El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no mira atrás ni para coger impulso, con las consecuencias que una actitud como esta pueda tener. Y así está actuando con la polémica de la ley del solo sí es sí en la que no reconoce errores ni problemas en su ejecución a pesar de las revisiones a la baja de más de las penas de al menos una docena de condenados por delitos sexuales y la excarcelación de cinco. De este modo, ayer reivindicó la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual como instrumento para que «nunca más una víctima sea cuestionada».

En su intervención durante la apertura del XXII Congreso de la Internacional Socialista de Mujeres en la sede del partido en Ferraz, el presidente argumentó que el marco normativo tiene como principal objetivo reforzar la libertad de las mujeres frente a las agresiones. También indicó que esta es la finalidad de la política feminista del Gobierno, que sigue un largo recorrido seguido «por todas las mujeres de la sociedad civil».

Para quien no tuvo mención alguna el presidente fue para su compañera en el Gobierno e impulsora de esta polémica medida, la ministra de Igualdad, Irene Montero. La política de Unidas Podemos ha hecho una ácida crítica de los jueces, a quienes acusó de machistas por cumplir con las directrices de la norma diseñada por su equipo sembrando una importante polémica, pero Sánchez no entró en este tema.

El socialista centró su discurso en la igualdad entre mujeres y hombres poniendo como ejemplo a su propio Gabinete, en el que hay un 60 por ciento de ministras. Entre ellas sí mencionó a las tres vicepresidentas, Nadia Calviño, Teresa Ribera y hasta a Yolanda Díaz, y también a la responsable de Hacienda, María Jesús Montero, pero no a la titular del área sobre la que iba su alocución.

También se puso de perfil tras un largo silencio la ministra de Justicia, Pilar Llop. Ni una palabra se ha escuchado de su boca en los últimos días sobre esta ley, ya que ha estado convaleciente por la COVID-19, pero ayer también rehusó aclarar si fue su departamento, como denunció Podemos, quien se encargó de establecer la horquilla de penas del solo sí es sí.

«Yo no estaba en el Consejo de Ministros, pero es evidente que comparto que se trata de una buena ley», apuntó.

No obstante, asumió que se ha generado un «debate», que calificó de «estrictamente jurídico», sobre «la cuestión de la aplicación de las penas» por la revisión de sentencias, ante lo cual quiso mandar «un mensaje de calma y tranquilidad» a las víctimas. En cuanto a las críticas lanzadas desde Unidas Podemos a la judicatura, quiso «reconocer el esfuerzo de los cientos de jueces».

«Tenemos 106 juzgados exclusivos y 355 compatibles en toda España en materia de violencia sobre la mujer que trabajan diariamente, que se dejan la piel por la protección y la seguridad de las mujeres, así que poner en valor la labor de los jueces, de los funcionarios de la administración de justicia, fiscales, abogados y procuradores especializados», recalcó.

Las voces críticas tanto con la ley como con Montero llegaron de nuevo desde la oposición. Una de ellas fue la del presidente de Galicia, Alfonso Rueda, que cargó contra la titular de Igualdad y espetó que «no es lo mismo tuitear que hacer leyes» y recalcó que la responsabilidad de que se rebajen las penas con esta norma corresponde a todo el Gobierno y en última instancia a Sánchez, que tiene la capacidad de nombrar o cesar ministros.

«Y eso es que no se dan cuenta de que no es lo mismo tuitear que hacer leyes, y esto va a tener unos efectos un poco más complicados», avisó Rueda, que cargó también contra «la soberbia» de Montero por «descalificar» a la Justicia.