A pesar de que a comienzos de esta semana el Teatro Juan Bravo de la Diputación daba a conocer la nueva programación que vestirá su cartelera durante los próximos meses, al calendario del primer trimestre del año aún le quedan tres citas de las que el público segoviano podrá disfrutar y que comenzarán mañana, viernes 25 de marzo, con la actuación del monologuista Quique Matilla.

El cómico vallisoletano, conocido por su trabajo en El Club de la Comedia, las Noches de Paramount Comedy o La Chocita del Loro, uno de los santuarios del monólogo en Madrid, pisará el escenario del Juan Bravo a partir de las 20:30 horas para, a lo largo de sesenta minutos, sacar punta a la actualidad y poner el foco del humor en aspectos tan rutinarios como la convivencia en pareja, la paternidad o el trabajo.

En un momento en el que el humor de Matilla está en oídos de todos los aficionados a los podcast, gracias a la colaboración que mantiene con Roberto 'Chapu' y Fran 'El Chavo' en 'Los del Sótano', el artista llega a Segovia dispuesto a dar fe de que, a pesar de llevar desde 2002 subiendo a los escenarios para hacer reír a la gente, aún le quedan carcajadas por provocar, afilando bien la mirada en temas que no son extraños para nadie y en los que, sin embargo, las personas a veces ni siquiera reparan.

A lo largo de sus dos décadas de trayectoria, Quique Matilla ha hablado en bares, salas y teatros sobre las formas de ligar, las cosas que sobran, los hijos, el bricolaje, la vida en el pueblo o las discusiones en pareja, sin olvidar su exitoso paso por el País Vasco como presentador, actor y guionista con 'Quique en el País de los Vascos', programa con el que conquistó Euskadi preguntándose, desde cómo se visten hasta cómo se divierten los vascos. Ahora tendrá la oportunidad en Segovia de hacer reír a un público que, castellano como él, no goza de buenas referencias en su catalogación frente al humor y que por 6 euros podrá, además de disfrutar de un espectáculo poco habitual en la programación del Juan Bravo, desterrar para siempre el mito de que los castellanos somos áridos como la tierra que nos vio nacer.