Titirimundi y Hay barajan reducir programas y crowdfunding

D. A.
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El recorte de la Junta lleva al festival de títeres a plantearse la edición más corta de su historia, tres días, mientras el Hay prevé reducir eventos e invitados

Imagen de archivo de una edición pasada del Hay Festival. - Foto: Ical

Titirimundi baraja celebrar la edición más corta de su historia como consecuencia del drástico recorte de la subvención de la Junta de Castilla y León. Era su principal patrocinador junto al Ayuntamiento de Segovia con 100.000 euros por institución que, sumados a los 20.000 que suele aportar el Ministerio y la recaudación por entradas, cubren la práctica totalidad de su presupuesto, más falto que nunca de ayuda privada por la pandemia. Pero la partida autonómica ha pasado a ser de 14.752,17 euros, a la espera de que se acuerden otras fórmulas alternativas de ayuda que, sin embargo, serían para extensiones fuera de Segovia que «no compensan lo que se pierde para lo que es realmente el festival en la ciudad», advierte su directora, Marián Palma. De ahí que avance a El Día que, en principio, si no encuentra nuevas fuentes de ingresos, por hipotéticos patrocinios privados de última hora que aún sondea o la posibilidad de impulsar una campaña de crowdfunding o micromecenazgo (pequeñas aportaciones de particulares y empresas), planea reducir su formato a tres días (del viernes 3 al domingo 5 de septiembre) en lugar de los siete que anunció hace dos meses (del lunes 30 de agosto al domingo 5).

En una situación parecida se encuentra el Hay Festival, flamante Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades hace sólo un año, cubierto entonces de gloria real e institucional y hoy, ante la cruda realidad de estar «moviendo cielo y tierra como estrategias de salvataje», según su directora, Sheila Cremaschi, que también espera lanzar una campaña de crowdfunding «en una o dos semanas». En este caso el Ayuntamiento de Segovia mantiene su aportación habitual de 60.000 euros, mientras la Junta, que ponía una cantidad similar, la ha dejado en 14.752,17, igual que Titirimundi. 

«Las ayudas públicas cubren el 60 o 70% del presupuesto del Hay», que, redondeando, en otras ediciones ha oscilado así entre 200.000 y 250.000 euros «en lo que se refiere a dinero contante», matiza Cremaschi, ya que gran parte de su actividad se nutre de «sinergias» de la fundación con empresas y grupos editoriales. Sin embargo, el recorte del apoyo de la Junta al programa en Segovia apunta a «mermar» de forma importante la cantidad de eventos de la próxima edición, prevista del 17 al 19 de septiembre, cuando ya le ha cogido con 17 de ellos ya confirmados, con entradas a la venta y 33 protagonistas invitados.

Titirimundi.Titirimundi. - Foto: IcalTitirimundi y Hay Festival, los dos certámenes más potentes de Segovia a nivel nacional e internacional por imagen, valor identitario, proyección e impacto económico, con recortes que en términos relativos alcanzan el 85% y el 75% de las subvenciones autonómicas que venían recibiendo en los últimos años, se han convertido así en los dos certámenes más perjudicados por la nueva política de reparto de subvenciones de la Junta.

La noticia saltó el viernes 14 de mayo con la publicación en boletín de la resolución de la convocatoria, coincidiendo, curiosamente, con el que habría sido el primer día grande de la edición de Titirimundi de este año si no fuera porque se decidió dejar para septiembre por la pandemia. «De haberse celebrado en las fechas habituales, igual morimos directamente», afirma Marián Palma, dado el agujero que habría causado en el presupuesto de una programación que, en ese caso, ya llevaría varias jornadas consumadas y habría sido imposible de reajustar.

«ÉXITO» DE CONVOCATORIA. El consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, calificaba el martes como «un éxito» esta nueva convocatoria de subvenciones destinada a financiar proyectos culturales para la realización de festivales durante 2021, basada en «las buenas prácticas» y la libre concurrencia. «En los años anteriores se beneficiaban de las ayudas de la Junta unos treinta festivales, a los cuales destinábamos alrededor de 400.000 euros, y ahora hemos pasado a apoyar a más del doble (72) con un incremento presupuestario de 150.000 euros», destacó. En lo que atañe a Segovia, también se ha concedido ayuda a la Fundación Don Juan de Borbón (13.824,89 euros), que llevaba años sin recibir nada de la Junta, así como al Ayuntamiento de San Ildefonso (7.973,56), la asociación Fogorock por el festival homónimo (7.462,43), la Asociación Musical y Teatral El Puntillo Canalla (3.671,10), Paramotion Films por el 3D Wire (3.502,04) y la asociación Festeamus por el Festival de Teatro y Música de Cuéllar (3.465,81). Claro que las ocho ayudas juntas suman 69.404,17 euros, apenas la mitad de los más de 130.000 que se les ha recortado a Titirimundi y Hay. 

