En esta ocasión los que se han quedado plantados en el altar han sido tanto la novia como el novio. Y no en una boda sino en más de una decena en las que los preparativos hasta llegar al 'sí, quiero' se han convertido en algo más que un quebradero de cabeza para sus protagonistas. El día más feliz de sus vidas no lo olvidarán por los motivos obvios pero también por otros que jamás habrían imaginado. Su matrimonio ya ha superado la primera prueba de fuego.
«Buenos días, el día 12 de junio de 2021 iba a celebrar mi boda en La Finca de Duque (Sotosalbos)», comenzaba el mensaje publicado el 25 de mayo en Facebook por Sol Mrtn. «Me llamaron a principios de año para posponer la boda al 9 de julio de 2022 y desde enero de este año no dan señales de vida. Han cancelado los teléfonos, el correo electrónico, se han dado de baja en Google, etc., pero se les ha olvidado devolverme la fianza (1.500 euros). Estoy buscando personas que están en la misma situación para emprender acciones legales. ¿Estás en esta situación? ¿Conoces a alguien? Por favor, contactad conmigo». El Día de Segovia ha podido saber que al menos 15 parejas se encuentran en la misma situación, víctimas de la mala gestión de una empresa en apariencia muy fiable.
La Finca de Duque, propiedad de Julián Duque, hijo del emblemático hostelero Dionisio Duque y presidente de la patronal hostelera segoviana en tres etapas diferentes –la última entre 2012 y 2017– aunque desvinculado totalmente del mítico mesón de la Calle Real- figuraba los últimos años entre los salones de banquetes de bodas más demandados de la provincia de Segovia. Su emplazamiento en plena N-110, a pocos kilómetros de la A-1, resultaba un importante atractivo para el cliente madrileño. También eran días de vino y rosas cuando en diciembre de 2018 acogió la clausura de la primera edición de 'Enamora Sotosalbos', la cita impulsada por la Diputación Provincial para la promoción turística de este municipio.
Sin embargo, tras la pandemia, La Finca de Duque no se pudo siquiera conformar con celebrar la nueva normalidad. Sus puertas permanecen cerradas. Su caída en desgracia ha significado también lágrimas derramadas por las parejas que habían elegido este establecimiento para celebrar su amor. El novio de una de ellas, que prefiere no desvelar su identidad, resume lo vivido: «Ha sido traumático. Habíamos tenido que anular la boda anteriormente por motivos personales y, cuando pensábamos que ya estaba todo bien y que nos podíamos casar, vino la pandemia y luego esto, que además nos tuvimos que enterar por los cuchicheos de la gente. Al final un día que esperabas con ansias que llegara lo que quieres es que pase».
El gran disgusto se lo llevaron a solo tres meses del enlace. Debido a la situación sanitaria, acordaron con La Finca de Duque trasladarlo del verano de 2020 al de 2021. Un año que comenzaron con la ilusión de concretar cuanto antes todos los detalles. Sin embargo, la actuación de la empresa se tornó extraña. «Habíamos quedado en que hablaríamos las cosas por correo electrónico, pero vimos que nos daban largas», cuenta esta novio. «Después, cuando intentábamos hablar con la persona que estaba encargada de estos temas siempre nos colgaba porque decían que la estaban llamando por otra línea. Al final nos acabó diciendo que lo mejor que le podía pasar era que la despidieran».
El mundo se les vino encima. La opción de volver a aplazar la boda la tenían descartada: los trajes estaban comprados y todo lo demás estaba listo. Bueno, casi todo. «Acabamos consiguiendo el teléfono de Julián Duque y nos dijo que no íbamos a poder celebrar la boda y que tampoco nos iba a devolver la fianza, que eran 1.500 euros. Quedaban tres meses y no sabíamos dónde íbamos a poder hacerlo. Menos mal que encontramos una finca en Ávila».
La historia ha sido similar para otras parejas hasta el punto de que han creado un grupo de 'whatsapp' en el que hablan también de situaciones surrealistas que se han encontrado. Dos de las parejas que están en ese chat tenían el mismo día para casarse en La Finca de Duque este 2022. Algunas han acudido a organizaciones de consumidores y otras directamente al juzgado, pero ni en uno ni en otro caso han recuperado el dinero. «Cuando hablamos con él nos dijo que no tenía», revela el novio que prefiere no identificarse. «Es complicado que lo recuperemos porque está sin dinero y no se lo pueden embargar de ahí». Embargados pero por la emoción tenían que haber estado estos novios, que ya solo esperan que otras parejas no tengan que pasar por lo mismo. El responsable de La Finca de Duque solo ha querido señalar que «son temas privados entre partes y se buscarán soluciones».