Los 700 años del 'Renacer' catedralicio

SPC
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La seo palentina inaugura mañana una exposición que pone en valor un relato en torno al templo, su arquitectura e historia, que combina obras propias con otras llegadas de toda España

Los 700 años del 'Renacer' catedralicio - Foto: ICAL

Un recorrido sentimental por siete siglos de historia y arte sacro. Así se presenta 'Renacer', la exposición que abrirá mañana sus puertas en la Catedral de Palencia con motivo de su VII Centenario, donde el templo se transforma para mostrar lo mejor de sí mismo, así como rincones cerrados para el público y obras propias y otras venidas de fuera de gran nivel artístico.

La muestra, que se prolongará hasta el 11 de diciembre, se conforma por un total de siete capítulos que hacen referencia a los siete sacramentos y a los 700 años de la seo, sin olvidar que el número siete significa perfección, afirmó el comisario de la cita artística, José Luis Calvo.

"No se busca una exposición de mostrar y desmontar, sino de exhibir de forma distinta las obras que la Catedral atesora, las cuales van desde el siglo VII hasta el XXI, y exponerlas de una forma diferente para que sean más cercanas, accesibles y ligadas a los sentimientos". 

Los 700 años del 'Renacer' catedralicio
Los 700 años del 'Renacer' catedralicio - Foto: ICAL

Todas ellas han sido restauradas y colocadas para que lleguen e interpelen al espectador, porque se trata de una muestra que "va a marcar un antes y un después en la historia de la Catedral de Palencia", aclaró.

El conjunto del relato se configura por cerca de 200 destacados elementos arquitectónicos, piezas artísticas y documentos que se integran en el discurso expositivo. Todo ello con obras propias y llegadas de la Diócesis palentina con aportaciones de diversas parroquias de la provincia, entre las que se encuentra también las cedidas por la Colección Fundación Grupo Siro.

Se suman a una selección de creaciones vinculadas de alguna manera a la Catedral y cedidas por prestigiosas colecciones españolas. Entre estas últimas se encuentran 'El Redentor', de El Greco (Catedral de Toledo), que acompañará al 'San Sebastián' del mismo autor conservado en la seo palentina; 'La Resurrección de Lázaro', de Juan de Flandes (Museo del Prado); 'San Juan Bautista', de Alejo de Vahía (Museo Frederic Marès de Barcelona).

De igual manera, se podrá ver la 'Triple Santa Ana', de Gil de Siloe (Catedral de Burgos); 'El hermano Marcelo', de Victorio Macho (Real Fundación de Toledo); 'El Salvador', de Pedro Berruguete (Museo Goya-Colección Ibercaja-Museo Camón-Aznar), y la 'Anunciación', de Fernando Yáñez (Real Colegio Seminario del Corpus Christi-Museo del Patriarca, de Valencia).

Transformación textil

"Se ha tratado de hacer una transformación total de la seo para mostrarla de otra manera. Es una gran oportunidad tras una apuesta de la Diócesis en todos los sentidos para aportar a la sociedad de este renacer que todos estamos necesitados después de unos tiempos muy difíciles", subrayó uno de los diseñadores de la exposición, Ignacio Vela.

La idea es que los palentinos se identifiquen con su Catedral y que los foráneos comiencen a reconocer el "grandísimo valor" de este gran templo catedralicio. "No se ha tratado de hacer al uso una exposición de arte dentro de la seo, sino de exponer el templo mientras se complementa con grandes obras artísticas".

Se ha transformado a partir de los textiles, porque existe una larga tradición en la Catedral cambiaba de imagen los espacios de manera temporal para determinados momentos. Con una arquitectura textil, conformada por tapices y telas, se configuraba un espacio especial y que se ha vuelto a recrear, algo que no ocurría desde la época original, detalló.

Siete capítulos

'Renacer' recuerda que la historia del edificio se remonta a 1.400 años atrás, de cuando data la cabecera visigótica de la cripta, y que viviría un hito fundamental con el inicio en 1321 del templo gótico en la Capilla de la Virgen Blanca, situada en la girola. 

Es el punto de partida del capítulo inicial, bajo el título de 'Primera piedra', que muestra las sucesivas etapas constructivas de un edificio en constante cambio y evoca el primero de los sacramentos: el bautismo, representado por la pila y el baptisterio.

'Memoria perenne' se detiene en la huella humana de la historia de la Catedral, en la impronta de obispos, presbíteros, nobles, artesanos, artistas, donantes y feligreses, presentes en testimonios documentales, epigráficos, heráldicos y funerarios. 

Junto a sepulcros de los siglos XV, XVI y XVII se exhibe en este segundo capítulo la escultura 'El hermano Marcelo»', homenaje de Victorio Macho a su hermano fallecido, y se pone de relieve la importancia de dos figuras femeninas fundamentales para la seo palentina: Inés de Osorio y Doña Urraca. El retablo de San Roque se convierte en este apartado en ejemplo de representación del sacramento de la unción de enfermos.

En torno a la que fuera capilla mayor hasta el siglo XVI, la del Sagrario, se alude a la Eucaristía, en el capítulo 'Espacio sagrado', que ejemplifica la idea de perfección celestial y su reflejo terrenal. 

La Catedral se revela como centro de creación artística a través de elementos como el arco y la bóveda de Isambart, además de mostrar piezas de otros templos de la provincia, como el tabernáculo de Vega de Doña Olimpa, un sagrario del que podrán verse sus ricas pinturas interiores, habitualmente ocultas a la vista del público.

Bajo el título 'La Catedral, Iglesia Madre', el cuarto apartado ahonda en el papel histórico de la sede episcopal, que dio lugar al Estudio General de Palencia, primera universidad de España. 

La sacristía -que se abre a las visitas de forma excepcional, muestra elementos litúrgicos, el primitivo estalo del obispo y la sillería del coro, del maestro Centellas y otros autores, ocupan un destacado lugar dentro de este bloque, que alude al sacramento del orden sacerdotal.

Cierre de 'Renacer'

'Celebrar la Palabra' propone una parada en la Capilla Mayor, espacio de celebración comunitaria, y ante el retablo que la preside, considerado ejemplo del mejor arte del primer Renacimiento ibérico. La azulejería del siglo XVI que decora su basamento y representa las virtudes había permanecido oculta durante dos siglos tras un zócalo de madera y ahora, recuperada, se exhibe en la muestra por primera vez en doscientos años. 

Este quinto apartado recuerda la presencia en la Catedral de grandes artistas internacionales y se enriquece con la exhibición temporal de 'La Resurrección de Lázaro' de Juan de Flandes, custodiada en el Museo del Prado.

'Historia de Salvación' ambienta en el brazo norte del crucero, la nave del Evangelio y varias capillas su relato sobre la magnífica colección de arte de la Diócesis y de la seo palentina, donde ocupa un lugar de honor el 'San Sebastián' de El Greco. 

Esta obra maestra estará acompañada por «El Redentor», del mismo autor, llegado desde la Catedral de Toledo, y por otras obras sobre vidas de santos, con alusión a piezas perdidas como la copia de 'La Fuente de la Gracia', reemplazada en la muestra por la tabla anónima del mismo título procedente de la Catedral de Segovia.

Por último, 'Una catedral para María' tiene como referencia el gran retablo de piedra del trascoro dedicado a la Virgen, lugar donde durante siglos se rezó la Salve las tardes de los sábados, tallado por encargo del obispo Fonseca en el siglo XVI junto a una serie de tapices realizados en Flandes sobre la vida de Nuestra Señora y que también se exponen en este capítulo final de la muestra.