Un 10,9% advierte el Instituto Nacional de Estadística que se ha encarecido la vida en Segovia durante el último año, más de un punto por encima de la media nacional (9,8%) y una décima por debajo de la autonómica, tal y como revelaba el miércoles con la publicación del índice de precios de consumo (IPC) de marzo, víspera de las vacaciones de Semana Santa más caras de la historia. Es la inflación interanual más alta desde 1984, hacía más de 40 años que no se producía una variación de precios tan grande en sólo un mes (del 3,1% en Segovia, 3,3% en Castilla y León y 3% en España), y aun así puede parecer que se queda corta cuando, a pie de lineal, cualquiera puede haber observado cómo al aceite de girasol le bastaron las tres primeras semanas de guerra en Ucrania para duplicar su precio, aparte de lo que ya traía de meses anteriores. 

Los huevos, el pollo o el pan también han protagonizado sonoros incrementos desde finales de febrero, y es rara la visita al supermercado en que no sorprende a la vista la drástica 'actualización' puntual de alguna marca o referencia. En la sección de alimentación y prácticamente en cualquier otra. Claro que la vista suele ser algo engañosa por no detenerse tanto en los precios que no bajan o se mantienen, mientras el Instituto Nacional de Estadística ofrece promedios; y en cualquier caso, ya se miren oscilaciones puntuales desde la perspectiva del consumidor, sondeos metodológicos como los del INE o los estudios que realizan otras fuentes como la organización agraria COAG con su índice de precios origen y destino, el escenario no deja de pintar muy caro y difícil de descifrar incluso a corto plazo, mientras se prolonga la sangría económica de hogares y empresas por la pérdida de ingresos y márgenes. 

Del informe mensual de la inflación destaca, cómo no, la escalada del grupo de precios relativos a vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con una subida del 13% en un mes y del 45% en un año en Segovia, que se sitúa así como la tercera provincia más inflacionista del país en este capítulo, sólo por detrás de Toledo (49,8%) y Soria (46,9%). Además, si se atiende exclusivamente al dato de 'electricidad, gas y otros combustibles', la subida del último mes ha sido del 23,6% en Segovia y del 84,1% en el último año.

Los precios suben en Segovia por encima de la media nacional

También el transporte sube especialmente, un 6,4% en un mes y un 18,1% en un año, obviamente afectado sobre todo por los carburantes y lubricantes. Llama la atención en este ámbito la subida anual del 24,1% registrada por el grupo de precios relativo a la 'utilización de vehículos personales', concepto al que el INE asocia los gastos en «compras de piezas y repuestos de automóviles para ser utilizadas por el hogar en la reparación o mantenimiento de los vehículos».

El capítulo de alimentos y bebidas no alcohólicas, 'sólo' habría subido un 0,6% en marzo y un 6,2% desde ese mes del año pasado, según las cuentas del INE, debido sobre todo al detalle antes citado de que las fuertes subidas de algunos productos se ven moderadas en parte al sacar las medias junto con otros productos que han subido poco, nada o incluso han bajado. Así señala subidas menores de lo que podría parecer en cereales y derivados (0,5% de aumento en marzo y 9,3% anual) o en el pan (0,4 y 7,9%), mientras sitúa los aceites y grasas (2,8 y 29,4%) y los huevos (6,3 y 15,6%) como los alimentos más inflacionistas.

Asimismo, tal y como aclaran fuentes del INE a El Día, el IPC tiene en cuenta los precios con oferta o descuento, de tal modo que «si cuando el entrevistador visita el establecimiento para recoger el precio este tiene un descuento, el precio rebajado se incluye en el IPC». «Además, hay que tener en cuenta que los precios se recogen en una muestra de establecimientos y una muestra de municipios de España. En cada uno de ellos se escoge el producto concreto de este artículo más vendido en el establecimiento», continúa. «No todos los precios de estos productos varían igual, y en el IPC no se recogen absolutamente todos los productos disponibles para la venta en el mercado».

Precios en lonja y según COAG. Los informes de precios de la Lonja de Segovia, sin embargo, muestran cómo la carne de cerdo ha subido más de un 30% desde el pasado 24 de febrero, y el Índice de Precios en Origen y Destino que realiza cada mes la organización agraria Coag, que ofrece datos a nivel nacional, refleja fuertes subidas en productos que no acaparan tantos focos como otros, pero que son de consumo frecuente, caso de la cebolla o el calabacín, con unos incrementos del 17 y el 20% en marzo. 

La patata tampoco habrá llamado tanto la atención últimamente porque 'sólo' subió un 3% el mes pasado, pero acumula una escalada del 35% respecto a marzo de 2021. Una evolución parecida a la del plátano, con apenas un alza del 1% en un mes, pero del 31% en doce.

En comparación con los precios que publicaba COAGhace un año también destacan las subidas de los huevos (27%), los fresones (20%) o el repollo (17%). Aunque también sorprenden importantes bajadas acumuladas en el último año por las naranjas (un 25% más baratas que en marzo de 2021), el pimiento rojo (-20%) o la berenjena (21%).

PREVISIONES. El secretario provincial de COAG, Pedro Matarranz, augura además «nuevos repuntes en todas las categorías», ya que las condiciones que regulan los mercados limitan las subidas semanales, se están escalonando por ello y «los agricultores y ganaderos no llegan a compensar todavía la subida de costes que sufren», recalca. «Estamos en una situación muy crítica que ya venía de antes y Ucrania ha sido la puntilla. Que nos digan si tenemos que cerrar, y si no, se tiene que subir más el precio de nuestro producto para poder soportar estos costes de producción», insiste. «Es una situación muy preocupante para nosotros y también para el consumidor, y si se está especulando con el precio final, que se ponga en marcha de una vez la ley de cadena alimentaria, que todos queremos equilibrio».

El estudio de COAG suele poner el foco precisamente en los contrastes de precios en origen y destino; lo que cobra el productor frente a lo que paga el consumidor final. El kilo de ternera, por ejemplo, eslabón a eslabón, subía en marzo de 4,89 a 17,19 euros; el cordero, de 3,87 a 13,06; el cerdo, de 1,42 a 6,15; y parecido sucede con las verduras, cuyos precios suelen triplicarse o cuadruplicarse entre la huerta y el súper. Los hay que se multiplican 'sólo' por dos, como sucede con los tomates de ensalada o los pimientos, pero también por ocho en el caso de la patata, especialmente paradigmático: en marzo de 2021 se pagaba el kilo a 14 céntimos en origen y el mes pasado a 15, mientras que el precio final ha subido de 0,88 a 1,19 euros en ese mismo periodo.

Ahora la principal pregunta, en cualquier caso, es cuándo se tocará techo. El Banco de España cree que los precios empezarán a moderarse en próximos meses hasta acabar el año con el IPC en torno al 7,5%, y ahora al menos se cuenta con el atenuante de que en los hogares bajarán los consumos energéticos con la subida de temperaturas. Pero las previsiones sólo son eso, previsiones a partir de una foto de situación que mañana cambian a mejor si se para la guerra, o a peor si se prolonga.