Convencido de que el antiguo hospital Policlínico, actualmente abandonado, incluso como edificio, es recordatorio de la deuda que la Administración sanitaria tiene con Segovia y una promesa incumplida, el portavoz de la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (AVRAS), Pedro Montarelo, sostiene en esta entrevista que se plantean promover movilizaciones, en septiembre, porque recuperar esta instalación es la solución más rápida a los problemas sanitarios de Segovia. 

Ustedes han lanzado un llamamiento a la población y a sus socios para que mantengan activa la recuperación del Policlínico, tanto desde sus conversaciones con amigos como en las reivindicaciones, ¿qué persiguen con este llamamiento?

Que no se olvide y que el tema no pase a un segundo plano en la agenda sin que se tenga en cuenta esta vieja aspiración de recuperar el Policlínico. En Segovia somos proclives a que, cuando decimos las cosas una vez, ya damos por hecho de que está expresado suficientemente. Tratamos de ser reincidentes.  

¿Cuáles son las razones para que se recupere este inmueble hospitalario?

El Policlínico, incluso como edificio, es recordatorio de la deuda que la Administración sanitaria tiene con Segovia, es una promesa incumplida, de hecho se abandonó con engaño, se trasladaron los servicios y se dejó vacío argumentando que era para llevar a cabo un estudio y rehabilitarlo, recuperando después los servicios. Esta idea la barajó algún consejero de la Junta de Castilla y León y, posteriormente, quedó como un rechazo a llevarlo a cabo. Todo ello nos lleva a colocar al Policlínico como exponente de esa infraestructura sanitaria que, dolorosamente,  se reconoce que estamos en una situación peor que en otras provincias.

Han dicho expresamente que la reclamación no tiene nada que ver con que ustedes a lo que aspiran es a un consultorio en la zona...

Cualquiera que pase por nuestra sede podrá ver un cartel, desde hace más de ocho años, en el que se puede leer: 'Consultorio y más'. La reivindicación trataba de que el edificio debía responder a necesidades de toda la capital y la provincia, no se nos pasa por la imaginación que se recupere únicamente como servicio para el recinto histórico. Es verdad que tendría una repercusión pero no ya solo en el sentido de servicios sanitarios sino que sería una inyección de vitalidad porque está demostrado que es una necesidad perentoria para la supervivencia y la identidad de la ciudad histórica.

¿Están dispuestos a convocar movilizaciones?

La situación que vivimos y el verano nos sitúa en unas condiciones poco propicias, pero en septiembre no descartamos plantear algún tipo de movilización o de expresión pública en la que aparezcan implicados todos los ciudadanos y pongan de manifiesto que es el lugar idóneo –que no ha sido discutido–, aparte de que se salde la deuda histórica y porque pensamos que es la solución más rápida para las necesidades que hemos visto en estos últimos meses. 

El gerente de Asistencia Sanitaria, Jorge Elízaga, durante el Consejo Provincial de Salud, al poco tiempo de tomar posesión, manifestó la carencia de infraestructuras sanitarias, teniendo en cuenta que el número de camas que tenía Segovia era claramente inferior que en otras provincias, por debajo de la media, con el agravante de que,  al carecer de habitaciones individuales, en los primeros momentos de los contagios  solo podía estar una persona. De  haber estado abierto el Policlínico, la situación no hubiera sido tan conflictiva como fue en los días en los que el Hospital General estuvo prácticamente colapsado.

El Policlínico, de momento, forma parte de una amplia lista de edificios abandonados en el interior del recinto, ¿cómo ven está situación?

Dejando el punto de vista sanitario, que se defiende por sí mismo, creo que se han dejado pasar muchas oportunidades de evitar  el declive en cuanto a población y esta podría ser una de las últimas bazas para frenarlo. Un hospital que estaría rondando entre 120-130 camas, más los servicios, atraería necesidades de consumo y empleo que significaría una inyección de vida para el casco histórico. También como presidente de la Federación de Amigos por el Patrimonio de Castilla y León, creo que los segovianos no somos conscientes de que el reconocimiento del que presumimos tanto como Segovia Patrimonio de la Humanidad puede quedar sin contenido si se vacía la ciudad, esta es una responsabilidad que compete a todos los que sienten Segovia como identidad propia.

¿Cuál es la posición de la asociación respecto al corte de tráfico?

Estamos convencidos de que es necesario reducir la entrada de coches al casco histórico, tenemos la ventaja de ser el punto mejor comunicado con toda la ciudad a través del servicio público, hay que recordar a quien pone pegas al tema del Policlínico, por cuya puerta pasan todos los urbanos. Además estás próximox  los aparcamientos de Padre Claret o  el de las Oblatas, en la calle Donantes se va a construir un edificio que prevé plazas de aparcamiento, lo que ayuda a situar la necesidad de este servicio. Hace unos meses, el Ayuntamiento nos adelantó el proyecto de controlar el acceso situando las cámaras en la Plaza de Conde Cheste, limitando las plazas de aparcamiento para residentes, aunque ofertamos que esto se pudiera compatibilizar con aparcamientos en rotación, hasta las siete o las ocho de la tarde, excepto fines de semana. Estamos de acuerdo, aunque insistimos en que se haga con bastante prudencia y se creen aparcamiento disausorios, como el del Velódromo, incluso la zona donde parece que quieren ubicar la estación de autobuses, en la antigua estación de ferrocarril. 

Pedimos que se tenga muy en cuenta de abordar de forma flexible el tema de las visitas de familiares, que sea similar al de los clientes de los hoteles,  o de ciudadanos que tengan que acceder y que no puedan hacerlo en transporte público a trabajar o a los comercios. Se pueden desarrollar programas informáticos que permitan saber qué coches entran y se establezca un sistema de reutilización de aparcamientos por un colectivo o por otro.

¿Qué futuro visualiza para el recinto amurallado?

Bastante negativo, no hay una voluntad clara de los administradores de la ciudad en los distintos sectores y ámbitos que estén apostando por salvarlo. Es problema de los cascos históricos es general, Segovia tiene la particularidad de que es manejable y aún estamos a tiempo de salvarlo, de evitar que se pueda convertir en un simple museo. Esta pandemia nos ha revelado que Segovia no puede vivir solo del turismo y hemos visto que han funcionado como nuca los poquísimos comercios de proximidad que tenemos, a favor del vecino y de los comerciantes, nunca habían tenido una actividad tan importante. No estamos exentos de que esta situación se vuelva a producir, ¿que vamos a hacer si nos volcamos en servicios para turistas y que dominen la ciudad los alojamientos turísticos, de dónde traemos gente?. 

Hay que priorizar la vida del ciudadano, incluso jóvenes que puedan ocupar los edificios. Esto tiene que nacer de un proyecto colectivo, no hay ninguna institución pública, y de alguna forma tampoco privada, que sea inocente de la situación que vive y a la que está abocado el casco histórico. Se habla de querer revitalizarlo, pero los pasos que se van dando son contrarios, no debe ni siquiera plantearse la posibilidad de no recuperar el Policlínico, ni tampoco llevar fuera la estación de autobuses o sacar servicios, tiene muy poco sentido que siga siendo el centro de comunicación y que tengamos los autobuses vacíos porque no haya nadie que acuda a realizar gestiones. La declaración de la Unesco es de la ciudad antigua y no va a vivir solo a base del turismo, aunque fuera posible, la opción tenía que ser la de aumentar y hacer posible un ámbito de vida e identidad de los segovianos.