"Los modelos de trabajo y educación van a cambiar"

David Aso
-

La segoviana Ana Belén Arcones, directora de IMF Business School y elegida Top 10 Mujeres Directivas de España, reflexiona sobre los cambios que podría afrontar la sociedad tras la crisis sanitaria

La segoviana Ana Belén Arcones, directora de IMF Business School y elegida Top 10 Mujeres Directivas de España.

Con tres nominaciones seguidas al Top 100 Mujeres Líderes de España (Top 10 en la categoría de directivas), a esta segoviana afincada en Madrid, fundadora y directora de la IMF Business School, le da tiempo a dedicar unos minutos a El Día tras dar la merienda a sus tres hijos y sin dejar de trabajar. De hecho, IMF fomenta la formación online desde su origen (aunque también ofrece presencial) y permanece activa.

Días antes de la declaración del Estado de Alarma, Arcones se planteaba volver a su tierra una temporada, pero cambió de opinión «por miedo» a propagar el virus y pensando especialmente en sus padres. «No sé hasta qué punto, pero esto nos va a marcar a todos, evidentemente». Por de pronto, nunca pensó que ellos pudieran aprender a hablar por videoconferencia: «Les he enseñado hasta la fase Zoom, quién me lo iba a decir». 

En las nuevas tecnologías intuye precisamente claves a corto plazo: «Los hábitos de estudio y trabajo ya están cambiando y lo harán más. Nosotros (IMF) ofrecimos a nuestros alumnos de presencial sumarse a los que ya estaban online y al principio hubo mucho rechazo, pero les propuse probar con el compromiso de que, si no les convencía, podrían volver a las aulas en cuanto se permitiera aunque hubiera que retrasar dos meses el final del curso, y ahora están encantados».

«Lo de mis padres y esto son ejemplos de cómo hemos perdido el miedo a lo tecnológico», prosigue. «A nivel académico, la gente está viendo las ventajas de la flexibilidad, lo que ahorras en desplazamientos, y también es verdad que tiene menos costes. La memoria del alumno será menos importante y más su capacidad para buscarse la vida, o de buscar la información adecuada en el lugar adecuado, ya que los exámenes no tendrán tanta importancia como los proyectos». 

En el ámbito laboral cree que pasará parecido: «Con la crisis que se avecina, que va a ser fuerte, nos hemos dado cuenta que también trabajar desde casa tiene ventajas por el ahorro de tiempo y dinero en desplazamientos, la conciliación o el poder trabajar de forma síncrona en un momento dado, pero también cuando a uno le venga mejor, ya sean las 2 de la tarde que las 4 de la mañana. Los empresarios tenderemos a contratar más por proyectos que por tener a una persona ocho horas al día. Y parece que nos hemos dado cuenta ahora a pesar de que lo que estamos haciendo es mucho más difícil que el teletrabajo, porque en condiciones normales los niños están muchas horas en el colegio o fuera de casa».

Respecto a la situación actual en general, «las crisis sacan lo peor de la gente mala y lo mejor de la gente buena». «Pero me quedo siempre con lo bueno y estoy viendo tal solidaridad, tal forma de trabajar, tal adaptación hasta de los niños, que yo creo que saldremos reforzados». «Quiero creer de verdad que vamos hacia un futuro donde prime la capacidad de contribuir todos a un mundo mejor, basado en valores y con la gente habiendo vencido la barrera de lo tecnológico», incide.

Claro que aún está por verse la dimensión completa del drama y la consecuente crisis social: «Todo esto dependerá de si la pandemia nos ha rozado o nos ha herido de muerte. El hecho de perder familiares o amigos sin poder ni llorarles va a generar determinados traumas. Los que salgan de la pandemia superando esto, valorarán mucho más el día a día».