Quizá de forma inconsciente —quizá también por su cargo, de alto funcionario— no traiciona el tópico del italiano de pose elegante y cuidada vestimenta. También en honor a sus ancestros, presume de cocinar bien la pasta y hasta de inventar una receta de spaguettis que ha bautizado con una de sus grandes pasiones: el surf.

Si Marco es Marco, si se muestra como es, le dará mucho juego, me ha comentado un amigo suyo.
Algunos confunden madurez con seriedad. Si estoy con gente que me cae bien y es agradable, intento ser divertido, porque me gusta agradar, incluso con aquellos que no conozco tanto, como a usted.

Tiene un currículum que marea: doctor en Derecho, profesor universitario... Tiene 43 años, pero con 26 ya era letrado jefe de la Junta de Castilla y León en Segovia…
Me saqué la oposición con 25 años. Iba para Abogacía del Estado, pero mi abuelo me sugirió que me fogueara en la de letrados de la Junta, que era parecida. Era excéptico y de hecho fue él quien me trajo los papeles para firmar y presentó la solicitud. Tomé posesión directamente como letrado jefe y con 26 años he tenido subordinados, compañeros, que me doblaban la edad. Era una sensación de vértigo. Las primeras reuniones eran impactantes. El primer año fue duro. Mucha responsabilidad.

Confiese. Sin acritud. ¿Era el empollón de su clase?
En la universidad sí que era el primero, pero no por un afán de competitividad. Yo empecé haciendo Químicas y luego me pasé a Derecho y mis padres pensaban que no quería estudiar nada. Quise demostrarles que el cambio era consciente y así lo hice. Saqué seis matrículas de honor en la carrera de Derecho.

Su apellido no engaña. Ancestros italianos. ¿Qué le ha impregnado en su carácter sus orígenes transalpinos?
Mi padre viene del sur de Italia, de cerca de Nápoles. ¿Qué hay de italiano? Quizá está en mi forma de ser, soy muy abierto y no tengo reparo en cambiar de opinión si la situación merece la pena. Si me demuestran que me equivoco, no tengo reparo en cambiar de postura.

Nació en Burgos, vivió en Madrid, su familia italiana, luego Segovia…
Mi abuelo decía que era un italiano de Burgos. Cuando estaba allí me sentía castellanoleonés, aunque viviera en Madrid.

¿Es de los que prefiere pasar inadvertido o dejar su impronta en cualquier reunión?
¡Bufff! Prefiero que se note que he estado en una reunión. No me gusta pasar inadvertido, la indiferencia, me gusta siempre tomar una actitud proactiva. Mi abuelo materno también decía «hay que estar a lo que se está». Si estás a divertirte, tienes que ser el que más se divierta. Y si estás a trabajar, el que más trabaje.

Creo que es un auténtico chef en la preparación de la pasta ¡orígenes italianos sin duda¡
Me gusta mucho cocinar pasta. Y comérmela, por supuesto.

La pasta engorda, dicen los nutricionistas ¿Qué valor le da al dinero?
Es necesario para vivir y nuestra sociedad, pero no es lo que aporta la felicidad, aunque sea un tópico.

¿Qué mueve el mundo? ¿El amor o el dinero? ¿O el amor al dinero?
Más el amor que el dinero.

Sigamos con la pasta. Esa receta de ‘spaguettis a la surfer’…. ¿La ha patentado?
No la he patentado pero no he tenido reparo en enseñársela a mis amigos. La receta es un secreto. Solo diré que la anchoa es el ingrediente estrella.

El surf consiste en realizar piruetas y acrobacias aprovechando la fuerza de una ola, sobre una tabla.  Usted es un surfista apasionado, experto en piruetas, ¿eso puede ser virtud en la política?
Cambiar una opinión política siempre es positivo si uno comprueba que se ha equivocado. Esa pirueta es la que a mí me vale. 

¿Qué tiene Santander para los amantes de este deporte?
Muchos fines de semana subo a Santander. Es mi segunda tierra, después de Segovia. Me gustaría haber nacido cuando Santander, como Segovia, pertenecían a Castilla La Vieja.