Frente a las críticas recibidas desde festivales como Titirimundi o también del Sonorama (que pasará de 28.000 euros en 2020 a 16.185 euros, teniendo un presupuesto global de tres millones y medio), el consejero replicó que mantienen un «constante diálogo» con ambos festivales, con los que están intentando encontrar «fórmulas imaginativas» y «alternativas» de colaboración, para «ver de qué manera se les puede apoyar», ya que «el dinero es el que es». 

Preguntado por la prensa, también cuestionó que Titirimundi llegara a recibir 200.000 euros por edición (en realidad hasta 220.000, concretamente, en tiempos de Silvia Clemente como consejera de Cultura, de 2003 a 2007); e incluso aseguró que había encajado con «sorpresa» lo que considera una «utilización política de este tipo de cuestiones». Criticaba así a la alcaldesa de Segovia sin citarla, y terminó mezclando el festival de títeres con la polémica desatada en el Ayuntamiento de Segovia por las irregularidades de contratación de la Concejalía de Cultura cuando, también de forma velada, sin citas expresas, animó a que «otras concejalías» impulsen el mismo «ejercicio de las buenas prácticas» de la Consejería con esta convocatoria. Defendió así «los criterios objetivos» de reparto que la han guiado, si bien lo cierto es que esa cuestión no ha sido criticada por Luquero ni por las organizaciones que promueven el Hay y Titirimundi, ambas privadas, aunque tengan al Ayuntamiento como principal valedor. Las críticas desde Segovia se han centrado más bien en la dotación global de esta convocatoria, por el hecho de que se reservaran «sólo» 550.000 euros para 72 festivales. Una partida que Ortega ya avanzó que será superior en próximas convocatorias.

El delegado territorial de la Junta, José Mazarías, en declaraciones a El Día, defiende también que la Consejería de Cultura, «antes, colaboraba en la organización de festivales a través de convenios, sin convocatoria, y así alcanzaba a 39 festivales en lugar de los 72 de ahora». Respecto a la inversión autonómica en cultura, destaca que la relativa «tanto a organización de festivales propios como de otras entidades ha aumentado un 25%, de 1,6 a 2 millones», aunque la afeaba la alcaldesa el lunes que ese incremento se debe a la creación de festivales propios con presupuestos de «hasta 400.000 euros o más» que, por tanto, detraen apoyos a las demás iniciativas. El Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León en Palencia, creado este año, cuenta con 150.000 euros de la Junta; a 350.000 asciende la aportación para el también nuevo Festival Internacional de Literatura en Español, con ámbito de actuación en las nueve provincias, y con el mismo perfil se creó en 2020 el Festival Escenario Patrimonio, dotado con 400.000 euros este año. Se suman otros más consolidados como el Festival Internacional de Circo que creó la Junta para Ávila con presupuestos en torno a 200.000 euros, o el de Artes y Cultura (Facyl) para Salamanca con hasta más de 500.000, citas a las que también aludió Luquero para afear que la Junta haya creado y financiado festivales para las otras dos ciudades Patrimonio de la Humanidad que tiene Castilla y León, mientras Segovia, sin tener ninguno, ve cómo se le reduce el apoyo a los que tiene «más que consolidados».

ALTERNATIVAS. En cuanto a las alternativas de colaboración propuestas al Hay y Titirimundi, Mazarías explica que «se les ha indicado la necesidad de buscar nuevas fórmulas de desarrollo de los propios festivales» y, en ese sentido, «el objetivo es ampliar estos festivales hacia otros puntos de la Comunidad». «La directora del Hay tendrá que reconocer que las cifras a las que se ha llegado en esta semana son las mismas que tenía en otros años», asegura, y añade que también espera que se pueda hacer lo propio con Titirimundi «para alcanzar un volumen de ayuda que puede ser prácticamente la misma que el año pasado», la cual también destaca que se mantuvo «a pesar de que el festival se redujo por la pandemia».

