V alverde del Majano mantiene un hermanamiento con Nueva Zelanda a través del distrito de Gisborne. Y la pregunta está clara, ¿por qué un país y una localidad segoviana a 20.000 kilómetros de distancia han llegado a unir lazos? Por una persona: Manuel José de Frutos Huerta, un comerciante nacido en el año 1811 en Valverde que emigró a Nueva Zelanda.

Según el documental 'El clan español en Nueva Zelanda', allí hay una tumba, la de Manuel, un monumento funerario que conecta dos culturas muy distintas y que representa el punto de partida de una estirpe única: El clan de los 'Panioras', que significa 'españoles' en lengua maorí.

Para llegar al día de hoy hay que retroceder más de 200 años. Manuel José, comerciante de lana, dejó su negocio para hacerse a la mar en busca de fortuna. Así, llegó a Perú donde se embarcó en 'Elizabeth', un barco ballenero inglés con el objetivo de atravesar el Océano Pacífico. En la década de 1830 se detuvo en la isla norte de Nueva Zelanda, de la que se marchó para regresar dos veces más para establecerse, definitivamente, en la costa este. 

Allí, entabló relaciones con la población de la zona hasta desposar a cinco mujeres: Tapita, Kataraina, Mihita Heke, Urahana y Maraea. Su descendencia fueron nueve hijos, 41 nietos y 299 bisnietos. Actualmente, su linaje está formado por más de 20.000 personas, las cuales conforman el clan de los 'Panioras', que forma parte de la tribu Ngati Porou. Es la familia más numerosa de Nueva Zelanda.

Whakapapa. Un proverbio maorí sostiene que «sólo al conocer tu genealogía puedes clavar tu lanza en la tierra y tener un futuro». Los maoríes se ven a sí mismos como un pequeño eslabón en una cadena infinita que les conecta con su pasado, con su tribu, con su familia y con su tierra. Esto es lo que conocen como "whakapapa".

Pero los 'Paniora' desconocían el origen exacto de su ancestro, Manuel José, hasta que una periodista neozelandesa llamada Diana Burns se puso en contacto con algunas de las personas más mayores que conforman el clan. 

Fue cuando la tradición oral de la tribu permitió que se descubriera esta relación entre la localidad segoviana y la tribu neozelandesa. 

La tía Suey Maaka, una mujer centenaria, contaba cómo su progenitor era un español procedente de Castilla, de un pueblo llamado 'valle verde'. Tras ésto, en el año 2006, la historiadora María Teresa Llorente localizó una partida bautismal en la que se revela que Manuel José  nació el 31 de enero de 1811, hijo de María Huerta, panadera, y José de Frutos, comerciante de lana, y fue bautizado al día siguiente en Valverde del Majano. 

Tan sólo unos meses más tarde, varios de los integrantes del clan 'Paniora' viajaron a España en el verano del 2007 atravesando medio mundo tras el descubrimiento de esta relación. Aquí, se encontraron con los descendientes de la hermana de Manuel José, sus familiares españoles. Más tarde, en el invierno de 2010, se organizó desde España un viaje para devolverles la visita inicial, y se formalizó el acto de hermanamiento con la ciudad de Gisborne, la ciudad más cercana a los valles en los que habitan los paniora, en el mes de diciembre. Este hermanamiento es el más alejado del mundo, al igual que el viaje más largo del planeta ya que Nueva Zelanda y España forman las antípodas exactas y se trata de una de las pocas zonas de la tierra habitada cuyo punto opuesto no coincide con algún punto de los océanos. 

La última visita tuvo lugar en el año 2012, en la que los neozelandeses volvieron a Valverde. El alcalde por aquel entonces, Rafael Casado, reconoció que el descubrimiento de los lazos entre uno y otro lado del planeta fue «toda una sorpresa».

Entre los que realizaron estas expediciones viajaba George Clarke junto a su familia, quien señala que su madre, bisnieta de Manuel José, «se aseguró de que estuvieran informados y orgullosos de dónde proceden y de quién son, especialmente de su herencia española.Ellos estaban muy orgullosos y nos dijeron muchas veces todo lo que nuestro ancestro afrontó cuando llegó a Nueva Zelanda».

