«Todo es con lejía. El olor se te mete en el cuerpo»

Sergio Arribas
-

María Velasco y Rocío Gómez forman parte del "batallón de limpieza" que desinfecta a diario los centros de salud de Segovia. Ellas están asignadas al equipo del Ambulatorio de Santo Tomás. Su labor es imprescindible para combatir el Covid-19.

Maria Velasco y Rocío Gómez. - Foto: D.S.

Es un pequeño ‘ejército’ contra el Covid-19, encargado de desinfectar hasta el último rincón para garantizar que el personal sanitario pueda trabajar en condiciones de seguridad. Su enconada labor por el máximo higiene se antoja imprescindible. Dentro de este ‘batallón de limpieza’, repartido en varios centros de salud, María Velasco y Rocío Gómez están asignadas al Segovia I, el popular ambulatorio de Santo Tomás.

«Tenemos mucho trabajo. Fregamos todos los días con lejía, desde el quinto piso al bajo». Al horario habitual, se les añade ahora las guardias nocturnas, de diez de la noche a ocho de la mañana, para atender necesidades del centro de salud de San Lorenzo; cuando acude un paciente contagiado con Covid-19 y ellas tienen que acudir para desfinfectar la habitación.

«Yo tengo miedo cuando vengo a casa, por si puedo contagiar a mi familia, hay que cruzar los dedos. Hay enfermeras con las que tienes contacto y luego te enteras que han dado positivo. Pero no puedes pensarlo», dice María, que afirma sentir el apoyo de su jefe, de los médicos y enfermeras, «que valoran mucho nuestro trabajo en estas circunstancias».

Más fotos:

«Todo es con lejía. El olor se te mete en el cuerpo»
«Todo es con lejía. El olor se te mete en el cuerpo»
«Todo es con lejía. El olor se te mete en el cuerpo»
«Todo es con lejía. El olor se te mete en el cuerpo»

Aunque los médicos del Ambulatorio se centran ahora en la atención telefónica de los pacientes, no faltan quienes, muchas veces por ignorancia, acuden al centro de salud. «Hay gente que no es consciente y sigue acudiendo, a pesar de que les dicen que no vayan. Por ejemplo, el otro día acudió un enfermo oncológico a por medicinas y eso no puede ser», afirma María, que recalca como la lejía —cada día llegan varias cajas del producto— es ahora el desinfectante que utilizan tanto para fregar suelos como sillas, mesas y hasta teclados de ordenador. «Llega un momento que solo hueles a lejía. Lo tienes impregnado».