La Agrupación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha cifrado en 2.500 agentes adicionales a los 6.600 existentes en Castilla y León los necesarios para poder garantizar el adecuado servicio de seguridad ciudadana en la Comunidad y ha reclamado una reestructuración operativa en los cuarteles para garantizar la prestación del servicio de seguridad ciudadana, que consideran se está desmantelando.
Para ello, el colectivo propone un aumento de plantilla a través de una mayor oferta pública de empleo así como incentivar el regreso de agentes de 56 a 63 años que han pasado a reserva sin destino puedan reincorporarse y volver al servicio, para lo que ha pedido cumplir el acuerdo firmado con Interior para este fin en 2018 para un periodo de tres años.
Así lo han señalado el secretario general de al AUGC, Juan Fernández, el secretario de Organización del colectivo, Germán Gómez, y el secretario provincial de Valladolid, Egelmar de Francisco, en una rueda de prensa en la que han expuesto sus demandas ante los nuevos retos del siglo XXI y las necesidades de los ciudadanos.
Juan Fernández ha criticado que las instituciones presuman de manera "infantil" de la recuperación de agentes desde 2018 después de la reducción que se inició en 2011 pero se cuente entre ellos a los que dejan de prestar servicio e incluso a los que están en prácticas y sólo van a pasar un tiempo en el destino adjudicado hasta completar su formación. Aún así, ha reconocido que la oferta pública de empleo ha supuesto un incremento, pero que sigue siendo "insuficiente".
Además, ha señalado que existe un factor sociológico no tenido en cuenta, y es que los guardias civiles retrasan el momento de su pase a la situación de reserva sin destino, hecho que tienen un impacto en el envejecimiento de la plantilla.
El secretario general de la AUGC ha incidido en la necesidad de que la seguridad pública se adapte a los retos del siglo XXI y a las necesidades de los ciudadanos y se atiendan las demandas de la denominada 'España vaciada', o los nuevos métodos delincuenciales asociados también a las nuevas tecnologías.
Efectivos a otros servicios
Fernández ha señalado que debido a las nuevas necesidades en el ámbito de la seguridad pública se crean nuevas unidades que no figuran en el Catálogo de Puestos de Trabajo como los equipos ROCA, unidades para la erradicación y atención de la violencia de género, unidades para la lucha contra delitos telemáticos o de odio, USECI unidades de reserva de ámbito provincial, unidades para el control y funcionamiento de drones, etcétera.
Así, ha explicado que todo este personal es detraído de las unidades de Seguridad Ciudadana, cuyos números de efectivos en la realidad no se corresponden con el anunciado en el Catálogo.
Esto, conlleva un déficit en la atención a los ciudadanos y una "falsa sensación de seguridad" y conlleva tener que "doblegar" esfuerzos por parte de los guardias civiles, quienes ha asegurado que soportan un mayor estrés y riesgo psicosocial derivado de las actuaciones policiales y una merma en la calidad de vida y de conciliación laboral y familiar.
Ante esta situación, la Asociación reclama una nueva reestructuración territorial operativa que, sin cerrar cuarteles, suponga prestar un mejor servicio al ciudadano y reducir los tiempos de reacción ante una emergencia con un mayor potencial de servicio.
Este nuevo despliegue territorial conllevaría aglutinar a los agentes en núcleos operativos. A este respecto, ha señalado que el 63 por ciento de los cuarteles disponen de un número de diez o menos agentes, a pesar de contar con un 92 por ciento del catálogo de plantilla cubierto, por lo que la AUGC ve necesario el aumento de 2.500 efectivos para contar con cuarteles que dispongan de un mínimo de 45 agentes operativos.
Aunque Fernández considera que habría que "sentarse", analizar dónde hay mayores datos de delincuencia, una mayor problemática y dónde habría que reforzar la propuesta pasaría por unificar agentes en acuartelamientos más grandes como en cabeceras de compañía y puestos principales con el fin de que presten servicio 24 horas, algo que en la actualidad en muchos casos no ocurre.