Gracias, Mariana

S.S.
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La vida de Mariana Radvanska en Segovia no es la misma desde la invasión rusa. Ahora se dedica día y noche a ayudar a sus compatriotas

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Mariana

Mariana Radvanska era una joven normal, con 24 años estudiaba Asistencia a la Dirección en Segovia. Pero todo esto cambió el 24 de febrero, cuando su vida dio un giro radical tras la invasión de Rusia a su país, Ucrania. Desde ese día, Mariana se ha involucrado en cuerpo y alma para brindar toda la ayuda posible a su país de origen. Lo que comenzó con la recogida de alimentos y material sanitario con destino a Ucrania, ha derivado en ayuda constante a asociaciones e instituciones como traductora para los refugiados que llegan a la provincia de Segovia. 

Todo comenzó el sábado 26 de febrero en una concentración convocada en el Acueducto para gritar 'No a la guerra'. A esta acudieron diversas familias ucranianas que residían tanto en la ciudad como en la provincia y allí fue dónde la idea de Mariana de formar una asociación empezó a coger forma. Se creó un grupo de Whatsapp y se comenzaron los trámites para dar de alta la entidad. Ahora, es la presidenta de la Asociación Provincial de Ucranianos en Segovia, una agrupación que nació con una finalidad benéfica para mostrar todo el apoyo de los ucranianos segovianos a su país. 

A través de ella, de la que ahora forman parte alrededor de 25 personas, se canalizan las donaciones que se han recibido, se hacen traducciones con instituciones y organizaciones y se acompaña a los refugiados a lo que sea necesario, como a solicitar los papeles en la comisaría o al médico. «He acompañado a una mujer a la ecografía de su bebé», revela. Ahora está llevando a cabo los trámites para que tanto ella como su hijo puedan vivir de la mejor manera posible.

Mariana acude varios días a la semana junto a muchos ucranianos refugiados a los locales que les han sido cedidos para colocar y empaquetar la ropa que aún no se ha podido enviar a Ucrania. Tanto el antiguo edificio de los bomberos como una de las naves de transcose y, ahora también, una nave cedida por un particular en el polígono del Cerro, se han convertido en lugares de encuentro para las familias ucranianas que han llegado en el último mes y que, aparte de su nacionalidad, tienen otro nexo en común, el poder ayudar en todo lo posible a la gente que se ha tenido que quedar atrás, aunque sea desde la distancia. 

A esto se suma que Mariana hace de traductora en ACCEM y Cruz Roja, por lo que se pasa muchas horas pegada al teléfono para poder ayudar a todos aquellos que buscan un nuevo hogar en Segovia. Y, además de que mantiene relación con muchas familias ucranianas recién instaladas en Segovia, también contacta con gente que aún no ha podido escapar del conflicto y los busca soluciones para poder llegar hasta Segovia. «Hago de puente», explica. Lo mismo que sucede con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. «Me llamó la Guardia Civil por un caso de maltrato hacia una mujer ucraniana para traducir la conversación», señala. También está ayudando a la asociación de Autismo en lo que respecta a la traducción, ya que desde la entidad están efectuando los trámites para traer a la ciudad a una familia con un niño autista.

Pero no sólo se mueve en Segovia, ya que mantiene contacto con militares ucranianos que siguen en el país para conocer qué es lo que pueden necesitar allí y mandárselo. «Ahora me han dicho que necesitan coches de combate, todoterrenos o 4x4, pero no se lo podemos mandar desde aquí, así que próximamente vamos a crear una cuenta bancaria para recaudar dinero y que puedan comprar los vehículos allí», explica.

Por todo esto, es la persona de confianza de todas las familias que huyen de la guerra porque, al no conocer el idioma, se sienten más indefensos. Ahí entra ella, un apoyo y respaldo para los refugiados.

charlas. Otra de las tareas que ahora tiene en la agenda es contar en los centros educativos la historia de Ucrania y la de la invasión rusa. Algo que ya no se la hace tan complicado tras haber sido la principal cara visible de las familias ucranianas para los medios de comunicación de Segovia. Ha realizado entrevistas en TeleSegovia, Onda Cero o la Cadena SER, además de servir como traductora entre los periodistas y las familias ucranianas.

Ya ha acudido al IES María Moliner, el centro donde estudiaba, para explicar a los alumnos de 4º de la ESO lo que está pasando en su país y tiene prevista otra conferencia para alumnos de cursos superiores. Además, también lo ha hecho en el Campus María Zambrano en Segovia de la Universidad de Valladolid, donde los oyentes fueron los estudiantes del grado de Publicidad y Relaciones Públicas.

Por último, pero no menos importante, Mariana acude a las clases de español con los refugiados ucranianos para ayudarlos con el idioma. Allí, explica a los recién llegados sus derechos y deberes y les brinda su ayuda para realizar los trámites que sean necesarios. 

Lo importante: no está sola. Actualmente muchos vecinos segovianos la preguntan también la manera en la que pueden brindar su ayuda, por lo que ha nacido un segundo grupo de WhatsApp en el que participan ya 70 personas para colaborar en lo que sea posible.