La Virgen del Acueducto se triplicará

D. A.
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La virtualización de la talla en 3D permitirá crear una réplica en plástico que podría exponerse para ciegos o darle la apariencia que tuvo la original, con los colores que perdió, además de la que se hará para la hornacina

Imagen captada de la documentación 3D de la Virgen en la hornacina, antes del inicio de su retirada. Consiste en una composición con nube de puntos, malla y, en la parte inferior, textura de color; en la superior no la lleva, de ahí el color morado.

Por partida triple se podrá contemplar la Virgen del Acueducto cuando termine el proyecto de restauración y réplica de una talla que ha permanecido en la hornacina que mira al Azoguejo hasta la misma víspera del 500 aniversario de su colocación (21 de marzo de 1520). La original ya se sabe que se expondrá en la Casa de Moneda cuando concluya su restauración, al tiempo que una réplica elaborada con resina de alta resistencia ocupará el vacío que ha dejado a 20 metros de altura. Pero de todo este proceso quedará también otra réplica, la que resulte de hacer el molde por virtualización en 3D con fotogrametría, hecha con un termoplástico biodegradable denominado PLA y cuyo destino está por decidirse. Podría utilizarse como un modelo tiflológico, es decir, para su exposición al tacto y sobre todo que los ciegos puedan tocarla, si bien la concejala de Patrimonio Histórico, Claudia de Santos, sugiere también otras alternativas. «A este modelo también se le podría dar la apariencia real de la Virgen del Acueducto», añadiéndole el color que ha perdido por el paso del tiempo. «Y además, una vez se cuenta con una recreación virtual 100% exacta, está incluso la posibilidad de hacer más réplicas a cualquier tamaño».

De momento, en cualquier caso, la prioridad es otra. El pasado 20 de marzo culminaba la primera fase del proyecto con la retirada de la talla original de la hornacina, diez días después de que empezara a instalarse el andamiaje. No se esperaba que fuera una tarea sencilla y no lo ha sido por las dimensiones y el delicado estado de la pieza, debido al deterioro que acumula tras cinco siglos ininterrumpidos a la intemperie. Pero tampoco ha resultado tan complicado como se temía: por un lado, había estimaciones técnicas que indicaban un peso aproximado de hasta 1.200 kilos, ya que mide 1,60 y está hecha de piedra caliza, pero al retirarla con la grúa se ha comprobado que no llega a la tonelada; y además se creía que estaba anclada a la hornacina, pero sólo estaba apoyada. 

De dirigir esta parte del operativo se encargó el restaurador italiano Graziano Panzieri, el mismo que consolidó los elementos ornamentales con riesgo de derrumbe que se han destapado recientemente en la cárcel vieja (actual Casa de la Lectura), aparte de encargos anteriores en la Catedral, y que ahora también está trabajando ya en la restauración de la escultura de la Virgen del Acueducto.

Captura de la documentación 3D de la hornacina del Acueducto tras la retirada de la Virgen. Permite observar las posiciones de las imágenes tomadas para la creación del modelo 3D.Captura de la documentación 3D de la hornacina del Acueducto tras la retirada de la Virgen. Permite observar las posiciones de las imágenes tomadas para la creación del modelo 3D.El aspecto de la talla no es precisamente bueno. De hecho, no hacen falta ojos de experto para ver en las imágenes difundidas por el Ayuntamiento que tanto la Virgen como el Niño Jesús no sólo han perdido el color (quedan restos de dorado en la corona, marrón en el pelo y azul y rojo en otras partes), sino también las facciones. En origen la escultura se labró en un solo bloque y al detalle, pero hoy apenas se distinguen los ojos, nariz y boca en unos rostros lijados por la erosión del paso de cinco siglos; según los expertos, acelerada por la contaminación a partir del XX. También está fragmentada y presenta algunas fisuras, evidenciando por qué a la Virgen se le desprendió parte de un pie tras el temporal de nieve y hielo del invierno de 2018, reactivando entonces la alarma que ha motivado este proyecto.

Panzieri procede en estos días a limpiar la escultura, que tiene excrementos. Le aplicará productos consolidantes (salvando las distancias, como hizo con los elementos ornamentales de la cárcel vieja) y por lo demás la dejará como está. Podría cerrar algún agujero o fisura, pero sin rehacer los fragmentos y detalles ya perdidos.