La directora del Hay, sin embargo, aseguraba esta semana a El Día que necesitaba «unos días para echar cuentas», mientras la fundación de este festival prepara una campaña de crowdfunding porque, lo que es para costear los actos que tenía previstos para su celebración en Segovia, ya sabe que no le salen porque no contaba con este recorte. ¿Pero no sabía que se estaba gestando una convocatoria de 550.000 euros para todos los festivales de iniciativa privada de Castilla y León? «Supongo que pequé de ingenua», responde.

La directora de Titirimundi, mientras, se muestra dispuesta a estudiar la posibilidad de programar más representaciones en otras provincias de Castilla y León, aunque «eso es algo que este festival ya ha hecho siempre», con extensiones a Valladolid, Burgos, León o Zamora. «Lo que no puede ser es pretender hacer actuaciones fuera y olvidarse de Segovia, que es la esencia», replica, dado que éstas pueden ofrecer márgenes con una reversión «del 10 o del 15% para el festival en la ciudad, no más».

«Titirimundi sólo hay uno y está en Segovia, y por el hecho de estar en Segovia ya es de la Comunidad», argumenta Palma. «Aquí se constituyó el festival, aquí vio Julio Michel la oportunidad de crear una ciudad teatro, una ciudad que se vuelca con su festival. Hacemos extensiones desde siempre (a diversas provincias de Castilla y León y también de fuera, como Madrid o Navarra), y podemos hablar de hacer más, ¿pero qué quedaría de Titirimundi si se apagara la vela que desde Segovia ha venido alumbrando sus actuaciones por la Comunidad? Dejaría de ser lo que es para ser otra cosa», resume. 

El Hay Festival, por cierto, arrancó de esta manera el pasado martes con una conversación literaria en unas bodegas de Peñafiel. De ahí que la alcaldesa acuse a la Junta de pretender «diluir» los «estandartes culturales» de Segovia, debilitarles al quitarles apoyo para sus eventos en la ciudad e incluso haciéndoles «competencia» con la creación de otros como el ya citado Festival Internacional de Literatura, financiado por la Junta con 326.000 euros, cuando ya está «consolidado» en ese segmento cultural el Hay, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2020.

DEBATE LOCAL. En este contexto, los grupos municipales del equipo de Gobierno del Ayuntamiento, PSOE e IU, trabajan de manera conjunta en la elaboración de una declaración institucional, de cara a su aprobación en el pleno del 28 de mayo, contra el recorte de la ayuda al Hay y Titirimundi, mientras Podemos criticaba esta semana el «hachazo» que han recibido y exigía a los grupos municipales de PP y Cs que se posicionen contra tal recorte, pese a ser estos partidos los que lideran la Junta. La Consejería de Cultura, concretamente, es una de las que asumió Cs por el acuerdo de gobierno que firmaron con los populares, por lo que la papeleta se presume doblemente complicada para la formación naranja.

El portavoz municipal del PP, Pablo Pérez, aseguraba el miércoles que, a pesar de esa circunstancia, defiende que la Junta no debería reducir su apoyo. «Sí que nos gustaría saber en qué sentido va a ir la moción (o declaración) y la estudiaremos, pero somos favorables a apoyarla. Son festivales suficientemente consolidados que necesitan el apoyo no sólo de la Junta, sino también del Gobierno de España», argumentó. Aunque también sugirió a la alcaldesa que, «ya que se ha cepillado Muces», podría dedicar ese presupuesto (unos 100.000 euros) a estos festivales.

La portavoz municipal de Cs, Noemí Otero, por su parte, preguntada por El Día sobre el polémico recorte, responde que «la alcaldesa está haciendo un uso partidista para ocultar sus vergüenzas por el culebrón de los hermanos Aguiar», en referencia a las últimas denuncias de irregularidades en la Concejalía de Cultura, y defiende que la Consejería «sí reparte subvenciones de forma transparente». ¿Pero considera suficiente lo que reciben el Hay y Titirimundi? «He oído criticar a la alcaldesa, pero no he escuchado a los organizadores poner un solo pero», contesta. ¿Y apoyará la declaración institucional? «Tenemos que valorarlo cuando veamos el documento pero, a priori, parece más bien una soflama partidista que un verdadero interés por Segovia», presume. Y mientras tanto, Titirimundi y Hay echando cuentas en año de pandemia por paliar un recorte cuyas consecuencias aún están por cobrar forma.