Segovia duplica su récord anual de mortalidad por temperaturas

D. A.
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Sólo las 22 defunciones que el Instituto de Salud Carlos III atribuye al calor de julio ya superan el máximo de 15 alcanzado en 2021, entonces con seis en invierno · En total van 33 este año, tras sumar tres en agosto

Segovia duplica su récord anual de mortalidad por temperaturas

Nunca se había registrado una estimación oficial de tantas muertes atribuibles a la temperatura como en el pasado julio. Ni en un mes de invierno por frío, ni de verano por calor. En Segovia se calcula que hubo 22 por tal causa, y hasta 2.223 en el conjunto de España, según revela el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) que elabora el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Ya se apuntaban cifras semejantes cuando terminaba aquel mes, tal y como informó entonces El Día, aunque estaba por verse qué sucedía en semanas posteriores por las habituales demoras administrativas en la notificación y registro de datos, que en esta ocasión han elevado el exceso de mortalidad general, pero sin mover de 22 los decesos atribuibles en concreto al calor. Unas cifras que, en proporción, sobrepasan las de cualquier otro país de Europa, tal y como evidencia a su vez el EuroMomo, a cargo de un instituto danés que trabaja con el soporte del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A las olas de calor que se sucedían el mes pasado se sumó además la pandemia para elevar el exceso de muertes de julio a un total de 64 en la provincia, 11 por encima del dato provisional que reflejaba el MoMo al final de ese mes, por las que se produjeron entonces pero no se notificaron hasta bien entrado agosto. El peor balance de exceso de mortalidad por cualquier motivo en comparación con esas mismas fechas de cualquier otro año de la serie estadística del ISCIII, que se remonta a 2015. Fallecimientos inesperados, imposibles de prever aplicando la lógica de la serie estadística de la última década, que es la principal referencia del MoMo para identificar episodios anómalos de defunciones.

Porque el de este año fue el julio con más mortalidad de Segovia desde que hay registros, con un total de 206 fallecidos cuando la previsión estadística era de 142, de ahí los citados 64 que no se esperaban, con el coronavirus detrás de la mayoría de decesos (coincide que el balance de mortalidad covid que elabora la Junta refleja justo 42), y con 22 atribuibles a la temperatura; más que por golpes de calor, fundamentalmente por patologías previas agravadas por el calor en pacientes vulnerables con edades avanzadas. De hecho, tal y como matiza a El Día el jefe del Servicio Territorial de Sanidad en Segovia,César Montarelo, en todo el mes de julio Sacyl sólo notificó un paciente fallecido «por causas achacables a temperaturas elevadas» y con certificado de defunción que así lo reflejara; en concreto un vecino de Madrid, el 2 de julio, por un golpe de calor en Santa María la Real de Nieva.

Un hombre se refresca en una fuente de la avenida del Acueducto.Un hombre se refresca en una fuente de la avenida del Acueducto. - Foto: Rosa Blanco

Volviendo a las estimaciones del Instituto de Salud Carlos III, cierto es que en ellas sí se refleja que fue mayor el exceso de mortalidad por cualquier causa en enero de 2021 (65 defunciones por encima de lo esperable, una más que el pasado julio), coincidiendo con la tercera ola de coronavirus; por supuesto, tampoco hay comparación con los primeros meses de pandemia, cuando se contabilizaron 416 y 360 en marzo y abril de 2020; y también fue peor el balance de enero de 2017 (69), así como el de los dos primeros meses de 2015 (65 y 75), reafirmando que el exceso de mortalidad suele producirse con más frecuencia en los meses fríos. Pero aun así, siempre según la serie estadística del ISCIII, sin que llegaran a declararse en ninguno de esos meses tantas defunciones «atribuibles a temperatura» como el pasado julio. Las 22 que estima el ISCIII, de hecho, suponen triplicar el peor balance de mortalidad de cualquier mes por esta causa en Segovia desde el inicio de la serie estadística de monitorización, ya que nunca se había pasado de siete. Se alcanzó justo esa cifra en agosto de 2021, en julio de 2019 y, sorprendentemente, también en junio de este año, mes en el que ya empezaron las olas de calor. 

Ni siquiera hay un balance de año completo con tanto exceso de mortalidad atribuible a temperatura como el acontecido en julio: el MoMo refleja un total de siete decesos por tal causa en 2015, siete en 2016, trece en 2017, nueve en 2018, ocho en 2019, siete en 2020 y quince en 2021, récord anual ya pulverizado con creces este año, que ya el pasado abril registró la primera muerte por temperatura en Segovia, otras 7 en junio, las 22 de julio y 3 más durante el recién terminado agosto, en el cual las temperaturas ya no fueron tan atípicas. Así van 33 en el cómputo este año, duplicando con desgraciada holgura el máximo estadístico de 2021 y aún a falta de ver qué sucede en lo que queda de 2022, si bien no es habitual que el último cuatrimestre deje fallecidos por este motivo, salvo dos que se registraron en septiembre de 2016.   
Las 22 muertes de julio por calor se concentraron además en tres semanas, con siete entre el lunes 11 y el domingo 17; once del 18 al 24; y cuatro del 25 al 31. Diez eran hombres, doce mujeres, y en cuanto al perfil de los fallecidos, prácticamente el mismo que por covid: personas vulnerables, generalmente de edades muy avanzadas y con patologías previas que se han podido descompensar o agravar. No en vano, 14 de las 22 víctimas del calor de julio tenían más de 85 años, cinco estaban entre los 75 y los 84; y tres entre los 65 y los 74, mientras que menores de 65 sólo figuran tres desde 2015: uno en 2022, otro en 2021 y otro en 2017.

Por otra parte, coincide además que julio ya apuntaba a ser especialmente trágico por la pandemia, hasta el punto de que el balance covid de la Junta referido a ese mes se saldó con 42 defunciones, el peor parcial desde febrero de 2021 y justo una cifra que, sumada a las 22 por calor, coincide que da las 64 reflejadas por el sistema de monitorización del ISCII, donde ya se eleva a 111 el exceso de mortalidad acumulado por cualquier causa en lo que va de año; muchas más que en 2021 (27), pero nada que ver con el trágico 2020 por la covid (843). 

Mínimas muy altas. «De todos modos, respecto al calor, el problema no está sólo en las temperaturas máximas de julio, sino en las mínimas tan altas que se registraron», subraya el jefe del Servicio de Sanidad de Segovia. «Es más peligroso no bajar de 25 grados por la noche que subir a 40 de día», incide, y aunque el nivel 3 de alerta por calor (el máximo) no se llegó a declarar en todo el mes, «hubo unos seis días con riesgo 2 y unos siete con 1».

En este contexto, como ya informó este periódico el 12 de agosto, Segovia batió en julio el récord de «noches tropicales» en un mes, tal y como se denomina a aquellas en que los termómetros no bajan de 20 grados: ocho seguidas entre el 11 y el 18, incluidas tres con 26, 26,7 y 27,4 grados, según la Agencia Estatal de Meteorología; y otras dos los días 21 y 24. Después ha venido un agosto menos extraordinario pero, después de sumar otros tres fallecidos durante este último mes, más los siete ya citados de junio, el que registró el MoMo en abril y por supuesto los 22 de julio, ya nada quita a 2022 el triste récord de ser ya el año con más mortalidad atribuible a las temperaturas.