Avenida de la división

S.S.
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Las renovadas aceras de la avenida de la Constitución suscitan diversidad de opiniones: Algunos se quejan de su estado mientras que otros defienden las actuaciones realizadas

Avenida de la división

La avenida de la Constitución ha disparado las discrepancias tanto entre los vecinos como entre los grupos políticos. Las obras de renovación de esta concurrida calle, que comenzaron a mediados del mes de mayo de 2021 y se destinó un presupuesto de casi 300.000 euros, han provocado el debate.

La caja de pandora se ha abierto cuando el grupo municipal popular ha vuelto a denunciar el estado de la calle. Desde el partido, se quejan de «piedras levantadas y bancos no sólo antiguos sino también en malas condiciones». «Es inaceptable e inexplicable que hagan una obra y al final parezca que no han hecho nada», explican los ediles populares. «Las piedras levantadas dificultan la accesibilidad y la movilidad, de hecho ya ha habido algún otro incidente, en especial con gente mayor», aseguran. Algo que corroboran algunos de los residentes del vecindario. 
Para los ediles populares se trata de «otro ejemplo del estilo socialista a la hora de diseñar, ejecutar y rematar sus obras», en las que se advierte «falta de previsión, baja calidad en los materiales, mala ejecución y un acabado chapucero». Por eso apuntan al Gobierno municipal para reclamar «el arreglo de los desperfectos en la avenida de la Constitución, que se intervenga para mejorar la accesibilidad e igualar el pavimento y así evitar riesgos innecesarios a las personas y en especial a los más mayores». 

Desde el equipo de Gobierno, el concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras, Miguel Merino, ha asegurado que los bancos serán reemplazados en el momento en el que las obras estén recibidas.
En lo que respecta a la parte de las aceras en las que se encuentran las piedras a las que hace mención el grupo Popular, Merino asegura que «lo que se pretendió cuando se redactó el proyecto era tratar de dar una homogeneidad a la avenida de la Constitución». El objetivo ha sido dotar a la calle de un espacio de paseo y otro de renaturalización del espacio urbano, «con materiales nobles como son las piedras entre las cuales pueda crecer algo de vegetación y, sobre todo, que ayuden a que las raíces de los árboles que están en esa avenida puedan respirar». «Busca generar ciertos espacios más naturales y más agradables, que no sean tan duros», afirma.

Desde dentro. Entre las opiniones de los vecinos también hay debate. Rosa, una de las vecinas, señala que el asfaltado de las aceras «lo han hecho fatal», debido a que las piedras que han colocado están desniveladas y «la gente mayor ya no sabe si pasar por ese tramo de la acera». Una opinión que comparte Vicenta, propietaria del bar As de Copas. «Yo cuando voy con la bandeja pienso que me voy a caer, porque hay piedras altas y bajas y tengo que ir despacio». 

«El problema ya no es sólo en las terrazas de los bares, mismamente en los aparcamientos cuando bajas a una persona mayor también es complicado el paso. Ya alguna persona se ha caído», señala José Manuel, uno de los clientes del bar. En la otra cara, uno de los vecinos que esperan para entrar en la tienda M. Redondo Alimentación, que no ha desvelado su nombre, indica que, en su opinión, «la calle ahora está muy bien», tras las obras llevadas a cabo. «A mí me gusta».