Segovia, como el resto de España, avanza hacia la gripalización de la covid, tras declararse el fin de la fase aguda de pandemia, mientras las tasas de incidencia de contagios vuelven a escalar en plena Semana Santa, con lo que eso supone de riesgo de más repuntes en días posteriores. Amenazan también nuevas variantes confirmadas hace sólo unos días por la Organización Mundial de la Salud; sobre todo la denominada Xe, más contagiosa incluso que ómicron, aunque no más letal. En España todavía no se ha detectado, si bien los precedentes con otras variantes no invitan a la relajación.
Aun así se mantiene la previsión de aprobar el próximo martes la supresión de la obligación de llevar mascarilla en interiores (salvo en el transporte y centros sociosanitarios), en lo que constituye un nuevo hito en la estrategia que empezó a aplicarse a nivel nacional el 28 de marzo. Un «cambio de aproximación a la vigilancia y control de la covid-19» que conlleva «aceptar un cierto nivel de transmisión en poblaciones vacunadas y jóvenes en las que la infección tiene un impacto menor en términos de gravedad», tal y como se recoge en el documento que rige la nueva estrategia.
Entretanto, dentro de esta fase en la que ya ni se hace seguimiento a la evolución de la incidencia de contagios entre menores de 60 años, lo cierto es que Segovia ha visto cómo la tasa acumulada en 7 días entre su población de 60 o más se duplicaba en una semana. La última actualización publicada por la Junta, la del pasado martes 12 de abril, situaba la IA7 de la provincia en 232 casos por cada 100.000 habitantes, concretamente, cuando el día 5 era de 116. Y en cuanto a la IA14, dentro de ese grupo de edad llegó a situarse en 254 casos (segundo mejor dato del año) el 28 de marzo, justo la fecha de inicio de la nueva estrategia nacional, y este martes ascendía ya a 348.
Ambas variables se mantienen por debajo de las medias de Castilla y León (291 de IA7 y 526 de IA14) yEspaña (224 y 435), pero la tendencia vuelve a ser ascendente tanto a nivel provincial como autonómico y nacional. En los tres ámbitos serían además niveles equivalentes a riesgo muy alto con la tabla de indicadores del viejo 'semáforo covid', pero no con el de la nueva estrategia, cuyos umbrales son mucho más permisivos, hasta el punto de que Segovia se considera que está en riesgo bajo de incidencia, igual que España, y riesgo medio en Castilla y León; al tiempo que la lectura conjunta de todos los nuevos indicadores marca 'riesgo controlado'.
La clave está en que ahora el impacto sobre las hospitalizaciones es muy inferior gracias a la vacunación y de momento no se han disparado a nivel regional ni autonómico, pero Segovia registraba una nueva muerte covid en el hospital el pasado sábado y ha visto cómo se duplicaban los pacientes ingresados en sólo cuatro días, al pasar de 8 en esa misma jornada (6 en planta y 2 en UCI) a 16 el martes (14 y 2). Siguen siendo cifras manejables para los servicios asistenciales, pero ahí queda la tendencia ascendente como aviso, a la espera de comprobar el impacto de la SemanaSanta, sobre todo, a partir de finales de abril. Y así se va evidenciando una vez más la principal diferencia entre la gripe y la covid: la primera es estacional, aparte de menos letal, y ya la semana pasada bajó del umbral de incidencia a partir del cual se declara epidemia, mientras la segunda sigue sin ser previsible.