La provincia de Segovia se quema. En los 20 primeros días del mes de julio se han contabilizado 40 incendios, con dos de media al día, que han arrasado más de 1.200 hectáreas. Sin duda, el que ha consternado a la población es el incendio iniciado el 15 de julio en Navafría, llegando a declararse de nivel 2. Esto significaba la incorporación de medios no adscritos al Plan de Castilla y León ya que la emergencia podía entrañar un grave riesgo para la población y los bienes distintos a los de naturaleza forestal. 

El siguiente en importancia fue el registrado el 5 de julio en Honrubia de la Cuesta, que se declaró de nivel 1 (incendios que pueden controlarse con los medios de extinción del Plan de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales en Castilla y León (INFOCAL) y ante los que se prevén medidas para la protección de las personas. También se da alguna circunstancia concreta como 12 horas para ser controlados, zonas afectadas de más de 30 hectáreas o evaluación del impacto global superior a 4). Éste incendio se llevó por delante 153 hectáreas: 45 de arbolado, 73 de pasto y 34 de terrenos agrícolas. El posterior más extenso en superficie afectada se inició en Cuéllar el 6 de julio, arrasando 148 hectáreas. Por suerte, no pasó de nivel 0 (incendios que pueden controlarse con los medios de extinción previstos por el INFOCAL y no suponen peligro para las personas).
Además de estos tres, los municipios de la provincia han sufrido 36 incendios más, aunque todos de nivel 0. Las localidades afectadas han sido: el día 1, Bercial, Fuentesoto, Carbonero el Mayor y Villoslada; el día 2, Sebúlcor y Castro de Fuentidueña; el 3, La Lastrilla, Cedillo de la Torre y Carbonero, y el día 4, Cerezo de Arriba.

Continuaban los fuegos el día 5 en Torrecaballeros y Brieva; el 7 en Villeguillo y Cabañas de Polendos; el 9 en Navares de Ayuso y el 10 en Pinarejos. El mes proseguía, y de la misma forma los incendios. El día 12 las localidades afectadas eran Valseca y Abades; el 13, Turégano; el 14, Segovia capital, Valtiendas, San Miguel de Bernuy, Escarabajosa de Cuéllar y Cuéllar. El 15 arrancaba la nueva quincena con los siniestros en Torreigleigresias y dos incendios en Coca; el 16 en el Real Sitio de San Ildefonso y Sepúlveda; el 17 en Honrubia de la Cuesta y Hontalbilla y el 18 en Carbonero el Mayor. El día 19 no frenaban las llamas y se declaraban cuatro incendios en Cuéllar, Cerezo de Abajo, Villafranca (Condado de Castilnovo) y Cantalejo. El último se registró el día 20 en Aldeonte.
Desde que comenzó la contabilización de los mismos por parte de la Junta de Castilla y León, el 28 de junio, el total asciende a 46 siniestros. Siendo los restantes en el Real Sitio de San Ildefonso, Yanguas de Eresma, Carbonero el Mayor, Sacramenia, Palazuelos de Eresma y Hontoria. 

Segovia se quema

La gran mayoría de los incendios que han sucedido en Segovia, según los partes de la Junta de Castilla y León, se deben a accidentes con motores o máquinas, pero entre las causas también se encuentran negligencias, imprudencias, accidentes de coche o accidentes por líneas eléctricas, incluso hay siniestros en los que aún no se han determinado las causas. 
La secretaria de la Delegación Territorial de Segovia, Ana Isabel Fuente, indica que «este verano está siendo peor en lo que a incendios se refiere debido a que las circunstancias meteorológicas están determinando que se produzcan más fuegos». «Durante este mes de julio la situación de alarma por riesgo de incendios forestales se ha prorrogado hasta el domingo 24 de julio» ya que las predicciones meteorológicas indican que vuelve a haber un ascenso de las temperaturas.

El jefe del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios de Segovia, José Luis del Pozo, sostiene también que está siendo un verano «atípico y anormal tanto en número de incendios como en superficie afectada debido a la sequía y a la humedad relativa, causas que provocan que el fuego se extienda más rápido». Además, haciendo memoria, recuerda que no se ha producido un verano con tantos siniestros desde hace alrededor de 15 años.
Y las cifras de los últimos años lo confirman, en el año 2021 se llevaron a cabo 135 intervenciones con una superficie afectada de alrededor de 210 hectáreas, cifra que se ha multiplicado por seis en tan sólo 20 días de este 2022; en 2020 las intervenciones fueron 48, con una superficie afectada de 32 hectáreas; en 2019, se contabilizaron 104 intervenciones, con 474 hectáreas quemadas, y en 2018 las cifras se reducen a 31 intervenciones y cerca de 6 hectáreas afectadas.

