Depuración de aguas en una treintena de pueblos de Segovia

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Junta y Diputación perfilan el protocolo para invertir 4,8 millones en 2023

Depuración de aguas en una treintena de pueblos de Segovia

La Diputación de Segovia y la Junta de Castilla y León perfilan los detalles de un protocolo en materia de depuración de aguas residuales para municipios de menos de 500 habitantes, que supondrá una inversión aproximada de cinco millones de euros en una treintena de ayuntamientos de la provincia, como pusieron de manifiesto, el presidente de la institución provincial, Miguel Ángel de Vicente y el director general de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental, José Manuel Jiménez.

Este encuentro supuso la segunda reunión del grupo de trabajo del protocolo firmado el 9 de octubre de 2020 entre la Comunidad Autónoma de Castilla y León y la Diputación Provincial para promover el establecimiento de sistemas de depuración de las aguas residuales urbanas en los núcleos con población de 500 a 2.000 habitantes equivalentes.

En desarrollo de este protocolo, se elaboraron programas de actuación en las nueve provincias, que determinan la necesidad de ejecutar un total de 250 depuradoras, con una dotación económica de 127,5 millones de euros a financiar entre la Junta de Castilla y León, al 40 por ciento; las diputaciones provinciales, otro 40 por ciento, y los ayuntamientos, un 20 por ciento.

La Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (Somacyl) es la encargada de la ejecución de las actuaciones y de su operación y mantenimiento durante 25 años. En sus presupuestos de 2023 tiene una cantidad de 55,5 millones de euros, con una previsión de finalizar el programa en 2025. Para Segovia, el año que viene, una dotación de 4,8 millones de euros.

El programa de actuaciones en la provincia de Segovia se encuentra en fase de desarrollo técnico y en la actualidad ya son 35 las localidades con proyectos de depuración de sus aguas residuales: seis obras en ejecución en: Escalona del Prado; Escobar de Polendos; Navalmanzano; Fuentesaúco de Fuentidueña; Maderuelo y La Matilla.

Un proyecto en Zarzuela del Pinar que se encuentra finalizado y firmado el convenio con el Ayuntamiento, que está pendiente de licitación; tres proyectos redactados pendientes de aprobación del convenio por el Ayuntamiento: Chañe, La Higuera y Torre Val de San Pedro.

Hay un total de 25 proyectos en redacción y análisis: Basardilla; Arroyo de Cuéllar; Chatún; Fuenterrebollo; Garcillán; Lastras de Cuéllar; Martín Muñoz de las Posadas; Navafría; Navas de San Antonio; Olombrada; Remondo; Sacramenia; Mudrián; San Pedro de Gaíllos; Villarejo; Campo de San Pedro; Casla; Cubillo; Escarabajosa de Cabezas; Labajos; Montejo de la Vega; Muñopedro; Muño veros; Roda de Eresma y Torrecilla del Pinar.

En el grupo de trabajo también se analizó las necesidades de depuración de los municipios con población inferior a 500 habitantes, estableciendo un programa de actuaciones con las necesidades más urgentes que incluiría 35 localidades.

Para ello se consideran prioritarios los municipios a los que la CHD ha revocado la autorización de vertido. En total, se incluyeron diez proyectos piloto para establecer los modelos a seguir en el resto de la provincia: Adrada de Pirón; Aldealengua de Santa María; Brieva; Juarros de Voltoya; Corral de Ayllón; Santo Domingo de Pirón; Santiuste de Pedraza; Gallegos; Montejo de Arévalo y Valle de Tabladillo. Se estima una inversión por localidad de 100.000 euros y un coste de mantenimiento entre 2.000 y 3.500 euros al año.

La elección de la tipología de depuración para cada municipio está basada en la experiencia acumulada por parte de los Servicios Técnicos de la Junta de Castilla y León en actuaciones proyectadas y ejecutadas en aglomeraciones similares en la Comunidad. Las tecnologías empleadas, dimensionadas al tamaño de cada población, disponen de las siguientes etapas: pretratamiento, decantación y tratamiento biológico, diferenciado en función de la tipología elegida.

Las actuaciones además contemplan la ejecución de los colectores de conexión a la redes existentes y emisarios de vertido del agua tratada al cauce receptor, mientras que las instalaciones incluyen suministro eléctrico mediante paneles fotovoltaicos, para minimizar los costes eléctricos.

Por último, las tecnologías empleadas se caracterizan por un bajo impacto visual y reducido coste energético de explotación; con procesos internos estarán totalmente automatizados, lo que permite su control en remoto.