Un gran corazón para ayudar

Patricia Martín
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'Los diez lugares' de Natalia Fernández, delegada de la Fundación Anar.

En el atrio de la iglesia de San Millán. - Foto: Rosa Blanco

Natalia Fernández Borregón (Segovia, 1966) vivió en Madrid mientras estudiaba Psicología por la UVA, y unos años en Valencia. Tienen formación en Psicología Clínica y Formación especializada en educativa y drogodependencias. Entre sus retos y profesionales se encuentra la implantación en Segovia y el arranque del Departamento de Psicología y puesta en marcha de programas de  prevención intervención  y atención al paciente y sus familias de AECC en Segovia (1995) y el inicio y apertura de la sede de la Fundación Anar en 2003 (Segovia), de la que sigue siendo su delegada. Trabajó como psicóloga en el Centro Penitenciario, en colegios o cursos para profesionales.

1. Restaurante Ingenio Chico. Es un sitio especial por el lugar en el que está ubicado, en la Real Casa de la Moneda, además de ofrecer una buen carta gastronómica, un comedor acogedor y agradable y un buen servicio, aunque, en su opinión, lo más destacable y especial es su terraza a la orilla del río Eresma y es muy recomendable para desconectar, disfrutar del paisaje, leer a la vez que disfrutas de un café y descansar después de un largo paseo.

2. Mercados del Marquesado, en el Colegio de Arquitectos. Le gusta el Mercado del Marquesado, que se celebra en diferentes momentos del año, así como la tienda en la propia sede del Colegio de Arquitectos, en el número 5 de la calle Marqués del Arco, por los puesto de elementos de artesanía seleccionados que ofrecen variedad, belleza, colorido y arte tanto a visitantes como a locales, en el palacio del siglo XVI donde se aloja, en la galería, el patio, el jardín y las habitaciones de la primaria planta que también se pueden ver obras expuestas. La Clé. La tienda de regalos que hay a la entrada, sigue ésta misma línea y que esté abierta con horario de comercio habitual, tiene mucho encanto. 

3. Acueducto. Resumen en dos palabras: emblemático e impresionante. Se puede decir que es «la referencia», porque alrededor de él ha transcurrido su vida. Vivió su infancia a los pies del monumento romano, en la antigua calle Ruiz de Alda hoy Emperador Teodosio; por sus arcos ha cruzado a lo largo de los años, para ir al colegio, jugar, reunirse con las amigas. 

4. San Millán y Santa Eulalia. Los barrios de su infancia, y adolescencia y también de su presente, donde vive y trabaja. Tiene la suerte de contemplar a diario desde las ventanas del despacho, uno de los templos románicos más majestuosos de Segovia, la iglesia se San Millán. De Santa Eulalia, le gusta el ajetreo de la calle José Zorrilla, llena de vida, donde los niños y niñas juegan en su plaza mientras los mayores comparten charla a la vez que les vigilan. 

5. El recorrido de la Hontanilla, la Fuencisla y la Alameda del Parral. Un pulmón lleno de riqueza por su fauna y flora, que además atesora unas vistas impresionantes de nuestro Alcázar. Un excelente sendero para recorrer paseando, hacer deporte o jugar en familia. Un itinerario que recorre a menudo, en el que además, en este camino nunca falta gente conocida con la que pararse para charlar un rato.

6. La terraza de Santa Columba y la plaza Oriental. Una mirada al pasado de estos dos espacios.Lugares para jugar en la calle, a los que bajaban con los patines, con las bicicletas, la pelota o la cuerda de saltar. 

7. El Teatro Juan Bravo. Un teatro «muy de todos, abierto a toda la ciudad». Con la programación destinada a distintos públicos, también pensando en los más pequeños, y con las distintas artes escénicas: música, teatro, festivales …, con el plus de que colabora solidariamente con distintas ONGs en todas su temporadas. La casa de la lectura, antigua biblioteca, una buena recuperación de un magnifico espacio, con programación abierta y muy especial para niños y niñas. 

8. La Sierra de Guadarrama. Desde Valsaín con su pradera, el río, los bosques de pinos, los múltiples senderos que te llevan a descubrir la belleza de la naturaleza, donde el tiempo y las obligaciones parece que se detienen y lo sensorial es lo que importa. Sentir el aire fresco o gélido en invierno, el sonido del agua, la belleza de nuestro cielo azul en contraste con los distintas tonalidades dependiendo de la estación y un respirar limpio y pausado.

9. La Granja. A un paso de Segovia, casi una extensión de la ciudad pero con la paz que otorga la montaña. Te ofrece distintas posibilidades de admirarla y disfrutar: dar un paseo por los jardines del PalacioReal, tomar un café, asistir a un espectáculo en verano de ‘Las Noches Mágicas’ o contemplarla con un manto blanco toda cubierta después de una buena nevada.

10. El Jardín del Rey. Regresamos hasta el Real Ingenio para recomendar un rinconcito muy especial dentro del conjunto de La Casa de la Moneda, donde se puede disfrutar de unos buenos conciertos en el verano y, a la vez, deleitarse con las increíbles vistas del atardecer con la fortaleza segoviana al fondo.