Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Hartos de chapuzas

18/03/2023

El afán de este gobierno por acumular decretos sin tomar en consideración los informes de los organismos que alertan sobre la constitucionalidad y la legalidad de lo que se propone aprobar, ha llevado a situaciones de consecuencias inconcebibles.

La más polémica ha sido la llamada ley del sí es sí, que ha sacado a la calle y reducido penas a abusadores y violadores. Pero no es la única: el texto inicial de la ley de vivienda parecía dedicada exclusivamente a los fondos e inmobiliarias propietarios de centenares y miles de viviendas y locales, y no tenía en cuenta a los pequeños propietarios que completan su exigua pensión con las rentas de alquilar el piso en el que han invertido los ahorros de toda una vida. Por poner solo un ejemplo de chapuza inconmensurable. o de legislar con los pies en vez de utilizar la cabeza.

El ministro Escrivá se ha convertido en un peligro público. No solo por el decreto de pensiones que incrementa los impuestos de quienes no llegan siquiera a fin de mes antes de que se leds apliquen las nuevas normas fiscales, sino que defiende un modelo de difícil cumplimiento porque no hay dinero para cubrir el incremento de las pensiones ni siquiera aplicando lo que propone Escrivá, porque la mayoría de los españoles están tirando de sus ahorros para sobrevivir al gobierno de Pedro Sánchez. Se maltrata a los privilegiados que tienen un trabajo y un salario, y también a los empresarios, cuando son los crean más empleo en este país.

Cosa que no hace Escrivá, que se queja de que le falta personal cuando se le dice que es imposible conseguir una cita para hacer cualquier gestión, lo que significa no tramitar bajas o altas por enfermedad, resolver un problema en la seguridad social, o hacerse con un certificado o documento que el gobierno considera obligado tener al día. Si le falta personal, que lo invente, que ha tenido tres años largos para convocar y cubrir las plazas necesarias.

En su afán de legislar, este gobierno propone iniciativas dedicadas expresamente a sectores cercanos, sin tener en cuenta que, si no se analizan a fondo, pueden beneficiar a quienes no necesitan beneficio e impedir que afecte a los que iban destinadas. Sucede con los infinitos bonos y subvenciones que se sacan de la manga, como ha ocurrido en Madrid con Mónica García y Ossorio, mientras que personas para las que las subvenciones significan supervivencia, no las pueden tener porque les es imposible conseguir la documentación que se exige. A no ser que disponga de los 50 o 100 euros que cobran gestorías y no gestorías para conseguirles una cita previa.

La España de Sánchez vive en un continuo despropósito. Encima, los gobernantes nos riñen cuando nos quejamos, en vez de dar solución a los problemas de la forma más simple: pensar y, además, pedir información a los expertos que saben cómo solucionarlos.