"Prohibido estacionar desde las 8:00 del día 17-9-2019", puede leerse en avisos colgados de señales en la mitad de la calle Colón. De ahí han desaparecido ya siete plazas de aparcamiento, las cinco que había en batería y dos en línea, después de que operarios municipales hayan procedido esta mañana a borrar la señalización de plazas verdes y pintar una raya amarilla con la que se reserva ese espacio a los autobuses urbanos. Avanzaba el pasado jueves la alcaldesa, Clara Luquero, que la nueva ordenación se empezaría a aplicar "a partir de mediados de la próxima semana", pero no ha hecho falta esperar tanto.

El objetivo de esta reordenación es aliviar los problemas de tráfico que se producen allí por la coincidencia de hasta cinco autobuses en la parada. Solían caber en esta calle entre 12 y 13 coches aparcados, aparte de motos en la zona que tienen reservada, y ahora habrá espacio para cinco o seis.

La acumulación de autobuses en la calle Colón ya era habitual antes de la reordenación de horarios y líneas de transporte público que se llevó a cabo el pasado mes de abril, pero los problemas de tráfico se agravaron desde entonces, ya que antes no coincidían tantos. Ahora, los autobuses de las líneas 5 y 7 suelen pasar allí entre cinco y siete minutos extra para salir a su hora, y ya antes del verano empezaron los técnicos a tantear cómo resolver el problema, pensando en reordenar la propia vía como una alternativa más adecuada que volver a ajustar horarios o frecuencias.

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De hecho, se llegó a pensar en la opción de cambiar la parada de lado, en eliminar todas las plazas, luego sólo una o dos... Y al final han sido siete plazas las que se suprimen para que los autobuses de la línea 5 puedan quedarse en ese espacio mientras esperan la hora de inicio de su siguiente ruta.