Como antes de la pandemia

Nacho Sáez
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El CD San Cristóbal tiene esta temporada dieciséis equipos, 185 jugadores y 25 entrenadores y compite por primera vez en Tercera División.

Alevín A del CD San Cristóbal. - Foto: Foto cedida por el CD San Cristóbal.

El Club Deportivo San Cristóbal recibe invitaciones casi cada semana para jugar torneos. «Antes las teníamos que mendigar, no nos conocía nadie», señala su presidente, Luis María Cáceres, testigo en primera fila de la evolución que experimentado una entidad que ha cumplido 23 años y que ahora tiene dieciséis equipos, 25 entrenadores y 185 jugadores. Muchos de estos no son de San Cristóbal sino de las localidades de alrededor. «Montar un club da mucho trabajo y para muchos pueblos es más cómodo ir a donde ya está organizado, como es nuestro caso, que les permite además no tener que bajar a Segovia. Nosotros encantados porque cada vez hay menos niños en San Cristóbal», apunta Cáceres.

La promoción de hábitos de vida saludables es el primer objetivo del club, que no obstante también crece a nivel competitivo. Esta temporada, por primera vez, tiene un equipo en la Tercera División. «Para nosotros es un logro. También queríamos que los juveniles vieran que tienen una salida si quieren seguir jugando cuando se acaba esa etapa, que siempre es complicado porque muchos se marchan a la universidad», destaca el presidente. La apuesta no les ha podido salir mejor por el momento. Después de nueve jornadas ocupan la primera posición con un balance de ocho victorias, un empate y ninguna derrota. «La temporada es muy larga y el objetivo es mantenernos pero, si llega el ascenso, lo estudiaremos», indica el propio Cáceres.

Los gastos de transporte se llevan una parte importante del presupuesto, adaptado también a las necesidades del equipo que milita en la División de Honor Juvenil. Encuadrado en un grupo en el que también hay equipos de Galicia, esos largos desplazamientos les obligan a pagar algunas noches de hotel a lo largo de la temporada. «Pero queremos seguir en esta categoría porque es muy bonita, a los chavales les gusta mucho y es importante para que no abandonen el deporte». En este caso, el San Cristóbal es el único representante segoviano y ocupa la quinta plaza en la clasificación con seis victorias, un empate y tres derrotas.

«Somo es un club de cantera y lo prioritario es que los chavales aprendan determinados valores, pero tampoco renunciamos a sacar jugadores competitivos. Tratamos de adaptarnos a esta sociedad tan competitiva que nos rodea», remarca el presidente del club. Este ha recuperado su fisonomía perdida con la pandemia. Una vez desaparecidas todas las restricciones, ha aumentado el número de equipos y de jugadores hasta alcanzar niveles anteriores a los que tenía antes de la emergencia sanitaria. «Antes del covid hemos llegado a tener algún equipo más, pero el club está bien».

De toda esa parte organizativa se encargan Cáceres y cinco directivos más que permiten que cada plantilla tenga dos equipaciones y que haya incluso un equipo de debutantes (los más pequeños). «Ellos son los únicos que solo tienen una equipación porque no empiezan a jugar hasta febrero y consideramos que no era necesario». Las familias reconocieron todo ese esfuerzo el pasado 25 de noviembre en la presentación de todos los equipos en el Pabellón de San Cristóbal, que se llenó para aplaudir a jugadores, entrenadores y directivos. «En San Cristóbal hay muchas asociaciones, pero el club está totalmente identificado con el  pueblo», subraya el presidente.