Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


El cambio

17/03/2023

Como decía el maestro, a nada que te guste un poquito el fútbol, has de reconocer sin ambages la aportación superlativa de Pep Guardiola al juego. Las excepciones a la norma son dos: que la persona y el personaje te impidan ver al entrenador… y ser del Real Madrid. Incluso en esta segunda excepción habría que excluir a los que jamás lo dirán abiertamente, pero le reconocen como un genio del 'invento'. Tiene 1.000 conquistas en menos tiempo que nadie, pero una de ellas se selló este martes: cuatro veces hubo un 7-0 en eliminatorias de Champions… tres de equipos dirigidos por Guardiola, una con el Bayern (ante el Shakhtar en 2015) y dos con el City (ante el Schalke en 2019 y ante el Leipzig esta semana). El dato es interesante a la hora de analizar el penúltimo debate estúpido generado en las redes: «Ha sustituido a Haaland para que no supere el récord de Messi». 
Haaland podía haber metido seis o siete. O no. Podía haberse lesionado buscando la plusmarca. O no. Podía haber hinchado las narices de Gvardiol o de Orban, centrales del conjunto alemán, y haberse llevado una mala patada. O no. Pero, ante la duda, criticar con tal fiereza la decisión (cabal) de un técnico es reflejo de los tiempos que vivimos: el entorno vive obsesionado con la estadística y las plusmarcas, y es un goteo perenne, tortura china, que acaba calando en los propios jugadores. Esa obsesión no es buena, porque crea frustraciones y frena carreras antes de tiempo en cuanto 'Fulano' o 'Mengano' alcanzan tantos partidos, tantos goles, tantos 'loquesea'. En ese caos, alguien tiene que poner un poquito de sentido común porque esto no es una prueba de lanzamiento de martillo. Es un juego. Y mañana hay otro. Y pasado otro más. Y ya en el último partido del curso, si al 'niño' le da por meter cinco, ya verán como incluso el 'caprichoso' de Guardiola lo deja sobre el campo para que busque el sexto.