Editorial

Aportación científica española en la lucha contra la covid-19

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La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, dependiente del Ministerio de Sanidad, ha autorizado el ensayo clínico del suero PHH-IV contra la covid-19, de la compañía Hidra, radicada en Gerona, lo que supondrá el primer test en humanos de una vacuna española contra el coronavirus. La firma, una multinacional farmacéutica que nació como empresa familiar en 1954, comenzará la próxima semana a realizar esas pruebas a varias decenas de voluntarios en los hospitales Trueta de Gerona y Clínic de Barcelona, que cumplan con los criterios de inclusión específicos en su protocolo. Esta primera fase está previsto que concluya en mes y medio y que a continuación comience la siguiente, en la que ya se involucrarán otros centros sanitarios de España y, posiblemente, de países como Italia y Portugal.

Los responsables de la compañía trabajan con la estrategia de que su producto sirva como dosis de recuerdo, aunque también se ensayará una inmunización completa como la realizada hasta ahora para mercados fuera de Europa que así lo requieran. Se pretende que, en el mejor de los casos, se empiece a comercializar en el primer trimestre de 2022.

Este anuncio llegaba una semana después del revés sufrido por la vacuna española que, a priori, iba más avanzada (la desarrollada por el CSIC, Biofrabri y el grupo de trabajo de Mariano Esteban), que tendrá que esperar para continuar su investigación.

La noticia no deja de ser una buena nueva en esta batalla que se ha emprendido en todo el mundo desde el ámbito científico (donde España también quiere, debe y puede aportar su granito de arena) para luchar contra la covid-19, aunque en el momento en que llega (varios meses después de que se ha emprendido la vacunación masiva en todo el planeta) debe hacer reflexionar sobre si en nuestro país se han hecho todos los esfuerzos posibles para facilitar la labor de los investigadores y las compañías que se embarcaron en esa carrera.

No es, por tanto, una cuestión para sacar pecho, como trató de hacer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las declaraciones que realizó el miércoles, porque España no se ha posicionado en una situación de liderazgo en una carrera donde, en numerosas ocasiones, ha quedado en evidencia las limitaciones con las que cuentan los científicos y los investigadores para poder sacar adelante sus proyectos en este país.

Ahora bien, la batalla contra la pandemia continúa, y esa labor de investigación no debe cesar, y se deben seguir multiplicando los esfuerzos para apoyarla porque todas las aportaciones que lleguen serán bienvenidas, tanto para vencer a la covid-19 como a otras pandemias que puedan surgir en el futuro. Y ello obliga a que el Gobierno trace una estrategia que ponga a la ciencia en el lugar que se merece, y que evite la fuga de talento a otros países.