Mientras tanto, el arqueólogo segoviano Néstor F. Marqués, experto en tecnología aplicada al patrimonio virtual, está trabajando en la recreación en 3D de la escultura mediante la fotogrametría, técnica que permitirá contar con una copia absolutamente fiel sin tocar la talla original, y por tanto sin comprometer más su integridad. Tal y como explica a El Día, «consiste en tomar muchas fotografías alrededor de un objeto, unas 200, y al estar tomadas desde todos los ángulos, a través de una serie de algoritmos de triangulación, el software es capaz de recomponer la geometría espacial del objeto», la escultura en este caso. Se genera de este modo una réplica virtual con una exactitud prácticamente del 100%, «con un nivel de resolución que está por debajo del milímetro en calidad de detalle».

Nestor F. Marqués toma fotos de la Virgen para su virtualización en 3D por fotogrametría, trabajo que requiere unas 200 imágenes desde todos los ángulos para su posterior recomposición..Nestor F. Marqués toma fotos de la Virgen para su virtualización en 3D por fotogrametría, trabajo que requiere unas 200 imágenes desde todos los ángulos para su posterior recomposición..RÉPLICA DE TERMOPLÁSTICO. Ese modelo será así el que se utilice para la impresión 3D, que se realizará «con un tipo de plástico llamado PLA». Un termoplástico biodegradable, hecho a base de recursos renovables como el almidón de maíz o la caña de azúcar, que también se utiliza para implantes médicos, envases de alimentos y vajillas desechables.

«Con esta pieza de PLA se hará un molde de silicona», en lugar de tomar la talla original de referencia, como habría tocado hacer antes de que se aplicara la fotogrametría. Llegado ese caso, según explica Marqués, después habría tocado aplicar desmoldantes que son agresivos para una pieza pentacentenaria. «Pero el caso es que cuando tengamos definitivamente ese molde de silicona, que va con escudo de fibra de vidrio, yo se lo entregaré al restaurador (Panzieri) y él hará con ese molde una réplica perfecta de resina». Según concretó ya la concejala de Patrimonio Histórico, de resinas epoxídicas, un tipo de adhesivo llamado estructural o de ingeniería con aplicaciones en la construcción de aviones, coches, bicis o esquís. Un material resistente, pero con una diferencia enorme con respecto a la piedra caliza, hasta el punto de que la réplica pesará unos «60 o 70 kilos», frente a los «800 o 900» de la original.

No obstante, de semejante diferencia de peso surge una duda pendiente de despejarse en el transcurso de esta fase del proyecto: ¿cómo se va a poder anclar la réplica, si la idea era sujetarla con unos anclajes originales que se presumía que existían y al final resulta que no? «Al final la escultura original se ha visto que no los necesitaba porque la sujetaba su peso, pero con la réplica hay que analizar ese tema», reconoce De Santos. «Evidentemente no vamos a taladrar el Acueducto», matiza. «La tecnología actual te ofrece tipos de anclaje que cumplen su función sin causar daño» pero, la solución definitiva está por definirse.

La talla de la Virgen, en la caja donde fue introducida para bajarla del Acueducto.La talla de la Virgen, en la caja donde fue introducida para bajarla del Acueducto.«Estamos hablando de una pieza vinculada al Acueducto durante cinco siglos y esto un trabajo coral», explica la concejala en referencia a los distintos actores implicados en el proyecto. Desde el Ayuntamiento hasta el Servicio Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta, pasando por el experto en patrimonio virtual y el restaurador; sin olvidar que patrocina la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (aporta 17.000 euros, el presupuesto estimado sin contar los 6.900 de andamiaje). «Hay decisiones de todo tipo que habrá que ir tomando ahora que está ya la talla en el suelo, no antes, y esas decisiones se irán consensuando durante el proceso de trabajo», incide.

Queda así por decidir el tema citado de los anclajes de la réplica en la hornacina del Acueducto, o los detalles de la musealización de la talla original en la Casa de Moneda, así como la utilidad y ubicación que se da a la otra réplica, la de termoplástico. Y en principio, según el Ayuntamiento, con previsión de que el proyecto se prolongue todavía «al menos dos meses».