La tercera temporada de Manu González al frente de la Gimnástica Segoviana ha comenzado con una victoria de mérito (0-1) en el feudo de la Cebrereña, igual de complicado que siempre. Una vez más el campo de El Mancho se convirtió en el escenario de una guerra de guerrillas sin tregua para el fútbol de seda.

En ese escenario, la Segoviana se puso el mono de trabajo y sacó adelante un choque que no consiguió poner a salvo hasta el pitido final del árbitro. Antes vivió el regreso del público a las gradas con la presencia de una treintena de sus aficionados, que fueron testigos de la primera alineación de la temporada. Un once en el que sorprendió la presencia de Christian en la portería, aunque después Manu González explicó que Carmona sufría molestas en la rodilla.

El único fichaje que comenzó como titular fue Fran Adeva, además uno de los mejores durante el partido con su capacidad para proteger el balón de espaldas. En cuanto a su producción rematadora tuvo en sus botas el 0-1, pero se estrelló al comienzo de la segunda parte con el portero de la Cebrereña. Este falló en cambio poco después en una salida por alto que acabó permitiendo cantar bingo a Álex Conde.

El gol abrió espacios para los azulgrana, que debieron sentenciar en sendas oportunidades de Javi Borrego y Diego Gómez, alistados por su entrenador en la segunda mitad. La incertidumbre del resultado mantuvo con vida al equipo abulense, que lo intentó todo a balón parado, incluidos dos lanzamientos de falta sin acierto de David Terleira en los últimos minutos. Un epílogo en el que la Segoviana perdió a Adrián y Javi Borrego, expulsados por doble amarilla. Pero el trabajo ya estaba hecho y los tres primeros puntos en esta atípica temporada viajan a Segovia.