Santi Balmes Sanfeliu (San Vicente dels Horts Barcelona, 1970), es el vocalista del grupo de música indie rock, Love of Lesbian. Una persona que asegura que se encuentra en plena madurez de una carrera musical que le ha dado mucha fama y un gran reconocimiento. Sus miles de seguidores son muy activos acudiendo a sus conciertos y comprando cada disco que publican en un complicado mercado que es demasiado efímero.
Balmes reconoce que en estos momentos está muy centrado tanto en los conciertos programados como en la promoción de su último disco de estudio Viaje épico hacia la nada (Warner Music, 2021), del que explica que ha sido «como partir de una calle sin salida y tener que girar tu cabeza para andar en la dirección contraria».
Love of Lesbian empezó en el mundo de la música en 1997, año en el que enviaron una maqueta a un concurso de la revista Ruta 66, donde quedaron en segundo puesto, lo que les permitió grabar por primera vez en un estudio.
Sus primeros años los dedicaron a la música en inglés, idioma con el que publicaron tres discos: Microscopic Movies (1999), Is it Fiction? (2002) y Ungravity (2003). Luego llegaron cinco trabajos más pero, el álbum que les lanzó a la fama fue El Poeta Halley, en 2016, al que siguió Nouvelle Cuisine Caníbal, vol. 2, (2017), El Gran Truco Final (2018) y V.E.H.N. (2021).
El cantante comenta que el secreto de esta banda indie rock, que ha alcanzado un importante éxito, es que «tiene un ritmo interno propio», así como sentido del humor y lealtad entre ellos, y defiende que esa nada a la que cantan «intenta definir la tragicomedia de la vida», por lo que buscan «rellenarla de esperanza» lejos de «pensar demasiado» porque puede ser «el peor enemigo».
¿Cómo preparáis el momento de conectar en directo con vuestro público, con esas personas que van a los conciertos de Love of Lesbian?
Bueno, cada concierto entraña lo mejor de las típicas noches en las que la banda se viste con sus mejores galas. Procuramos siempre salir con muchas ganas, sobre todo, en la gira de este verano que venimos de un mes de vacaciones. ¡El primero que nos hemos tomado en agosto!
En Viaje Épico hacia la nada... esa nada... ¿qué aspecto tiene, cómo lo entienden vuestros seguidores?
Nos parecía un título inspirador pero, en realidad, esa nada de la que hablamos en este trabajo intenta definir la tragicomedia de la vida en la que nos sentimos, por necesidad psicológica, más importantes de lo que realmente somos como seres humanos. Esa nada la rellenamos de esperanza en todo el disco, quizás lo más sensato que hay en él.
Este proyecto va desde la sencillez hasta los rincones más oscuros. ¿Cuál es la idea con la que nació y que tanta profundidad trasmite? ¿Cuál es su propuesta musical?
Era un disco que partía de una tragedia, y, por lo tanto, te deja un tanto tocado, haciéndote preguntas sobre todo. Supongo que esos altibajos anímicos, aceptados todos como semilla para la creación, generan un todo bastante completito sobre lo que acostumbra a ser un año en la vida de todos. Es una vivencia y una experiencia muy especial la que sentimos con este trabajo.
Y, por ende, ¿el qué definiría como punto de partida? ¿Hay algo que haya servido de origen para desarrollar esta idea que, a priori, puede resultar compleja de entender?
Sí, parte de un suicidio de alguien a quien apreciaba mucho. Creo que era un punto de inicio extraño, pero tremendamente interesante. Es como partir de una calle sin salida y tener que girar tu cabeza para andar en la dirección contraria.
Nuestro secreto para seguir unidos es la amistad, la lealtad, el respeto mutuo y, sobre todo, el sentido del humor"
El disco es una invitación a no dejar de moverte y a tomar decisiones sin que otros lo hagan por ti. ¿Dirías que es un canto a la libertad y a tomar las riendas, por lo tanto, de nuestras vidas?
Sí, por supuesto. Esa libertad que cuesta tanto de ejercer por decenas de prejuicios. Supongo que vencerlos es el primer paso que hay que dar, o, acaso, empezar a andar sin tanta reflexión previa como acostumbramos en nuestra vida diaria.
¿Es un mensaje que hace falta lanzar, todavía más, hoy en día? Y que no se debe perder, claro…
Eso es. Al menos en mi caso, la experiencia me ha demostrado que pensar demasiado te lleva al bloqueo. Conozco a personas cuyo peor enemigo son ellas mismas al darle demasiadas vueltas a todo, entre los que a veces me incluyo. El equilibrio entre acción-reflexión es necesario para que las aguas no se estanquen.
Una de las canciones más míticas de vuestra carrera es Allí donde solíamos gritar. ¿Cuál es ese lugar especial al que acudís a gritar, o es solo una metáfora?
Son las canciones. Ese tema en particular se refiere a cualquier desahogo creativo que uno puede sentir e, incluso, necesitar. Allí seguimos acudiendo para gritar y para encontrarnos con nosotros mismos.
Como grupo habéis conseguido grandes éxitos en un momento difícil de la música, con una gran variedad y en un mundo globalizado y sin fronteras donde uno puede escuchar los ritmos más lejanos y extraños. ¿Qué sueños y que retos os quedan por cumplir?
Creo que no debemos perder nunca la espontaneidad que nos caracteriza como banda. Estamos en ese punto de carrera que podríamos tirar de estilo. Y no se trata de eso, podemos dar mucho más.
Además, estáis a punto de hacer ya 25 años como grupo musical. ¿Cuál diría que es su secreto en esta industria tan cambiante?
Yo diría que es la amistad, la lealtad, el respeto mutuo entre nosotros y, sobre todo, el sentido del humor.
Y… ¿siguen sin recordar una anti-historia mejor? ¿Mantienen esa esencia como banda?
Espero que sí. Creo que la banda tiene un ritmo interno que sigue a la vida, pero en su particular cauce. Lanzamos mensajes al exterior y resulta que hay seres ahí fuera que los reciben (risas).
Estáis en un momento realmente interesante, quizás os recuerde épocas de grupos que tenéis como referentes en vuestra trayectoria, ¿qué puedes decirnos para concluir?
Somos un conjunto que busca emocionar por encima de la idea gustar a nuestro público. Desde el principio hablamos de querer recuperar algo de nuestra esencia más primigenia y de los nombres que nos influenciaron cuando éramos más jóvenes, los de los años 80, con cajas de ritmo a lo Depeche Mode y guitarras a lo The Cure. Buscado y de forma natural nos hemos encontrado muy cómodos haciendo un disco que pasa por puntos oscuros hasta alcanzar la luz. Creo que es el mejor disco que hemos publicado.