Mata al vecino, se atrinchera y deja grave a un guardia civil

SPC
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El presunto asesino, un hombre de 45 años, se entregó tras una «larga negociación» después de estar encerrado durante 13 horas en su domicilio junto a un rehén que fue liberado en perfecto estado

La Guardia Civil realizó un gran despliegue de efectivos junto a la vivienda, donde se mantuvieron varias ambulancias hasta el desenlace final. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Un hombre asesinó en la madrugada de ayer de un disparo con una escopeta a un vecino del edificio en el que vivían en Santovenia de Pisuerga (Valladolid) y dejó herido en estado grave a un agente de la Guardia Civil al dispararle en la cabeza cuando intentaba negociar con él al haberse atrincherado en su casa con su yerno.
Una reyerta previa ocurrida sobre las seis de la tarde del jueves y en la que participaron doce personas fue el origen de este asesinato, según informó la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones.

Algunas de estas personas tuvieron que ser atendidas en el hospital de Valladolid de heridas leves, entre ellas Dionisio A.P. -el fallecido-, de 45 años , y uno de sus hijos, de 27.
Lo que motivó esa primera reyerta, según los vecinos de la zona y la suegra del fallecido, Encarnación Arias, fue una desavenencia entre la mujer del supuesto asesino, conocido como Chiqui, y la de la víctima, Dionisio.

La suegra explicó a los medios presentes mientras el presunto asesino se mantenía atrincherado que en realidad no fue una pelea entre dos familias, sino que seis miembros de la familia del Chiqui -entre las que estaba él, su mujer, sus dos yernos e hijas- habían dado una paliza al marido de su hija, Dioni, y a uno de sus nietos.
Algunos vecinos explicaron a los periodistas que en esa primera pelea se pincharon varias ruedas de coches.

La suegra del fallecido, que aseguró que el asesino y la víctima se conocían de toda la vida, «del barrio», y que hasta eran amigos, explicó que cuando su yerno y su nieto regresaron del hospital, sobre la una de la madrugada, el Chiqui les estaba esperando con una escopeta y en el mismo portal disparó a Dionisio, que cayó mortalmente herido.
El presunto asesino también disparó seguidamente contra el hijo de la víctima mortal, pero la suerte quiso que la escopeta se encasquillara, según confirmaron a Efe varios testigos presenciales de este hecho.

Al escuchar el disparo, otro de los hijos de Dionisio, de 17 años, bajó rápidamente del tercer piso, donde tienen su domicilio, hasta el portal y se encontró a su padre desangrándose, aunque poco después falleció.

Tras el disparo mortal, el Chiqui se atrincheró en su casa, en el bajo del mismo edificio, junto a uno de sus yernos y allí permaneció encerrado durante más de 13 horas. La Delegación del Gobierno consideró que el yerno se encontraba retenido por el Chiqui, aunque salió sin daños.

Herido el jefe de la UIP.

Poco después del suceso, la Guardia Civil acordonó la zona e impidió a los vecinos de los inmuebles colindantes salir de casa ante la gravedad del suceso.

El teniente coronel y jefe de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil, Pedro Alfonso Casado, que dirigía las negociaciones con el asesino, se acercó sobre las ocho y cuarto de la mañana a la vivienda para intentar hablar con el Chiqui, pero éste le disparó en la cabeza, y la bala le atravesó el casco de protección, lo que le dejó herido de gravedad.

El agente se encuentra muy grave tras ser intervenido durante dos horas en el Hospital Clínico de Valladolid y sigue en la UVI.
Poco después de las 14.15 horas, el Chiqui decidió entregarse a los agentes y fue liberado el único rehén que durante todo el tiempo se encontraba en la vivienda, el yerno del supuesto asesino.