"El impacto de esta crisis tiene contenido de clase social"

A.M.
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Abogada en ejercicio, desde 2006, y afiliada en IU, desde 2011, antes de llegar al Ayuntamiento de Segovia fue concejala de la formación en Palazuelos, entre 2011 y 2015. Ostenta la portavocía adjunta de la organización a nivel provincial.

La concejala de Servicios Sociales, Ana Peñalosa Llorente - Foto: Rosa Blanco

La Concejala de Servicios Sociales, Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Segovia, Ana Peñalosa (Segovia, 1980), de Izquierda Unida (IU), afirma en esta entrevista que los datos que mejor reflejan cómo está la situación actual en Segovia, debido a la pandemia, «es el incremento de las ayudas económicas de emergencia, con las que hemos podido ayudar a más de 400 familias» y subraya que «el impacto de esta crisis no está siendo igual en todas las personas, tiene un claro contenido de clase social». 

La situación provocada por la pandemia ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de su departamento en cuanto a servicios sociales, ¿cómo ha sido el resultado?

Esta pandemia ha puesto el mundo patas arriba y, desde mi punto de vista, ha puesto a prueba un sistema especialmente sensible con las poblaciones más vulnerables y desde luego ha sido una importante prueba de capacidad de respuesta para los servicios sociales. 

La respuesta por parte de todo el equipo que formamos parte en la Concejalía ha resultado realmente efectiva, se adaptaron las intervenciones y los acompañamientos durante el confinamiento con una participación activa, favoreciendo que los que lo tenían más difícil también pudieran quedarse en casa, y mantener las medidas de seguridad e higiene en condiciones de igualdad.

Esta transformación, ha hecho brotar prácticas que no estaban instauradas, tanto a nivel organizativo como técnico, y han tenido una aplicación tan eficaz que han llegado, yo creo que para quedarse, como reducir el tiempo de atención a las personas, utilizar la tecnología para atenderlas o aumentar la eficiencia del servicio, minorizando la presencia de burocracia. 

¿Qué población se ha visto más desfavorecida?, ¿hasta qué punto las condiciones de vida han aumentado los contagios?

El impacto de esta crisis no está siendo igual en todas las personas, tiene un claro contenido de clase social. Determinadas condiciones de vida favorecen el contagio de la enfermedad, como por ejemplo, la vivienda. Las  situaciones  de  hacinamiento conllevan  dificultades  para mantener  las medidas  de  prevención y control de la infección, como el aislamiento y la cuarentena. Esta situación adquiere mayor relevancia en  caso  de  que  convivan  diferentes  generaciones  en  una  misma vivienda y además  la precariedad de algunas casas, sin acceso a agua o a lavandería, imposibilita las medidas de higiene.

También la crisis nos ha demostrado que los empleos que se ejercen de manera presencial, y que no tienen posibilidad de seguir las recomendaciones de priorización del teletrabajo, suponen obviamente un mayor riesgo de exposición a la infección. 

Entre estos destacan los trabajos esenciales, por ejemplo para nuestro equipo han sido imprescindibles nuestras auxiliares de ayuda a domicilio o las labores de reparto de alimentos por parte del personal que educación tiene en los colegios, y empleos que hemos visto esenciales para nuestra vida como las personas que trabajan en el sector de la alimentación o en transporte, y especialmente aquellas que presentan contacto estrecho con potenciales casos de Covid-19 como el personal sanitario, recientemente menospreciado por la Junta de Castilla y León. Además las condiciones laborales precarias pueden aumentar las reticencias a acudir al sistema sanitario ante la presencia de síntomas o a cumplir con la cuarentena o aislamiento por el miedo a perder la fuente de  ingresos. 

¿En general, está satisfecha del comportamiento de la población en cuanto a las medidas que se han ido aplicando?

