Fernando Llorente (Segovia, 18 de septiembre de 1990) estará muy pendiente este domingo del partido que disputan, a partir de las cinco de la tarde, su exequipo y el de su ciudad. El Salamanca CF UDS y la Gimnástica Segoviana se miden con el objetivo de afianzarse en la parte alta de la tabla y con Llorente sobrevolando a ambos. Esta temporada juega en el San Sebastián de los Reyes, en Primera RFEF, pero su figura está muy presente tanto en el Salamanca como en la Segoviana.

¿Cómo está?

Pues me he venido a vivir a Segovia y estoy yendo y viniendo a Madrid. Llevaba desde que tenía 15 años sin vivir en Segovia y este año se ha dado la oportunidad de volver. Echas de menos un poco estar en casa así que estoy muy contento.

¿Qué recuerdos guarda de cuando empezaba?

Esos años fueron muy bonitos, aunque fue difícil salir de casa porque era un poco pronto quizás. Pero tengo unos recuerdos muy bonitos porque veía la cantera del Atlético de Madrid como algo inalcanzable. Antes estuve en el Rayo Majadahonda, que fue un poco más complicado.

Le tenían que llevar sus padres.

Sí, íba tres días a entrenar y otro al partido. Fue un poco costoso, pero ese año mereció la pena la verdad. Ahí me vio el Atleti y me fui allí.

¿En aquel momento disfrutaba más del fútbol que ahora?

Disfrutar es relativo. Te lo tomabas de otra manera, eso sí. En cadetes la exigencia ya era muy grande, pero no es como ahora que te dedicas a ello al cien por cien y es tu profesión las 24 horas. Era un chaval y le ponía mucha ilusión.

¿Cómo vive usted esa exigencia?

Al final es lo que has mamado y lo que llevas viviendo tantos años. Llevas muchos años compitiendo cada fin de semana, compitiendo cada entrenamiento con tus compañeros y es una cosa ya innata. No es algo para lo que tengas que prepararte porque te sale solo. Sí que es verdad que el aspecto mental es muy importante y que no te puedes relajar en ningún momento, pero ya estás acostumbrado.

¿Percibe esa madurez que da el paso de los años?

Sí, totalmente. Maduras como persona y como jugador dentro y fuera del campo. Como cualquiera. Vas teniendo muchas experiencias y vivencias diferentes y eso te hace cambiar. Han pasado quince años así que imagínese. He vivido en muchos sitios, en otros países… Cambia todo. Conoces diferentes formas de jugar, diferentes entrenadores, diferentes compañeros, diferentes sistemas. Hay una cosa que se dice mucho en el mundo del fútbol y es que si hubiera tenido con 20 años la experiencia que tengo ahora hubiera llegado a Primera. Otro gallo hubiera cantado.

¿Cambiaría algo de su carrera?

No me he parado a pensarlo nunca. Es verdad que tienes que tomar muchas decisiones y que eso es complicado. Cada año tienes que tomar la decisión de irte a un sitio o a otro, pero creo que no ganas nada parándote a pensar estas cosas.

Ahora además ha sido padre.

Sí, hace cinco meses. Pero como para cualquier persona es algo totalmente nuevo y una experiencia inigualable que no se puede comparar con nada.

Acaba de cumplir 31 años. ¿Empieza a pensar en el futuro?

Lo pienso igual que cuando tenía 18 años y me decían que no dejara de estudiar, que el fútbol se acaba muy pronto. Y sí lo piensas, pero tampoco le das más vueltas. Con los métodos de entrenamiento que hay y lo que se cuida la gente, se alargan mucho más las carreras. Afortunadamente esta vida es un pelín más larga y ya habrá tiempo de planteárnoslo más seriamente.

¿Cuáles son sus ilusiones en el fútbol ahora mismo?

De momento tengo que mirar a corto plazo y que esta temporada vaya bien. El fútbol ha cambiado mucho esta temporada de Segunda División para abajo y ha aumentado la competitividad de todas las ligas. En Primera RFEF hay muy buenos equipos y nosotros estamos en una situación muy buena. Yo creo que tenemos que pensar a corto plazo, pero podemos disfrutar mucho de esta temporada.

Este pasado verano se habló de que había tenido conversaciones con la Gimnástica Segoviana. ¿Jugar en la Segoviana es un objetivo que tiene marcado?

Al ser de Segovia piensas en jugar en el club de tu ciudad. Además nunca he jugado en la Segoviana. Mis dos hermanos sí pero yo no. Si tiene que llegar, llegará. Ahora mismo estoy en el Sanse muy contento con el año que estamos haciendo y ya veremos en el futuro si tiene cabida esa posibilidad.

Este sábado se miden su exequipo, el Salamanca CF UDS, y la Segoviana en El Helmántico.
Sí, lo sé. Sigo tanto a la Segoviana como al Salamanca y sé que juegan el domingo a las cinco en El Helmántico. Son dos equipos que vienen de ganar la pasada jornada y que pueden aspirar a cotas bastante altas en la categoría. Va a ser una buena toma de contacto para ambos, aunque sí que es verdad que El Helmántico es un estadio que ayuda mucho al equipo local. La gente va a empujar al Salamanca y la Sego tiene que estar preparado para eso, aunque es uno de los campos más complicados de la categoría. El que saque los tres puntos va a salir muy reforzado.

¿Qué le parece el debate entre el fútbol popular y el fútbol negocio?

No tengo una opinión muy formada al respecto. Hay casos en los que la experiencia ha sido muy mala y se ha priorizado el negocio por encima de cualquier otra circunstancia. Pero por otro lado también pienso que el fútbol hay que saber rentabilizarlo para que las cuentas cuadren. Es una de cal y una de arena. Es un debate que ahora mismo está muy presente y veremos lo que depara el futuro, pero se pueden dar muchas situaciones.

¿A usted le gustaría continuar vinculado al fútbol una vez que se retire?

Es lo que he mamado y me haría mucha ilusión, aunque es un mundo en el que la competencia es máxima y la preparación cada vez es mayor tanto a nivel de cuerpos técnicos como de gestión deportiva. Pero sería algo muy bonito.

¿Y de qué se ve más? ¿De entrenador o en los despachos?

No sabría decir. Me estoy sacando los cursos de entrenador, pero también me gustan los despachos y la gestión deportiva por la carrera que he estudiado. Es algo que siempre he tenido muy presente, tengo excompañeros que lo han probado y podría estar bien.