia de un vecino en su domicilio durante una cuarentena. - Foto: Rosa Blanco

Los partes de la Policía local desde el 18 al 25 de enero, han revelado un total de seis incidentes sanitarios por ingesta de pastillas,  lo que en términos de psiquiatría se conoce como 'intoxicaciones medicamentosas', de las que una de ellas fue un caso flagrante de intento autolítico, sinónimo que se emplea para referirse al suicidio, según ha reconocido a este periódico la concejala de Seguridad, Raquel de Frutos. La mayoría de los pacientes fueron trasladados al Hospital General donde la Unidad de Psiquiatría ha visto incrementado el número de ingresos, aunque en alguno fueron atendidos en su domicilio.  

La Policía Local, que acude en apoyo de los servicios sanitarios tras recibirse una llamada del 1-1-2 no ha conocido una situación similar en los últimos años, aunquelos expertos lo consideran como algo puntual,  bien es cierto que dentro de una tendencia creciente depresiva debido a la pandemia y quizá a la época postnavideña.

Los afectados no responden a un perfil concreto. Hay personas de ambos sexos, de diferentes edades, entre 15 y 70 años, en algunos casos solos pero en otros acompañados. Bien el aviso se ha realizado por los convivientes o por amigos o familiares de alguien que no está acompañado y no responde al teléfono cuando se le trata de localizar, o no abre la puerta. En una ocasión los agentes fueron avisados porque un vecino tenía la radio muy alta y se encontraron con una persona que necesitaba asistencia sanitaria. En todos los casos, además de pasar informe al Cuerpo Nacional de Policía,  los casos se ponen en conocimiento de la Sección de Atención Social (SAS) de la Policía Local.

Una situación similar de aumento de este tipo de casos se puede haber producido también en la provincia, aunque ni la Guardia Civil ni la Subdelegación de Gobierno han confirmado ni facilitado información, cuando la tendencia que defienden los profesionales es que es preciso, incluso, llevar a cabo campañas como las de tráfico o contra la violencia de género donde los ciudadanos se puedan concienciar de que es un problema importante y vaya en beneficio de la prevención.   

Según el Observatorio del Suicidio en España, en 2020,  murieron 2.930 hombres y 2.011 mujeres, 11 suicidios al día, uno cada dos horas y cuarto. En Castilla y León se registraron 228, un 4,6% más que en 2019 y, aunque no figura el dato de Segovia, el vicedecano del Colegio de Psicólogos de la Comunidad, Jesús de Blas,  sitúa la cifra en unos 10 a 12 al año.

Según el jefe del servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Segovia, Alberto Miranda Sivelo, en las guardias hospitalarias es habitual atender 'intoxicaciones medicamentosas'.  A su juicio, «que se hayan acumulado estos días entiendo que es algo fortuito o puntual no creo que obedezca a nada en particular, aunque en este tiempo no teníamos pacientes ingresados, en los últimos días, la cifra se ha incrementado un poco, problamente algún paciente [de los atendidos estos días] ha terminado ingresando en el hospital». 

Miranda sostiene que los casos obedecen a muchas situaciones, «estando claro que ha influido el tema de la pandemia, donde se ha producido un incremento de toda la clínica relacionada con los intentos autolíticos e 'intoxicaciones medicamentosas', y puede que también los días posteriores a las navidades».   

A juicio de Jesús de Blas, cuando hay 4.000 casos en España «es para que se hable de ello en serio, hasta ahora era algo oscuro que se tapaba, eran locos, la familia lo ocultaba y, ahora, de alguna forma,  se empieza a tomar conciencia de que el problema está ahí». 

Este psicólogo calcula que, por cada suicidio consumado, puede haber 15 intentos,  afectando, además, a diez personas, entre familiares y amigos, que suelen quedar tocadas con sentimientos de culpa y problemas depresivos; quiere decir que tiene una incidencia de 40.000 personas al año». 

A Jesús de Blas no le resulta extraño ese repunte porque la pandemia ha creado crisis en familias, problemas depresivos,  de trabajo y de fallecimientos con duelos no resueltos porque no se han podido celebrar rituales funerarios como se requería hacer para el bienestar de la salud psicológica de los que quedaban, «y todo eso está empezando a aflorar ahora», matiza.  

Además, afirma que parece que hay una relación inversa entre bienestar y suicidio: «Cuando hay muchos problemas y estás muy agobiado estas ocupado en resolver esas circunstancias, muchas veces te preserva del suicidio, cuando eso empieza a decaer y a racionalizar dónde estas y qué te está pasando hay personas que no ven salidas, se encuentran vacías,  entienden que su situación personal no es la que ellos quieren y eso contribuye al suicidio; posiblemente todos esos procesos pueden estar ahí porque después de navidades haya expectativas no cumplidas, frustración con respecto a relaciones familiares o de amigos y eso cause un vacío que lleve a un estado depresivo», matiza. 

Regresando a las estadísticas, Jesús de Blas explica que se suicidan más los hombres que las mujeres.  En cuanto a la edad estas situaciones se producen a partir de los 14-16 años y luego hay un repunte entre los 20 y 35, para decaer y empiezar a subir a partir de los 65-70, aunque reconoce que, a veces, las situaciones individuales y las estadísticas no coinciden.   

Entretanto, Raquel de Frutos confía en que ahora se haya registrado un episodio puntual.  Se ha conocido porque se hacen públicos los partes policiales, pero si se deja de informar o se elimina la referencia directa, como hacen otras administraciones, desaparecerá elproblema pero solo en el papel, porque seguirá en la realidad.