Me impresionó la capacidad de respuesta de la gente, que de un día para otro dejó a un lado su vida para encerrarse en casa durante casi tres meses.  Creo que, en general, la gente ha sido muy responsable. Ha habido y aún hay mucho miedo, y creo que la gente es consciente de que las medidas que se adoptan son importantes para evitar contagios y que continúe la propagación del virus. Pero como todo en esta vida, tiene sus excepciones, y hay gente que no lo ve de esta manera. 

Hablamos de la primera ola, pero también ¿qué repercusión está teniendo ahora la segunda?

Está teniendo una repercusión económica importante, y a nivel personal, la gente está cansada. Se aguantaron los meses de confinamiento porque, entre otras cosas, veíamos luz al final del túnel, lo importante era reducir los contagios, pero ahora que la fatiga nos hace más daño, es más complicado mantener la guardia alta. 

Es una situación muy complicada y cada persona lo analiza de una forma diferente. Se cuestionan todas las decisiones que se adoptan, lo que da lugar continuamente a situaciones de crispación social. Pero tenemos que salir de esta pandemia con una lección aprendida, somos una comunidad, y tenemos que pensar en colectivo para superar estos baches de la vida juntos.   

¿Cómo ha influido el confinamiento para que se pueda haber registrado un aumento de casos de malos tratos en el ámbito familiar?

El confinamiento potencia los factores de riesgo de violencia de género al aumentar el aislamiento y las barreras que dificultan la solicitud de ayuda y la denuncia. Por eso desde la Concejalía de Servicios Sociales, durante esos meses, pusimos en marcha una campaña para recordar a las mujeres víctimas de violencia de género que, además de tener a su disposición todos los medios necesarios, podían salir de casa en cualquier momento si necesitaban nuestra ayuda.  

La palabra teletrabajo o enseñanza online son impensables de aplicar en algunos ámbitos,  ¿estos nuevos sistemas han creado más marginalidad?

Sí, más bien desigualdades, y estamos intentando contrarrestarlo. La brecha digital ha   afectado   al  teletrabajo y  a   una  educación  a  distancia  adecuada, dando lugar a una mayor vulnerabilidad a la infección por la imposibilidad de quedarse en casa. Tanto los servicios sociales como la Concejalía de Educación, que también dirijo, han puesto a disposición de las familias los recursos materiales y personales necesarios con el objetivo de que todas las niñas y niños de nuestra ciudad tuvieran la oportunidad de seguir las clases y realizar las tareas como el resto. 

La repercusión económica es patente y se han propiciado nuevas situaciones que rayan incluso la indigencia, ¿nos puede hacer una fotografía de cómo está la situación en Segovia?

Desde servicios sociales los datos que mejor reflejan cómo está la situación actual en Segovia, es el incremento de las ayudas económicas de emergencia, con las que hemos podido ayudar a más de 400 familias con un importe total de casi 312.000 euros. Además, a través del reparto de alimentos provenientes del Fondo Europeo (FEAD), se ha llegado a más de 650 familias que totalizan más de 2.100 personas. 

 ¿Cuáles son las principales iniciativas del Ayuntamiento para tratar de paliar este problema?

Desde que comenzó la pandemia, desde el Ayuntamiento se ha trabajado intensamente con la premisa de no dejar a nadie atrás.  Desde Servicios Sociales,  desde un primer momento, pensé que era fundamental ayudar a que las personas no tuvieran que salir de casa, especialmente aquellas más mayores o con alguna patología así como minimizar los efectos de la pandemia y del confinamiento en las más vulnerables. 

Para ello pusimos en marcha el servicio de compra a domicilio, con el que se atendió a cerca de 700 demandas; el servicio de atención psicológica, el servicio de seguimiento telefónico a personas mayores o que viven solas, el incremento de las ayudas económicas de emergencia, la suspensión del pago de alquiler de viviendas sociales o la campaña de información al consumidor que, debido al confinamiento se ha visto afectado en la compra de bienes o utilización de servicios, entre otros. 

¿Han comprobado si hay familias que necesitan ahora de los servicios sociales con un perfil que no era habitual antes? 