INCENDIO DE NAVAFRÍA

El peor incendio que ha sufrido la provincia fue el iniciado en Navafría el viernes 15 de julio. Pero esta no fue la única localidad afectada, ya que el fuego provocó el corte de la N-110 y que los vecinos de Torre Val de San Pedro fueran desalojados de sus casas ese mismo día, en el que también resultó herida una de las residentes del municipio. El fuego se mantuvo en nivel 2 desde el viernes hasta el domingo, lo que hizo que hasta la zona se trasladara la Unidad Militar de Emergencias (UME). 

Desde el lunes hasta la noche del martes, el incendio se mantenía en nivel 1 aunque se daba por casi controlado, pero no fue hasta el miércoles que el nivel de gravedad descendió a 0. En cuanto a la superficie afectada, se han contabilizado cerca de 880 hectáreas de arbolado, pastizal, robledal, pinar de pino silvestre y terrenos agrícolas, sin que se haya aclarado la causa del fuego, que permanece bajo investigación.
Desde la Asociación Cultural y de Montaña del municipio han denunciado que el tiempo transcurrido entre las primeras llamaradas alertando del fuego hasta la llegada de los primeros auxilios «se demoró mucho». «Las primeras llamas aparecen en unas eras de Navafría, es decir, a más de 4,5 kilómetros del casco urbano de Torre Val, donde las llamas llegan horas después. ¿De verdad no se pudo hacer nada para evitar que el fuego llegase a las viviendas?», se preguntan los vecinos de la localidad en la que las llamas calcinaron una casa y dos pajares. 

En opinión del presidente de la Asociación y ex alcalde de la localidad, Benigno Ruiz, «el desalojo total de pueblos debe ir precedido de unidades contra incendios suficientes que garanticen su protección» ya que, el dueño de la vivienda destruida, ha confesado que de haber estado él en la vivienda con su manguera no se habría quemado.
Por otra parte, el alcalde de la localidad, Santiago Santiuste, no comparte esta opinión y critica «que se utilice la política en situaciones como esta». Santiuste asegura que «en 24 horas se resolvió un problema que podía haber sido tremendo y haber arrasado la mitad de Torre Val y de El Valle», por lo que asegura que «podemos estar satisfechos con las actuaciones llevadas a cabo». «Se controló muy a tiempo», revela.

Además, señala que las personas que han sufrido el incendio de su vivienda «mantienen su endereza pese a su elevada edad con la ilusión de restaurar su casa y poder terminar allí su vida». En lo que respecta a los dos pajares también afectados por las llamas, uno era del alcalde, quien afirma que «es el menor de los problemas». 

Del mismo modo, la secretaria de la Delegación Territorial de Segovia defiende la actuación de los servicios de extinción de incendios. «El Centro Coordinador de Emergencias recibe a las 11.10 horas la primera llamada, a las 11.13 la consejería de Medio Ambiente ya estaba avisada, y a las 11.40 envía un helicóptero, dos cuadrillas terrestres y una bomba todoterreno. Además, a las 11.16 horas los bomberos también estaban avisados». 
Recuerda que no se había decretado el nivel 2 de gravedad desde el incendio del Real Sitio de San Ildefonso del 4 de agosto de 2019 por su inclusión en Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y que arrasó alrededor de 380 hectáreas.

La visión desde dentro del fuego la da el jefe del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios de Segovia, quien asegura que fue «un incendio complicado porque el viento cambió de pronto y rodeó los dos pueblos».

Fuegos artificiales con el fuego aún activo. El vídeo se propagó rápido por las redes: 30 segundos grabados por una vecina que, indignada, veía cómo alguien estaba lanzando fuegos artificiales en el entorno de Navafría y Torre Val de San Pedro durante la noche del sábado al domingo pasados, sobre las 3 de la madrugada, con el fuego aún en Nivel 2 y con vecinos evacuados desde el día anterior. Moralmente ya era reprobable, pero también por la vía legal, ya que en plena ola de calor están prohibidos. Los vecinos creen que se trataba de una boda, y aunque el vídeo pudiera pensarse que fuera falso, según confirman a El Día fuentes de la Subdelegación del Gobierno, la Guardia Civil ya está investigando el suceso para «identificar plenamente a los posibles autores».