Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1) llega como líder del campeonato al Gran Premio de Francia de MotoGP que este fin de semana se disputa en el circuito de Le Mans, en donde tendrá que sacar adelante muchos de los deberes pendientes.
El galo ya sabe lo que es ganar, pues lo hizo con cierta claridad en Portimao (Portugal), pero apenas acumula siete puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, Aleix Esparargaró y su Aprilia RS-GP, auténticos protagonistas de este inicio de campaña por el gran rendimiento exhibido.
El piloto continúa sin tener en la Yamaha YZR M 1 a su mejor «compañera de viaje», aunque todo apunta a que en las citas de Francia y en 15 días de Mugello (Italia), podría recibir nuevas evoluciones del fabricante de Iwata, que está haciendo todo lo posible para convencer a su campeón de que firme cuanto antes la renovación de su contrato.
El único objetivo de Quartararo es tener las armas necesarias para ser competitivo, la principal razón para presionar a Yamaha, que tiene en el vigente campeón del mundo a su único y principal defensor, pues ni Franco Morbidelli, desde el equipo oficial, ni Darryn Binder y Andrea Dovizioso, desde la escuadra satélite, están rindiendo al nivel que de ellos se esperaba, aunque en el caso del africano cuenta con el beneficio de ser debutante en la categoría, lo que le concede ciertos «favores».
Aleix Espargaró continúa firme y regularmente entre los más rápidos de MotoGP con la Aprilia RS-GP, lo que deja claro que tanto el fabricante de Noale como el de Granollers han llegado a la élite y lo han hecho para quedarse, si bien no se puede decir lo mismo de su compañero de equipo, Maverick Viñales, quien no termina de sentirse cómodo sobre la moto.
Frente a Fabio Quartararo y en «su casa», se espera que esté cada vez más cerca y más competitivo Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V), quien va dando pasos cortos pero seguidos en busca de su mejor rendimiento y también de una evolución más efectiva, ya que de momento no se encuentra del todo cómodo.
Su compañero de equipo, Pol Espargaró, lo tiene algo más complicado y, salvo el podio en la carrera inaugural de Qatar, no termina de sacar el rendimiento a su Repsol Honda RC 213 V, lo que le tiene en el 'disparadero' (existen rumores de que podrían haberle comunicado que no cuentan con él a partir de 2023) en lo que a la renovación se refiere y más aún cuando a los pilotos de Suzuki, Joan Mir y Álex Rins, ya les ha comunicado el fabricante de Hamamatsu, que se retira de la competición al final de la temporada.
Por ese motivo, han sonado todas las alarmas en el resto de estructuras puesto que el campeón del mundo Joan Mir es uno de los pilotos más deseados del campeonato y Álex Rins tampoco es un rival como para despreciar.
Tanto Mir como Rins protagonizan un inicio de campeonato en constante crecimiento, con el segundo de ellos en la cuarta posición y el primero en la sexta. A ambos les falta refrendar ese comportamiento con una victoria.
Un ojo en Ducati
Como a Márquez, Quartararo tendrá que vigilar de cerca a los pilotos de Ducati puesto que Pecco Bagnaia llega con las ínfulas de su triunfo en el Ángel Nieto de Jerez y Jack Miller, que en España fue quinto, mantiene una línea muy regular, sin olvidar a Enea Bastianini.
El italiano, en la escudería satélite Gresini, suma ya dos triunfos en lo que va de temporada y es tercero en el Mundial, motivo por el que los directivos de Ducati ya han puesto su mirada en él gracias a los resultados conseguidos al manillar del prototipo de la pasada temporada, la GP21.
Los corredores de KTM, Brad Binder y Miguel Oliveira son otros que necesitan dar un paso adelante para situarse donde el fabricante austríaco espera.
Jorge Martín (Ducati Desmosedici GP22) es otro de los que ha comenzado con fuerza el año, al igual que su compañero, Johann Zarco, que tiene en Le Mans a uno de sus escenarios favoritos.