No será fácil poner el coche a 50 kilómetros por hora en el casco urbano de Segovia a partir del próximo 11 de mayo, una vez entren en vigor los nuevos límites de velocidad, salvo que a uno no le importe exponerse a pagar multas de 300 euros con pérdida de dos puntos del carné. O más bien será demasiado sencillo pasarse si uno no está muy atento hasta el día en que consiga domar su inercia porque, de la controvertida «pacificación del tráfico» impulsada por el Gobierno, y ajustada por el Ayuntamiento al escenario más estricto, sólo está previsto que se libren Vía Roma, Ezequiel González, Conde Sepúlveda, la carretera de La Granja, el tramo de la carretera de Palazuelos que discurre por el término municipal… Resumiendo, las vías de dos carriles y las travesías, si bien la concejala de Seguridad, Raquel de Frutos, matizaba esta semana a El Día que, aunque ese sea el plan inicial, todavía no se descarta algún cambio puntual de última hora, a pesar de que no queda ni un mes para la aplicación definitiva de la norma aprobada hace ya medio año. Las nuevas señales, de hecho, «están encargadas».
La reforma de tráfico ya perfilaba el pasado otoño (cuando se publicó en el Boletín Oficial del Estado) la transformación del modelo de movilidad en toda España con medidas como la regulación del uso de los patinetes eléctricos por las calzadas (vigente desde enero); pero sobre todo, por los nuevos límites de velocidad que se aplicarían una vez pasados seis meses desde la publicación en BOE: a 30 km/h en vías urbanas de un carril por sentido e incluso a 20 en las «que dispongan de plataforma única de calzada y acera»; es decir, que tengan la parte del tráfico y la de los peatones a la misma altura.
Ese apartado del reglamento se presta a cierta ambigüedad por no distinguir de forma expresa entre las vías con «plataforma única» donde no se percibe a la vista la diferencia entre acera y calzada y las que sí tienen estas zonas separadas o marcadas por barreras físicas o tipos de pavimento, que suelen definirse como «de plataforma única de uso mixto» o «con tráfico segregado», pero el Ayuntamiento les va a dar el mismo tratamiento a unas y otras, lo cual efectivamente amplifica la revolución de tráfico que viene y que va a dar que hablar. No en vano, hay vías en las que el sentido común invita a ir despacio con independencia de los límites, ¿pero tanto?
Calle José Zorrilla. - Foto: Rosa BlancoTocará acostumbrarse porque la medida entra en vigor en pocas semanas, aunque la concejala de Seguridad, Raquel de Frutos, también aclara que cuentan con hacer seguimiento de los efectos de los cambios por si se perciben más problemas que soluciones en algún punto y se introduce alguna excepción. Asimismo el Real Decreto de la reforma recoge en su texto que los ayuntamientos, «excepcionalmente», podrían mantener en 50 km/h algunas vías llamadas a ser de 30; pero esa opción, de momento, también se ha decidido dejar para hipotéticas revisiones a posteriori.
De esta forma, según el planteamiento inicial, a 50 km/h solamente quedarán por tanto, aparte de las travesías, las vías con dos carriles por sentido y además sólo a medias, dado que la mayoría ya tiene actualmente uno de sus dos carriles (los de la derecha) limitados a 30, salvo Ezequiel González, Conde Sepúlveda, la carretera de La Granja o una parte del tramo alto de Padre Claret, que además los acabarán teniendo, según avanza la edil, si bien no hay plazos cerrados para la señalización de esos carriles derechos como «de presencia ciclista o 30».
TRAMOS A 20. Cierto es que Segovia ya tiene límite de 20 km/h en el casco histórico desde hace tiempo y ‘vías 30’ en Constitución, la carretera de San Rafael, Gerardo Diego, Vía Roma o la calle de las Nieves en San Lorenzo, pero ahora esos límites se generalizarán y, además, con consecuencias que quizá de primeras pudieran pasar desapercibidas, cuando saltaron los titulares de prensa en noviembre. El tramo bajo de Padre Claret, entre Soldado Español y la plaza de la Artillería, por ejemplo, será uno de los que vean rebajado el límite a 20, en lugar de 30 km/h, por tener la calzada a la altura de la acera. Lo mismo que José Zorrilla, que apenas 14 meses después de su sonado cambio de sentido (a tráfico de subida desde marzo de 2020), se topará con la limitación más drástica, la de 20 km/h, si bien ahí los pasos elevados y el tránsito de peatones ya invitan a ir con especial cuidado. Y también sucederá igual con calles como Muerte y Vida, Pintor Montalvo, San Valentín… Resumiendo de nuevo, a 20 km/h cualquier calle del casco urbano que tenga acera y calzada a la misma altura.
Avenida Padre Claret. - Foto: Rosa BlancoLos objetivos de la reforma están claros: reducir los accidentes y sus consecuencias, ya que el riesgo de muerte por atropello es cinco veces inferior a 30 a que a 50, según estudios reseñados en el Real Decreto que también valora De Frutos; rebajar la contaminación y, en general, pacificar la circulación para facilitar el creciente uso compartido de la vía por los coches con las bicis, patinetes eléctricos u otros vehículos de movilidad personal. Igual que también están claras las dificultades que van a tener muchos conductores para no pisar de más el acelerador y adaptarse a las nuevas circunstancias.
La concejala de Seguridad reconoce que «puede ser complicado al principio» y cita como ejemplo la calle Guadarrama por sus dimensiones, aun siendo de un carril por sentido. «Pero se trata de una vía con mucho tránsito», argumenta, y considera que tampoco conviene en este caso aplicarle la excepción de no rebajarla a 30 km/h por registrar más siniestralidad que la media, aunque los accidentes suelan ser «de chapa».
SANCIONES. De Frutos, consciente de las dificultades de «rodaje y adaptación» de los conductores, aclara que la Policía Local «no piensa ir a pillar desde el primer día, porque además el radar nunca busca recaudar, sino prevenir accidentes y ganar seguridad». No obstante, recuerda que la reducción general de los límites de velocidad, en la práctica, de forma indirecta va a suponer un endurecimiento del régimen sancionador por su consecuente reajuste. En vías limitadas a 20 km/h, por ir de 21 a 40 km/h la multa será de 100 euros, pero de 41 a 50 ya subirá a 300 más dos puntos del carné; o incluso a 600 y seis a partir de 71 km/h. Asimismo, en vías limitadas a 30 km/h, la multa de 100 euros sin pérdida de puntos será por ir de 31 a 50 km/h, así como 300 euros y dos puntos por ir de 51 a 60; 400 y cuatro de 71 a 80; 500 y seis de 81 a 90; y 600 a partir de 91.
Por otro lado, coincide además que el nuevo modelo de movilidad se podría ver potenciado en Segovia por la intención municipal de convertir en ‘vías de prioridad peatonal’ las calles del entorno del Acueducto, con límite de 20 km/h aunque tengan aceras independientes, pero a la espera desde hace años de que cobre forma y vigencia la modificación de la ordenanza de circulación. Y por supuesto, sigue sobre la mesa la conocida previsión (demorada desde hace más de una década) de prohibir el acceso de coches al casco histórico que no sean de residentes, carga y descarga, servicios públicos, clientes de hoteles u otras excepciones por concretar. Sin olvidar, por otro lado, el proyecto de carriles bici que se anunció para este mismo año (más de una década después de que se estrenara el discreto tramo de Padre Claret), con una partida ya consignada de 400.000 euros. Pero de momento lo que toca, a partir del 11 de mayo, es digerir y acostumbrarse a los nuevos límites genéricos de velocidad a 30 y 20 km/h.