‘Como una ola, tu amor llegó a mi vida’, cantaba Rocío Jurado. A Irene, su esposa, la conoció en Santander ¿surfeando?
El surf ha movido más vida que cualquier otra cosa. Iba a Santander a hacer surf y allí la conocí, aunque a ella no le gusta practicar este deporte.

Es militante del PP desde 2002, pero no ha sido hasta ahora cuando ha optado por dar el paso y participar en política en primera línea… Explíquese.
Hasta que alguien no llama a tu puerta no tienes la oportunidad de participar de forma activa en un proyecto político. Pablo Pérez me dio la oportunidad. Confió en mí.

Ha reconocido que la amistad que tiene con Pablo Pérez le motivó a acompañarle en esta «aventura», la de integrar la lista municipal del PP.
Así es. Mi episodio político lo tenía un poco abandonado, estaba más centrado en la educación universitaria. Cuando llegué a Segovia tenía muchas ganas de participar políticamente, porque, por motivos de trabajo, tenía mucha relación con políticos. Pensé que podía aportar. Pero la oportunidad no se planteó en ese momento, sin más.

¿Qué tal en estos primeros días de concejal? ¿Se lo imaginaba así?
Está suponiendo mucho trabajo. Si uno es responsable con el puesto y quiere hacerlo bien, toca trabajar, más de lo que yo pensaba. En la oposición estamos ahora para investigar y controlar y, en su caso, apoyar lo que consideremos positivo para la ciudad. Lo disfruto.

Parole, parole... (palabras, palabras), canción mítica de Mina. ¿Dará Sandulli mucho que hablar en este mandato municipal?
Soy proactivo, como le he dicho. Espero que se hable de mí y espero que para bien. Sería frustrante que nadie supiera que soy concejal aquí en Segovia. Me gusta no pasar inadvertido, que la gente me conozca, exponer y compartir mis ideas.

Cuando pregunto por usted, me dicen: ‘es muy majete’. Le pongo a prueba. Cuente el chiste de la rana en la boca grande…
Ese chiste es famoso porque lo cuento en grandes eventos. Es necesaria la participación del oyente. Y para ‘pillarlo’ el espectador tiene que tomarse dos o tres chatos (se ríe). Siempre cuento el mismo chiste, desde hace más de diez años. Un día lo conté e hizo gracia y hasta ahora. El contenido no es muy gracioso, la clave es cómo se cuenta.

En el diseño y la moda, los italianos son la referencia. ¿Coqueto?
Sí, me gusta vestir bien. Y desde que entré a trabajar en la Junta, siempre he ido de traje a la oficina, aunque no es obligatorio.

Pero prefiere un descapotable a una Vespa…
Era amante de las motos pero tuve un accidente bastante grave con 18 años. El descapotable es la única forma de rememorar esa sensación del pelo al viento.

¿Habrá idilio entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias?
Creo que no. Pablo Iglesias no se fía de Sánchez. 

¿Con qué político de otro partido no se iría ni a tomar un café Capuchino? ¿Y del suyo?
Con cualquier independentista radical que solo considere su postura. ¿Y de mi partido? Con alguien que haya sido condenado por corrupción.

«Todos mis amigos se llaman Cayetano, no votan al PP, votan a Ciudadanos», dice Carolina Durante, el grupo de moda y pujante en los festivales de verano. ¿Habrá fusión PP-Cs si se repite la cita electoral?
Para mí sería deseable, aunque me da pena que el PP haya perdido poder político en España. También es verdad que los gobiernos de coalición aportan más representación de la ciudadanía. Tampoco me resultaría incómodo un gobierno PP-C’s.

¿Cómo acabará el juicio del ‘proces’?
Auguro que los independistas acabarán en la cárcel. Su actitud en Cataluña es reprochable, una tomadura de pelo para el Estado español. Estoy de acuerdo con la aplicación del artículo 155 de la Constitución. 

¿Qué ley hace falta aprobar en España?
El paro es una lacra en España y creo que una buena ley laboral fomentaría el empleo y la dignificación de los trabajadores. Me preocupa mucho la economía y creo que es importante que haya una reforma en la normativa laboral para aumentar las contrataciones.

Aquí acaba la entrevista. ¿Cómo se dice? ¿Arrivederci?
¡Arrivederci!