Muere por coronavirus a los 60 años Damián Sanz

DS
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Fundador y expresidente del club Amigos del Tenis de Mesa, trabajó durante 37 años en Caja Segovia y luchó para que fueran juzgados los exdirectivos de la entidad por las prejubilaciones.

Muere por coronavirus a los 60 años Damián Sanz

Ha fallecido a los 60 años de edad a causa del coronavirus Damián Sanz Merino, cofundador y expresidente del club Amigos del Tenis de Mesa y extrabajador de Caja Segovia, de la que se retiró tras la fusión con Bankia. Un proceso que vivió con dolor al considerar excesivas las indemnizaciones que percibieron los exdirectivos de la entidad. Se convirtió en un activista de la causa y se manifestó en numerosas ocasiones en la puerta de la oficina principal de la Caja de Ahorros y del Palacio de Justicia de Segovia para que se sentaran en el banquillo esos exresponsables de la entidad.

Él entró a trabajar en la desaparecida Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia a los quince años y el paro le retiró de Bankia, año y medio después de que la entidad, presidida por Rodrigo Rato, engullera a la caja segoviana. Aquello le dolió. `La Caja de tu tierra', que decían los eslóganes publicitarios, había desaparecido «sin sentido», «sin explicaciones claras» y «con cifras millonarias para indemnizar y prejubilar a unos cuantos». Él había dedicado 37 años de su vida laboral a una de las hasta entonces mayores empresas de Segovia, llegando a considerar aquel entramado como «una segunda familia». En aquel lugar hizo de todo; desde Botones, cuando solo levantaba unos palmos del suelo, al trabajo de mayor responsabilidad en la sección de Intercambios y Transferencias de una todavía rudimentaria Caja de Ahorros. No trabajaban aún con tarjetas de crédito, ni cajeros automáticos.

Después llegó la etapa de la sección `Sustituciones' que catalogaba como el lugar de 'la gente castigada' y, tras aquellos seis meses, alcanzó la sección de Préstamos y Subrogaciones en la que permaneció hasta ése paro forzoso, que llegó bajo el nuevo nombre de Bankia. Fue entonces cuando, con 52 años, decidió hacer visible su protesta. ¿Por qué? No podía quedarme de brazos cruzados", respondía en un reportaje publicado por Teresa Sanz en El Día de Segovia el 4 de febrero de 2017. Se fabricó una pancarta de buenas maneras y se apostó durante meses, cada día, unas veces frente a los juzgados y, otras veces, junto al edificio principal de la entidad que desaparecía. Siempre visible y paciente. Unas veces con su perro, Bruce, un buldog inglés, y otras solo.

Muere por coronavirus a los 60 años Damián SanzMuere por coronavirus a los 60 años Damián Sanz

Siempre había quien le daba conversación, porque Damián Sanz, no solo ha sido durante casi cuatro decenios trabajador de Caja Segovia, fue uno de los fundadores de un club deportivo por el que han pasado cientos de segovianos. Cuando nadie sabía lo que era el ping-pong, este deportista montó altruistamente un club deportivo que, treinta años después, sigue manteniendo el esclarecedor nombre de Amigos del Tenis de Mesa. El ping-pong no era entonces, siquiera, deporte olímpico, pero a él desde pequeño le gustó este juego de rapidez y cercanía, en el que hay que mirar a los ojos del oponente. Contaba que lo conoció por azar; a través de aquellas cartillas de SPAR en las que se pegaban interminables sellos en casillas con derecho a regalo. Vio dos raquetas pequeñas y una bola y, cuando su madre culminó aquel esfuerzo, obtuvo su regalo señalado. El ping-pong era entonces  -tenía 9 años- juego de futbolines, que existían en Segovia y recuerda que «tenían billar, mesa de tenis y máquinas». El club deportivo llegaría después y convirtió a aquellos deportistas contracorriente en viajeros, a los que la Federación Nacional de Tenis de Mesa mandaba a competir con otras provincias.

Primero con base en el IES Andrés Laguna, luego en el colegio de Santa Eulalia, Damián y otros entregados a este deporte de equipo, como Anselmo Mesa, han procurado entrenamiento y sana afición a cientos de segovianos de todas las edades. Sonreía al recordar una de las citas vividas en torno a este deporte: el campeonato del mundo de veteranos celebrado en Alicante. Ochenta países y más de 8.000 personas. «Ver cómo juegan chinos de 90 años, te reconforta; ¡se ve que el ping-pong es bueno para la longevidad!», apuntaba. Él, cuyo grito de ánimo era un profundo "¡ole,'ole!" a los chavales, era especialista en un efecto llamado 'top spin', que lanza hacia delante la bola.

Y seguía practicándolo. Estaba apuntado al campeonato del mundo de veteranos en Burdeos, que se suspendió por esta crisis del coronavirus. Él se puso enfermo e ingresó en el Hospital General de Segovia, donde permanecía hasta que hace unos días fue trasladado a Valladolid, donde finalmente no ha podido superar la enfermedad. Era padre de tres hijos (Pablo, Ana y Juan) y estaba casado con la concejala de Deportes del Ayuntamiento de Segovia, Marian Rueda.