Los problemas de humedades que sufre en diversas estancias el Centro de Recepción de Visitantes (CRV), la principal oficina de turismo del Ayuntamiento de Segovia, situada en el Azoguejo, se han visto agravados en los últimos meses como consecuencia de las obras del Teatro Cervantes, según explicaba este miércoles el concejal del área, Miguel Merino. Una circunstancia que ha llevado a buscar una sede alternativa para una parte de los trabajadores, los que se ocupan de cuestiones técnicas, mientras que el resto seguirá en la ubicación habitual, ya que la zona de atención al público no está afectada, salvo los baños, que sí se cierran desde hace unos meses con relativa frecuencia por las mismas causas.
Merino matizó que ya el año pasado se solucionaron humedades procedentes de la cubierta, "pero hay otro tipo de humedades históricas", matizó, en los sótanos y semisótanos, que afectan a zonas de almacenaje y baños de los trabajadores, así como en menor medida a los baños públicos. Recordó en ese sentido que el mismo local que hoy ocupa el CRV fue antes sede bancaria, y que lo que era la cámara acorazada sigue siendo una estancia que no se puede usar por tal motivo. "Son unas humedades estructurales y de la escorrentía natural que tiene la ciudad antigua, agravadas especialmente desde las obras del Teatro Cervantes", dijo, debido a la retirada de tierra que antes podía absorber el agua que ahora sí llega hasta estas dependencias.
También hay humedades en el semisótano, donde están los baños de los trabajadores, que además registran altas concentraciones de monóxido de carbono. "Las mediciones que se han realizado por Quirón Prevención manifiestan que no hay concentraciones de monóxido de carbono relativas a la humedad en las dependencias donde se desempeñan los trabajos, si bien sí se presentan picos de concentración de monóxido precisamente en la cámara acorazada, que no se usa, y en el semisótano donde están los baños de los trabajadores, que sí que existe una ventilación no mecánica y que es verdad que se ha visto agravada esa situación durante los últimos meses", expuso el concejal, quien, sin embargo, restó importancia a esta última cuestión. "No sé cuánto tiempo pasan ustedes en el baño, un tiempo relativamente corto. Por tanto, en principio no ocasiona ninguna incidencia ni alarma sobre ellos mismos (los trabajadores)", respondió tras ser repreguntado por la prensa.
En cualquier caso, "para evitar cualquier inconveniente", la Empresa Municipal de Turismo está buscando una sede alternativa para los "nueve o diez" trabajadores del área técnica que se podrían trasladar de forma temporal, pero indefinida. Al menos hasta que se termine de tramitar la modificación del proyecto de rehabilitación del Teatro Cervantes, cuyas obras se pararon precisamente en diciembre, entre otros motivos, por las fuertes vibraciones que causaban en distintos locales de la Calle Real.
La ubicación alternativa que se baraja en primer lugar es el inmueble que tiene la Comunidad de Ciudad y Tierra en la calle Teniente Ochoa (San Millán), el de la Casa de la Tierra, aunque se han valorado "otras tres más".