El Alcázar trabaja para elevar la calidad de las visitas

A.M.
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El Patronato del Alcázar se orienta a consolidar un nivel de visitas similar al ya alcanzado, sin pretender incrementarlo significativamente, sino intentando mantener e incluso elevar la calidad de la atención ofrecida a los visitantes.

Miembros del Patronato del Alcázar - Foto: D.S.

Este es uno de los aspectos que destaca la memoria del Patronato del Alcázar de Segovia, que celebra hoy su XXXVI Día, leída por el alcaide de la fortaleza y coronel de la Academia de Artillería, Jose Maria Martinez Ferrer, en presencia de autoridades civiles y militares.  Martínez Ferrer ha dicho que la clave para lograr este objetivo se basa en 

invertir tiempo y recursos en la mejora de las instalaciones y servicios de la fortaleza, en la formación del personal y en la difusión pública de lo realizado por el Patronato. En este sentido, se ha realizado un gran de esfuerzo en la mejora de tecnologías de la información y de seguridad.

En cuanto a las visitas, el año 2018 volvió a arrojar excelentes cifras de resultados: 680.341 personas visitaron el Alcázar, mientras que, en 2019, los datos continúan siendo muy satisfactorios, a juicio del alcaide, ya que la pasada Semana Santa fue la mejor desde que se contabilizan las visitas, pues nada menos que 39.181 personas visitaron el monumento, lo que supone un incremento en 4.000 personas respecto a la Semana Santa del 2018, es decir, un crecimiento del 11,37%.

El coronel Martínez FerrerEl coronel Martínez Ferrer - Foto: D.S.

Entre otras obras que lleva a cabo el Patronato, según la memoria,  se ha restaurado la bajada del revellín, en la “proa” de la fortaleza, obra que ha permitido recuperar y revalorizar el entramado de rampas que permitía el acceso al Alcázar desde el oeste, en el valle del Clamores. Cuando se habilite para las visitas la zona conocida como “el jardín almohade”, se podrá disfrutar de una buena perspectiva de la zona reconstruida desde la propia fortaleza. Asimismo, se ha completado la obra de restauración de la muralla norte, consolidándola de la misma forma que en 2016 se hizo con la muralla sur. Pero, sin duda, la intervención que está acaparando casi toda la atención desde que las obras dieron comienza en enero del presente año es la remodelación de la plaza de la Reina Victoria Eugenia, más conocida como “la plazuela del Alcázar”. Se trata posiblemente de la obra de mayor envergadura y complejidad llevada a cabo en el Alcázar en los últimos años, no olo por la complejidad técnica debida a la gran cantidad de redes e infraestructuras que discurren por el subsuelo de la plaza, en convivencia con restos arqueológicos, sino también por la dificultad de compaginar los trabajos

propios de la obra con la actividad diaria de las distintas dependencias del Alcázar y del Archivo General Militar así como con el flujo de visitantes, imprescindible para sufragar el funcionamiento del Alcázar, lo que ha obligado a estructurar el trabajo por fases y a planificar detalladamente las operaciones que se realizan, de acuerdo con Martínez Ferrer.