El Ayuntamiento de Segovia inició hoy los trabajos para la consolidación de la Torre 86 y su lienzo contiguo de la muralla. Es la primera torre desde la Puerta de San Andrés o Arco del Socorro hacia el valle del Clamores, en el lado sur. La obra se prolongará durante dos meses y su ejecución asciende a 39.446 euros. Los trabajos fueron adjudicados a la empresa Julio Barbero Moreno, S.L., empresa especializada en trabajos de restauración y conservación de bienes culturales.
La actuación se enmarca en el conjunto de intervenciones que el Ayuntamiento de Segovia lleva desarrollando en la muralla para su conservación durante los últimos años, y que están completando, poco a poco, la restauración de toda la fortificación urbana de la ciudad. En junio, se solicitó una subvención al Ministerio de Cultura y Deporte en la convocatoria Ayudas para proyectos de conservación, protección y difusión de bienes declarados Patrimonio Mundial. El Ministerio resolvió un importe de 27.511,43 euros, que supone el 67,5 por ciento del total solicitado.
La Torre 86 tiene forma rectangular y una altura aproximada de 12,20 metros y el lienzo situado junto a la Torre, unos nueve metros. El paso del tiempo junto con la suma de agentes y otros factores como la erosión natural de los propios materiales, han provocado el envejecimiento y desgaste de la piedra, la pérdida de material en las juntas y su erosión.
Además, existe en la Torre y el lienzo un vierte aguas cerámico, no ejecutado correctamente, que hace que el agua de lluvia y escorrentías generen el ennegrecimiento irregular de la piedra. Por último, también hay que tener en cuenta los efectos de pequeños actos vandálicos como grafitis o pintadas.
El proyecto propone, entre otras actuaciones, retirar la capa vegetal que brota en la base de la muralla; eliminar la pintura de la zona inferior de la Torre; picar y eliminar las juntas de mortero en mal estado de forma manual; reponer las zonas puntuales donde se hayan perdido mampuestos; limpiar, consolidar y reintegrar sillares para recuperar volúmenes y formas arquitectónicas; reparar las salidas de agua; y rejuntar con mortero de cal y arena con color y textura apropiados para integrarse adecuadamente en el conjunto. La actuación no sólo abarca las obras sino también el seguimiento arqueológico y los trabajos de coordinación de seguridad y salud.
Este tipo de acciones son vitales para la restauración y mantenimiento de la muralla, y garantizan su conservación, dado el tamaño amplísimo y la necesidad constante de intervención que tiene este Bien Cultural.