Partiendo de la base de que los servicios sociales son para toda la ciudadanía, si entendemos que en este momento el rango de población al que estamos atendiendo por las consecuencias económicas y sociales de la pandemia es mayor, es un reto importante para la Concejalía, y estamos poniendo todos los recursos económicos disponibles por parte del ayuntamiento para combatir esto. Esperemos que la Junta de Castilla y León ponga los recursos necesarios, que los estamos echando en falta.  

Como ejemplo el servicio de comida a domicilio se ha visto incrementado de forma importante durante los meses de abril, mayo y junio en relación con la dinámica habitual del servicio, habiendo servido desde el mes de enero cerca de 31.000 menús, además de aumentar de forma significativa las ayudas económicas de emergencia.

¿Cree que debe haber una moratoria en los desahucios como ha pedido Unidas-Podemos, junto con Bildu y ERC?, ¿ha sido una deslealtad al Gobierno de coalición?

Al Partido Socialista hay que darle un empujoncito de vez en cuando para conseguir un objetivo no partidista, sino social. Evitar que se desahucien familias. Lo que es importante es que la gente tenga un lugar en el que vivir, sobre todo en estos momentos en los que se está pidiendo a la gente que se quede en casa. No tiene sentido que se pida responsabilidad a la gente pero que después el sistema permita los desahucios.  

Por otra parte desde IUsiempre hemos defendido el derecho a la vivienda y en este sentido creemos que ahora más que nunca hay que utilizar todos los mecanismos para alcanzar este objetivo que garantiza un derecho humano. 

¿Con los índices más bajos de Castilla y León, aunque altos, cree que son descompensadas las medidas adoptadas por la Junta?.

Creo que partiendo de la lealtad institucional que estamos realizando desde el Ayuntamiento de Segovia, sí que sería necesario que en una tierra tan extensa como Castilla y león, las medidas se adecuasen a los contextos concretos de la incidencia del virus en cada zona o ciudad. 

¿Le preocupa que se pueda producir una desescalada rápida para que haya actividad económica en navidades y nos podamos encontrar a finales de enero o febrero con una situación sanitaria grave?

Creo que hay que valorar el esfuerzo que la sociedad está haciendo y hay que ser prudentes a la hora de tomar cada decisión. Las medidas que se adopten tienen que ser valoradas detenidamente, de acuerdo con la situación de cada momento y lugar para lograr que el esfuerzo realizado merezca la pena. 

¿Cómo va a quedar Segovia desde su óptica cuando pase todo,  ¿será necesario reforzar la Concejalía? 

Como vecina de Segovia creo que debemos tener una cosa clara, para salir tenemos que salir unidos, una medida muy importante es el consumo local, por eso animo a la gente que está leyendo a que consuma en Segovia. 

Si como ciudadanos hacemos esto, Segovia se verá menos afectada. Además, desde el Ayuntamiento estamos trabajando día a día, con el objetivo de minorizar al máximo posible las consecuencias de esta crisis. Acabamos de aprobar los remanentes del año 2019 que se han destinado entre otros, a ayudas a la vivienda, al incremento de ayudas económicas de emergencia o a ayudas al pequeño comercio. 

Quiero aprovechar para agradecer, una vez más, a todas y cada una de las personas que forman parte de la Concejalía y que se han dejado la piel desde que comenzó la crisis, mostrando una gran profesionalidad y anteponiendo su vida personal a la laboral. Creo que Segovia tiene mucha suerte de contar con estos grandes profesionales. 

¿Confía en que la vacuna esté lista en breve, como ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, incluso el misnistro de Sanidad,  Salvador Illa, ha prestado ya un plan concreto?, ¿siendo voluntaria, usted se vacunará?

La verdad, desconozco los plazos que se requieren para encontrar una vacuna, pero desde luego sí que me gustaría que estuviera lo antes posible. Y por supuesto, yo sí me vacunaría.