«Durante mi infancia, España era esa tierra lejana y misteriosa con la que siempre sueñas y a la que nunca has podido ir. Hasta que un día mis padres nos dijeron que si cavábamos un agujero en Nueva Zelanda, y cavas y cavas, llegarías a España. Y nosotros, como niños que éramos, pensamos que teníamos que ser buenos chicos y reunirnos con nuestros primos españoles. Así que cogimos una pala y salimos al patio de casa y empezamos a cavar. Mi madre salió y nos dijo que los toros en España eran bravos, y que si seguíamos cavando podrían salir por el agujero. Y eso hizo que dejáramos de cavar». 

«Lo primero que hice fue besar el suelo de donde vino nuestro ancestro, lo hice en nombre de todos, sobre todo de aquellos que ya murieron y que no pudieran conocer esto», contaba a BBC John Manuel, uno de los líderes del clan.

«La genealogía es importante para conocer quién eres, de dónde vienes y de quién desciendes. Y, sobre todo, para saber cuál es tu vínculo, el de tus padres y el de tus ancestros, con la tierra». 

El exalcalde de la localidad segoviana explicaba que el hecho de que Valverde fuera el punto neurálgico de una historia tan curiosa representaba toda una oportunidad y un hecho del que se debe estar orgulloso. 

conexión. Dos olivos representan la conexión entre Nueva Zelanda y Valverde. El primero de ellos fue plantado por Manuel José junto al río Waiapoa y, muy cerca a ese lugar, se encuentra el lugar donde fue enterrado. El segundo está situado en la que fuera la casa de la familia de Manuel José, en la localidad segoviana.

Ahora, Valverde del Majano ha puesto el nombre de Manuel José  de Frutos a una de sus calles. El acto de colocación de la placa, que estaba previsto para finales del mes de enero con una conexión telemática con los 'Paniora', tuvo que ser cancelado por la incidencia de la variante Ómicron en su país. El actual alcalde de Valverde, Javier Lucía Marugán, explica que el poner este nombre a una de las calles del municipio es «un homenaje a Manuel José de su parte española». La conexión que se ha establecido entre los descendientes de Manuel José en Nueva Zelanda y en Segovia significa «para el municipio y, en especial para sus familiares españoles, algo muy especial y muy emocionante, aparte de curioso.» «Antes de la pandemia, los 'Paniora' se desviaban en sus viajes por Europa para venir a Valverde porque su cultura da mucha importancia a sus raíces. No estaban del todo tranquilos al no saber de dónde venían. Son gente que realmente se emociona al conocer su procedencia». Además, adelanta que Valverde tiene previsto llevar a cabo actividades entre ambas poblaciones para favorecer el aprendizaje de los idiomas y el intercambio cultural entre los jóvenes. 

El 'sentimiento' de ser español venía de antes. El clan de los 'Paniora' siempre se ha sentido orgulloso de sus raíces españolas, por lo que, mucho antes de conocer con certeza de dónde procedía su antepasado, Manuel José, decidieron organizar un reencuentro familiar para celebrar su pasado. En el año 1981, alrededor de 4.000 descendientes del segoviano se conocieron en una cita en el pequeño pueblo costero de Tikitiki. Allí, con el objetivo de ensalzar sus orígenes procedentes de la otra punta del mundo, organizaron una fiesta con detalles españoles: tortilla de patatas, un intento de correr los encierros y una vestimenta sevillana. Esta tradición se mantiene en la actualidad, y es un festejo que se lleva a cabo cada diez años. 

La herencia española no sólo es eso, sino que también la muestran orgullosos en su escudo familiar. En él se representa un castillo, una rama de olivo y varias franjas quebradas de color rojo y amarillo. Todo ello rodeado por una inscripción que reza: «Adelante para siempre» y el nombre de Manuel José.