Los cambios tecnológicos de las últimas décadas confirman que asistimos a una de las grandes revoluciones de la Historia de la Humanidad, en línea con el desarrollo que alimentaron los descubrimientos de la rueda, la imprenta o la máquina de vapor. Como entonces, ahora se registra en paralelo un cambio cultural, aunque más solapado como corresponde al ámbito de las ideas, que afecta a la comprensión del mundo y a las relaciones sociales. De forma directa o colateral los sismógrafos sociales alertan de movimientos telúricos que trastocan las relaciones de poder, la política en las democracias occidentales. Los resultados de las últimas elecciones presidenciales en Francia confirman ese cambio de paradigma. Los grandes partidos del Siglo XX ya no dan respuesta a las demandas ciudadanas y el descontento creciente, al que no es ajena la corrupción enquistada, está provocando que proliferen asociaciones, plataformas cívicas y grupos de poder como germen de nuevos partidos políticos.

Castilla y León no es ajena a esta realidad, e incluso se ha convertido en campo de pruebas de los nuevos tiempos. Mañueco preside una comunidad nunca antes tan fragmentada políticamente. No cabe vivir en la nostalgia del reagrupamiento. Paradigma de esta circunstancia ha sido Soria, lo es Ávila y ni siquiera la fortaleza y antigüedad de la Unión del Pueblo Leonés, hegemónico refugio del descontento, es dique de contención para nuevos aspirantes. El último en llegar es León Propone, una organización que se define independiente, "no alineada con ningún partido político", que aspira a representar a la Región Leonesa desde la lealtad a España. Desde hace algunos meses, un grupo de personas, entre las que figuran profesionales muy cualificados en todas las actividades económicas y sociales, han mantenido encuentros con el fin de perfilar propuestas concretas encaminadas a superar la situación de crisis económica y demográfica del ala oeste de la Comunidad. Sus objetivos: Promover 'técnicamente' proyectos de interés general, 'influir' en la toma de decisiones ante los poderes públicos y 'cooperar con otras entidades' cuyos objetivos sean afines. La definición de objetivos es de manual. Les diferencia a priori, por su marginalidad de la cosa pública, la generosidad en el empeño.