La estación de esquí de La Pinilla abre una nueva etapa en su larga historia. Un grupo de inversores madrileño ha asumido la gestión de sus instalaciones tras recibir una concesión administrativa por quince años prorrogable por otros quince, según ha revelado el alcalde de Riaza, Benjamín Cerezo, uno de los integrantes de la entidad urbanística de conservación responsable de la administración de la estación, en la que también está representado el Ayuntamiento de Cerezo de Arriba, entre otras instituciones. La empresa que pasa a llevar la explotación, que se ha constituido con el nombre de La Pinilla Management Corporation SL, pagará un canon de unos 150.000 euros al año.

El alcalde de Riaza cree que era el momento idóneo para dar un giro de 180 grados a la gestión de La Pinilla: «Los socios de la empresa son empresarios jóvenes de Madrid que se dedican a diferentes actividades: a eventos, hostelería, construcción... Son amigos, uno de ellos es vecino de Riaza y nos presentaron un proyecto inmobiliario para  la estación. Fue entonces cuando les presenté el plan de viabilidad que tenemos y se les ha hecho una concesión administrativa». Esta incluye la explotación de las pistas de esquí, el bike park, el hotel, dos cafeterías y un servicio de alquiler de esquís. El año pasado la facturación fue de 600.000 euros.

Una cantidad insuficiente, sin embargo, para cubrir los gastos de unas instalaciones que cerraron el ejercicio de 2022 con unas pérdidas de cerca de 400.000 euros. «Abrimos para el esquí unos cuarenta días, lo cual no está mal pero hubo poca nieve, por lo que pudimos habilitar pocos kilómetros. Eso hace que venga mucha menos gente. Y casi toda la nieve que tuvimos fue de fabricación artificial, con lo que eso supone en las facturas», explica Cerezo.

Como para tantas empresas, los costes energéticos se han multiplicado para La Pinilla por la subida del precio de la luz, el gas y los combustibles. Una circunstancia que se suma a otros gastos fijos altos de los que como estación de esquí no se pueden escapar. «Cada cinco o siete años estamos obligados a revisar los telesillas y eso cuesta aproximadamente 100.000 euros por cada telesilla. Lo que solemos hacer es intentar hacer la mitad de la revisión un año y la otra mitad al siguiente», apunta Cerezo, ilusionado con la posibilidad de ahorrar gracias al plan de eficiencia energético que tienen previsto poner en marcha.

La Diputación Provincial de Segovia también les ha incluido en su plan de dinamización turística, dotado con fondos europeos y destinado en el caso de La Pinilla a introducir mejoras en el bike park. La idea es crear un circuito nuevo y mejorar los acoples para las bicicletas con el objetivo de incrementar la seguridad. Desde su inauguración hace más de una década y sobre todo desde el impulso bajo la dirección de Ángel González Pieras, el bike park se ha convertido en el otro gran aliciente de La Pinilla. Algunos fines de semana llega a recibir cerca de medio millar de ciclistas de montaña y ha acogido competiciones organizadas por el gigante Red Bull.

Pero la rentabilidad viene de la mano del esquí. En picos de actividad puede llegar a albergar a 3.000 esquiadores, cada uno de los cuales paga un forfait de 35 euros frente a los 25 euros que cuesta el bike park. «Pero hacen falta más días así para cubrir gastos porque, por ejemplo, hacer funcionar un solo telesilla tiene un coste energético de 2.000 euros», subraya el alcalde de Riaza, que no deja de estudiar posibilidades para reducir esa factura. «Aquí el problema que tenemos es que el tema de paneles solares es prácticamente inviable porque cuando tenemos el consumo es invierno y en invierno apenas te producen. Y si está nevando y están nevadas las placas pues es inviable. Estamos estudiando poner un molino de viento de los nuevos que existen hoy en día, sin aspas», desvelaba este pasado mes de diciembre en 'La 8 Segovia'.

Además, la empresa que ha asumido la gestión se ha comprometido a llevar a cabo una serie de inversiones. «Esta temporada se van a ver de momento poco los cambios, aunque ya han empezado las obras. Quieren que haya actividades durante todo el año y mejorar la cafetería de Gran Plató para que sea más acogedora, el restaurante, los garajes subterráneos...», añade el alcalde de Riaza. Pero hace falta que nievel. «El cambio climático nos está haciendo mucho daño», concluye Cerezo.