Un anónimo defensor del rigor, armado solo con pintura, se encargó hace un año de enmendar hace un año dos señales viales que indicaban la entrada y la salida del término de La Granja. Donde ponía Real Sitio de San Ildefonso, él tachó 'Real Sitio' y puso La Granja. Un año después ha sido la Junta de Castilla y León, a petición del Ayuntamiento del Real Sitio de San Ildefonso y como titular de la carretera en la que están colocadas, la CL-601, la que ha puesto orden en un caos que generaba confusión, especialmente entre los turistas. 

Las señales con borrones han desaparecido y en su lugar se han colocado unas nuevas con la nomenclatura correcta. Junto a la gasolinera situada cerca del pantano del Pontón Alto comienza y acaba –en función del sentido en el que circulen los vehículos– La Granja y no el Real Sitio de San Ildefonso que hay que recordar que también abarca Valsaín, La Pradera y Riofrío y que en esa zona tiene su límite en el submarino amarillo. Lo mismo ocurre en la frontera entre La Granja y La Pradera. La señala que indicaba que el conductor abandonaba el Real Sitio de San Ildefonso ha dejado paso a otra que indica que lo que finaliza en ese lugar es La Granja. El Real Sitio continúa hasta el Puerto de Navacerrada.

Su alcalde, Samuel Alonso, celebra la rectificación. «Entendemos perfectamente que pueda haber equivocaciones cuando hay complejidad en las toponimias y en los núcleos de población y la gente no conoce bien cómo es la situación. Sin hacer polémica tampoco de ello, lo valoramos positivamente porque así queda claro si sales o entras a La Granja o si sales o entras al Real Sitio, que no es lo mismo. No es lo mismo el término municipal que el núcleo de población», argumenta el primer edil.

Señal errónea que fue enmendada por un acto vandálico. - Foto: Rosa Blanco

El Día de Segovia advirtió en su edición del 6 y 7 de noviembre del año pasado del acto vandálico llevado a cabo por quien borró Real Sitio y pintó La Granja en dos señales. También retrató la confusión reinante por las denominaciones del Real Sitio de San Ildefonso. En las señales se lee: 'La Granja', 'San Ildefonso', 'Real Sitio de San Ildefonso' y 'San Ildefonso o La Granja' —como aparece en la carretera de Madrid o N-603—, más allá de otras, como las  que hacen referencia al 'Parque Nacional Sierra de Guadarrama'  que, mezcladas con las anteriores, forman un cóctel explosivo para quien pisa por primera vez este territorio. El cronista oficial del Real Sitio de San Ildefonso, Eduardo Juárez, explicaba que la denominación del municipio se remonta a la época en la que la monarquía española buscó asentamiento en lo que antes era 'el bosque de Segovia' y, de hecho, en 1810, cuando se constituye el ayuntamiento lo hace con el nombre del Real Sitio de San Ildefonso, integrando los cuatro núcleos de población. 

Sin embargo, durante la Segunda República Española se eliminó el título del Real Sitio y pasó a denominarse San Ildefonso-La Granja (con guión o una «o» en medio), denominación que se mantuvo durante el franquismo y la democracia hasta que, al cumplirse los 200 años de constitución del ayuntamiento, el término municipal recuperó su nomenclatura: Real Sitio de San Ildefonso.

La disparidad de carteles desorientaba al turista, que incluso confundía La Granja con una granja de animales. Entre los vecinos, la mayoría prefieren decir que son de La Granja. «Cuando acabaron las obras de la travesía [de La Granja] ya se informó a la Junta de Castilla y León que las señales de entrada y de salida al núcleo de La Granja que estaban marcadas como Real Sitio de San Ildefonso no eran correctas. Ahora que se han hecho obras en la carretera, pues se han cambiado», resalta el alcalde, quien considera que de esta forma se resuelven los errores que persistían. Algunos, no obstante, consideran que otras señales ornamentales colocadas por el Ayuntamiento– también contribuyen a la confusión. «En las que viene dibujado Carlos III son de un plan de turismo que se hizo en 2006 o 2007 y alguna hay que rehabilitarla porque con el paso de los años se van deteriorando», zanja el primer edil.