El Colegio de Abogados de Segovia tiene nuevo decano. Julián Sanz, que ha ocupado el cargo a lo largo de los últimos cinco años, será sustituido por Emilio Fuentetaja, vencedor en las elecciones celebradas este jueves. Se impuso al otro colegiado que se había presentado, Juan Luis Figueredo, por 244 votos a 33 en una jornada que transcurrió con normalidad y que también sirvió para designar a César Fraile como vicedecano, en este caso tras imponerse a María Ángeles Alonso por 226 votos a 48. Ana María Collado, Elvira Victoria Sanz y Álvaro Merino serán los diputados segundo y cuarto y bibliotecario, respectivamente, sin tener que haberse sometido al escrutinio de las urnas debido a que no tuvieron contrincante.

El nuevo decano del Colegio de Abogados de Segovia, Emilio Fuentetaja, nació en Navafría el 18 de junio de 1959 y comenzó a ejercer la abogacía en octubre de 1991. Colegiado número 638, es copropietario del Bufete Conde&Fuenttetaja Abogados, con el que ha sido administrador concursal de la cooperativa ganadera Proinserga. En una entrevista publicada por El Día de Segovia el pasado fin de semana, explicaba que es abogado por pura vocación. «Siempre fantaseaba mucho con que me gustaría ser el Capitán Trueno, El Llanero Solitario... Siempre me imaginaba en la piel de cualquier héroe y me parecía que ser abogado es una profesión realmente extraordinaria para defender causas que merecen la pena. Siempre me ha encantado y siempre no sé por qué lo he tenido en la cabeza. Yo no tengo ninguna referencia personal, ni profesional, ni familiar que me hubiera ayudado a tomar esa decisión. No la tengo. Mis padres no eran abogados, mis abuelos tampoco, no tengo ningún tío. Pero sin embargo dentro de mi familia yo fui el primero que dije yo quiero hacer Derecho y que quería ser abogado y la verdad es que estoy encantado», señalaba.

A las elecciones a decano del Colegio de Abogados ha concurrido sin un programa específico. «Tengo muy claro que una de mis ideas es abrir el colegio a los abogados», ha señalado. «Creo que el colegio ahora es un poco cerrado. Y no porque la gente que ha estado la Junta de Gobierno lo quiera, sino porque los abogados a lo mejor solo vemos en el colegio el tema del turno de oficio. No tenemos ninguna actividad más salvo algún curso de formación que se ha dado o alguna conferencia. Creo que debemos abrir un poco más el colegiado a los letrados y ver de qué forma podemos participar los letrados un poco más».

Intentar seguir dignificando el turno de oficio, que en los últimos años ha sufrido retrasos en los pagos por parte del Ministerio de Justicia, será otro de los retos de Fuentetaja, que también ha alertado del difícil momento que atraviesa la abogacía. «Últimamente el abogado está sufriendo presiones y situaciones ciertamente insostenibles. El abogado no puede estar con una espada de Damocles detrás porque el cliente, el del turno de oficio generalmente, exija contraprestaciones que van más allá de nuestras posibilidades. También necesitamos una relación más fluida con los juzgados,  con la Fiscalía e incluso con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que se respete un poco más la figura del profesional, aunque en Segovia son más cercano que en otras provincias».