Mujeres que lideran el agua

SPC
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El sector del agua es un ejemplo de integración de la mujer en el mundo laboral. Empresas como Aquona tienen una elevada presencia femenina en puestos de responsabilidad

De izquierda a derecha, las empleadas de Aquona que simbolizan la incorporación de talento femenino: Silvia Álvarez, Laura de Vega y Consuelo de Juana.

Las mujeres han ganado responsabilidad, desempeño y visibilidad en los últimos tiempos en el sector del ciclo integral del agua. Hace décadas, estas tareas estaban ligadas al trabajo físico sobre el terreno y eran percibidas como oficios «masculinos», pero ahora es un campo donde el talento femenino encuentra cabida en puestos de alto valor.

La gestión del agua se ha transformado en un ámbito muy tecnológico y demanda perfiles de lo que se llama disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en inglés) y hay muchas mujeres profesionales que trabajan cada día para garantizar el abastecimiento y la depuración del agua en la región.

A este cambio ha contribuido también el compromiso de empresas como Aquona, que da servicio a 1,1 millones de habitantes en 130 municipios de Castilla y León y Castilla-La Mancha, y que en 2020-2021 contaba con un 37% de mujeres en puestos de liderazgo. La empresa está reconocida con el distintivo 'Optima Castilla y León' que premia la igualdad de género en el ámbito laboral.

Ejemplos de liderazgo

Con motivo del 8-M conocemos la historia de tres empleadas de Aquona, que simbolizan la incorporación del talento femenino a la gestión del agua y los recursos en la región.

En la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Palencia, trabaja como jefa de operaciones Consuelo de Juana, de 51 años, licenciada en Ciencias Químicas en Valladolid, y que lleva toda su vida profesional vinculada a la empresa. La EDAR de Palencia es una planta avanzada, «una ecofactoría», que ha implantado «mejoras de autoabastecimiento energético, reutilización de recursos y donde se llevan a cabo proyectos de dimensión europea orientados a mejorar la calidad del vertido o vinculados a la economía circular como Ecoval», explica. La ingeniera reconoce que ha visto cambiar el mundo a su alrededor: «Cuando empecé a trabajar, en los años 90, el país estaba en la fase de crear instalaciones, de modo que el ambiente era muy del ámbito de la construcción y masculino; ahora es raro que me siente en una mesa donde no haya un gran número de mujeres profesionales». «Estoy contenta de haberme podido dedicar a esto y además en la ciudad en donde vivo», añade.

Al frente de la dirección de Sostenibilidad y Transformación en Aquona está Laura de Vega. Nacida en Valladolid, hace 46 años, estudió Ciencias Químicas. En su opinión, el nuevo panorama económico y social es un punto de inflexión. «Tenemos grandes retos por delante y también grandes oportunidades como los Fondos NextGen europeos o el Perte para digitalizar el sector del agua. Es un momento único y una gran oportunidad de seguir creando valor para la sociedad y para Castilla y León», afirma.

Para Laura de Vega, las empresas deben tener un papel clave incorporando a sus estrategias criterios ambientales, sociales y de gobernanza además de los económicos. «En este ámbito, la digitalización es un elemento indispensable que permite implementar estrategias adaptadas al entorno y que aportan valor a la sociedad», añade.

Silvia Álvarez Pérez, ingeniera industrial de 50 años que inició su carrera en Aquona hace 25, nada más terminar su formación en la Universidad de León, ciudad en la que trabaja, es otros de los ejemplos de esta transformación. Actualmente se encarga del abastecimiento de agua potable a los ayuntamientos de Villaquilambre y Santovenia de la Valdoncina, en el alfoz de León. «Nuestros sistemas están telecontrolados y monitorizados segundo a segundo, lo que permite conocer en tiempo real todos los parámetros, desde la calidad del agua o cualquier incidencia», explica. Todo ello redunda en un mejor servicio y un uso excelente del recurso hídrico gracias a la tecnología.

«Para mí es una gran responsabilidad y un orgullo», dice la ingeniera. «Lo que gestiono es un servicio vital para la gente. Es un trabajo continuo 24/7 los 365 días del año. Y logramos hacerlo sin incidencias, cumpliendo con las más estrictas normas de calidad». En su opinión, el modelo de colaboración entre ayuntamiento y empresa es una relación en la que todos ganan y que beneficia a la calidad del servicio y la sociedad.

Para Silvia Pérez, lograr que más mujeres se incorporen a las vocaciones STEM es algo «que debe iniciarse desde la infancia, promoviendo un ambiente que oriente a las niñas hacia carreras de ciencias, poniendo ejemplos de mujeres que ya estén en este mundo laboral». La apoya Consuelo de Juana: «Yo tuve la suerte, cuando estaba en el instituto, de que hubiera una profesora de Química que me supo incentivar», afirma.

Vocaciones STEM

Una de las preocupaciones en Aquona es fomentar el desarrollo de las vocaciones STEM entre las niñas y jóvenes, porque los datos señalan que se puede mejorar. El último informe de la Fundación CYD, indica que las mujeres representan en nuestro país el 36% del alumnado en las titulaciones STEM, cuando en Europa son el 56%. Para promover la integración femenina, Aquona participa junto a la Fundación Aquae en el programa Aquae STEM en colegios de Primaria de ciudades como Palencia o Zamora y está adherida a la Alianza STEM del Ministerio de Educación, explica Laura de Vega. Una alianza que aboga por algo que en la empresa donde trabaja forma parte ya del día a día.

«Mi trayectoria profesional ha sido mayoritariamente en Aquona y siempre encontré reconocimiento y crecimiento. Entiendo que para que esto sea posible hay una suma de cultura corporativa más las personas que encuentres en el camino y para mí siempre ha sido muy positivo», afirma la directora de Sostenibilidad y Transformación.

Por su parte, Silvia Álvarez, detalla su experiencia de este modo: «Llevo 25 años en Aquona y tengo que decir que en mi mundo laboral no he sentido discriminación por ser mujer, nunca. Para mí, después de 25 años, esta empresa es chapó».