La directora de Enfermería de Atención Primaria, Carmen Montero, es explícita a la hora de responder por la situación de la enfermería en su área: «Necesitamos enfermeras», aunque es consciente de que es más mediático el caso de los médicos, principalmente por la repercusión mediática de las protestas que se registran en Madrid, estos días. Por eso en la conversación con este periódico insiste en mostrar el agradecimiento hacia las profesionales a su cargo porque, a su juicio, «están dando el todo por el todo, muchas están haciendo más horas de las que deben porque no tenemos suficientes profesionales para cubrirlas, porque no hay, pero no porque no demos buenos contratos, igual que hay un déficit de médicos también de enfermeras».
El caso más evidente se registra en la Residencia Mixta de mayores, dependiente de la Gerencia de Servicios Sociales, donde el Sindicato de Enfermería Satse denunció que, la semana pasada, se habían registrado cuatro noches sin enfermera durante este mes de noviembre, además de informar que, la noche de este miércoles, se ha producido la misma situación, que se mantendrá hasta este viernes, de acuerdo con las previsiones del sindicato, según su responsable, Miriam Rubio, quien subraya que «las auxiliares se enteraron de que no iba a haber enfermera en la noche porque la dirección se lo puso en un folio».
Mientras desde la delegación Territorial de la Junta de Castilla yLeón se ha hecho hincapié en que se está produciendo una situación de «máxima dificultad» para la contratación de profesionales de enfermería para la residencia, tras ponerse en contacto con escuelas de enfermería y sindicatos, Rubio sostiene que sí existen profesionales, como lo demuestran los contratos que realiza para sus centros la Diputación Provincial o algunas residencias privadas, en verano, pero «no están dispuestos a trabajar en las condiciones laborales que plantea la Gerencia, es urgente que las modifique».
Satse pide que exista equiparación económica entre la enfermería de Servicios Sociales y la de Sacyl, así como las puntuaciones por tiempo trabajado, dado que ambas dependen del Gobierno autonómico, y que aumente el complemento por trabajar de noche [actualmente un euro por hora].
Satse también ha mostrado su preocupación por el hecho de que que el incremento de unidades de convalecencia sociosanitaria en los centros de servicios sociales de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades vaya a llevar aparejado también un incremento del número de enfermeras y enfermeros en estos centros, cuando no hay para las residencias. En Segovia serán 10 camas más destinadas a pacientes con patologías agudas o complicaciones de procesos crónicos y, por tanto, necesitados de cuidados de profesionales cualificados, que ahora no se encuentran ni para las residencias.
Para la presidenta del Colegio de Enfermería, María José Uñón, «si lo que queremos es prestar unos cuidados de calidad, se necesita que haya un número adecuado de enfermeras o enfermeros en todos los centros, no tanto en atención hospitalaria y primaria, como en residencias sociosanitarias, y para eso deben cuidarse las condiciones de trabajo, si se oferta un buen contrato es más fácil que el profesional se quede». Miriam Rubio es más gráfica. «en ocasiones ha habido enfermeras que han durado un día [en la Residencia Mixta], una vez que han visto el panorama han salido huyendo, es lamentable, ya no solo no les importa en qué condiciones trabajan enfermeras y enfermeros sino cómo se presta asistencia a nuestros mayores».
En la atención especializada en el Complejo Hospitalario, su directora de enfermería, Esther García Gil, asegura que «la plantilla estructural está cubierta [sin variar desde 2016], ahora esperamos la consolidación de unas plazas [de contratados] para poder rebajar la ratio de enfermera por paciente y afianzar los cuidados y la seguridad de los ingresados». La bolsa de contratación actualmente esta vacía.
García Gil reconoce que mientras que ahora hay 12 pacientes por enfermera durante el día y 16 por la noche, lo aconsejable son entre seis y ocho, aunque eso solo lo cumplen algunos. Asimismo entiende que «en el hospital son pacientes con una gran demanda de cuidados y además de seguridad porque son muy mayores, es preciso estar mucho más encima de ellos, a sus problemas de salud hay que añadir los de movilidad».
En atención primaria, donde tanto la gerencia de Segovia como los servicios centrales de Sacyl están realizando esfuerzos para solucionarlo, según Montero, también se intentan consolidar las plazas que ahora están fuera de plantilla. Explica que hay un déficit de 54 enfermeras, de las cuales se necesitarían 13, porque 41 están trabajando contratadas, aunque es pesimista por la falta de profesionales de enfermería en el paro.
Con un total de 917 profesionales de alta en el Colegio de Enfermería de Segovia, su presidenta asegura que la cifra «ha ido subiendo progresivamente, pero tampoco hemos tenido un auge elevadísimo», aunque también puede haber quien esté colegiado en otra provincia». Como Miriam Rubio, Uñón opina que la Facultad de Enfermería, una antigua reivindicación colegial, se puede ir paliando el problema del déficit de profesionales, ya que «si hay enfermeras segovianas que cursan el grado, es más fácil que se queden». Asimismo apuesta porque se garantice la consolidación en el empleo.
Rubio pide que se cuiden detalles como el pago del kilometraje en atención primaria, que ha subido un 70%, porque se realizan desplazamientos con coches particulares, a veces de más de 60 kilómetros.