Una moción "torpe" como un tren sin paradas

D. A.
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El PSOE de Valladolid ya admitía el martes «la manera torpe» en que había planteado pedir a Renfe que el Avant que sale de allí a las 6.23 hacia Madrid no pare en Segovia, aunque el coste social del revuelo previo ya no tiene remedio

Imagen de archivo de un andén de la estación del AVE de Segovia. - Foto: Rosa Blanco

El portavoz municipal del PSOE de Valladolid, Pedro Herrero, reconocía el martes sin matices, en su intervención durante un pleno de ese Ayuntamiento, la «manera torpe» en que su grupo había planteado una moción donde pedían a Renfe, entre otras «mejoras», que el Avant que sale de allí a las 6.23 hacia Madrid no parase en Guiomar. Ahí quedó la rectificación, que en teoría suele ser lo importante, pero el coste social del revuelo previo ya estaba servido.

Las críticas en redes sociales no esperaron al martes, tras adelantar El Día a primera hora del lunes la controvertida medida que habían presentado los socialistas y que, a pesar de ser retirada al día siguiente (se aprobó la moción con esa parte eliminada), no ha hecho más que alimentar un pique eterno con la «capital» (no oficial) de la Comunidad, las tensiones territoriales y el tantas veces denunciado centralismo. En ese mismo pleno, por cierto, se debatía justo después una moción de reprobación al alcalde de León, José Antonio Díez, por haber criticado a su homólogo de Valladolid, Óscar Puente, al acusarle de «fomentar el discurso de odio entre provincias» por haber dicho en reiteradas ocasiones que, para fijar población en la región, la Junta debería apostar más por Valladolid.

Las reacciones políticas en Segovia al asunto del Avant empezaron pasadas las 22.00 horas del lunes, momento en que llegó un primer comunicado de rechazo remitido por IU Segovia; y al día siguiente se sucedieron Podemos-Equo, el PSOE a través de un mensaje de la alcaldesa, Clara Luquero; Partido Popular, Ciudadanos… Todos alineados en defensa de la provincia, aunque unos se ensañaran más que otros, como es habitual, con la alcaldesa en un extremo (no citó a Valladolid ni al PSOE en su tweet) y con PP y Cs en el otro, atizando con especial fuerza a los socialistas.

El revuelo fue por ello tal que también reaccionó el PSOE de Valladolid tras mediar el de Segovia. El propio secretario provincial socialista y diputado por Segovia, José Luis Aceves, escribía el martes en Facebook que habían actuado «con discreción y sensatez, bajo el prisma del diálogo para defender los intereses de los segovianos», y daba las gracias al portavoz socialista en el Consistorio vallisoletano. Pedro Herrero, por su parte, se explicaba así en el pleno: «Aquí queremos hacer una aclaración porque aparece de una manera torpe reflejado en la moción», admitió. «Nosotros no queremos que no pare el tren en Segovia, la información que teníamos es que ese tren iba lleno y parece ser que no va lleno. Por tanto les ruego que en el punto 1 entiendan que donde dice las 6.10 h., ahí termina la redacción. Vamos a quitar todo lo demás porque no tiene sentido», concluyó. Es decir, que el texto final de esa medida incluida en la moción se quedaba en «adelantar el tren Avant de las 6.23 h. Valladolid-Segovia-Madrid a las 6.10 h.», tras retirar la segunda parte de la frase, que decía «y hacerlo directo sin parada en Segovia, dado que viaja completo cada día».

Claro que si los socialistas de Valladolid entienden que «no tenía sentido» esa parte de la moción porque se habían equivocado al dar por hecho que fuera lleno el tren, ¿la habrían mantenido en caso de que efectivamente se estuvieran cubriendo todas las plazas desde Valladolid, en lugar de preguntar a Renfe por la viabilidad de reforzar ese convoy?, ¿y no vieron oportuno avisar por lo menos a sus compañeros de Segovia sobre sus intenciones para que no las tuvieran que conocer por la prensa?

Sorprende también que la propuesta se presentara con el título ‘Moción para fijar población mediante la ayuda a los trabajadores castellanos y leoneses usuarios de la línea Valladolid-Segovia-Madrid del Servicio Avant de Renfe’, cuando en realidad el diálogo se quedó inicialmente entre vallisoletanos. 

Además, es habitual que el PSOE, como el resto de partidos de ámbito nacional, presente una misma moción (con textos idénticos) en distintos ayuntamientos cuando se trata de temas que afectan a varias provincias (reforma laboral, violencia de género, ley Montoro...), pero esta vez parece que no se vio oportuno. Aunque la moción de Valladolid era perfectamente asumible por Segovia, salvo por lo de la parada del Avant. Pedía por ejemplo bonificaciones en los abonos mensuales de la línea Valladolid-Segovia-Madrid, lo cual obviamente beneficiaría a los usuarios de esta provincia. 

Aún cabría la hipótesis de que se decidiera llevar una moción similar a un próximo pleno del Ayuntamiento de Segovia, pero si ese diálogo se hubiera producido antes, es probable que los socialistas segovianos hubieran podido advertir a sus colegas de Valladolid sobre su precipitada y errática propuesta para ahorrarse el trago del lunes. Porque las mociones no son más que declaraciones de intenciones no vinculantes, sobre todo si se dirigen a instituciones que están por encima de los consistorios, en este caso Renfe, pero ahí ha quedado la negativa repercusión social que ha provocado esta medida, aunque no se aprobara.