Algo pasa con Ansu

Diego Izco (SPC)
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El azulgrana ha desaprovechado la baja de Lewandowski y sigue buscando su sitio tras las lesiones

El atacante celebra su tanto contra el Betis en la Supercopa de España. - Foto: Juan Carlos Cárdenas (EFE)

Ansu Fati (Guinea-Bissau, 31 de octubre de 2002) iba para estrella. Hay quien se resiste a conjugar el verbo en pasado y prefiere decir que «va» para estrella, y que lo que sucede ahora mismo forma parte del proceso de formación hacia el indudable estrellato que espera al muchacho. ¿Qué sucede? Un bajón. Un parón. Un 'algo' indescifrable que ha estancado la progresión del chico con la irrupción futbolística y mediática más brutal en la historia reciente de nuestro fútbol. 

Un breve resumen de lo que fue el 'ciclón-Ansu' comienza en verano de 2019, cuando firma su primer contrato profesional con el Barça con 16 años y 262 días, debuta con el primer equipo con 16 y 298, marca su primer gol en Primera con 16 y 304, mejora su contrato (elevando su cláusula hasta los 400 millones) con 17 y 34, y se convierte seis días después (17 y 40) en el goleador más joven de la historia de la Liga de Campeones.  

Toda la carga de velocidad y precocidad que portaba su puesta en escena en la élite creó unas expectativas ante las que hoy el propio aficionado del Barcelona tuerce el gesto. Ansu, a quien entregaron el '10' en la salida de Leo Messi, despierta más dudas que certezas. Como si hubiese olvidado una parte del repertorio después de la grave lesión de rodilla que sufrió en noviembre de 2020 y que le mantuvo casi un año entero fuera de los terrenos de juego… y la otra parte por culpa de las dos percances consecutivas en el bíceps femoral del muslo izquierdo (noviembre del 21 y enero del 22), polémicas en su recuperación porque el jugador prefirió un tratamiento conservador antes que pasar por el quirófano. 

Oportunidades

La esperanza del regreso (incluso Luis Enrique la tuvo, convocándole a última hora para el Mundial de Qatar) no ha obtenido respuesta. Ansu Fati ha participado en 29 encuentros este curso, lo que indica que sí hay oportunidades… pero desaprovechadas: apenas hay seis goles y tres asistencias en la mochila del internacional español. 

Las malas vibraciones se han hecho aún más patentes en este periplo en que el Barça no ha podido contar con Robert Lewandowski debido a sus tres partidos de sanción. Ansu Fati ha sido titular en estos tres choques (Atlético de Madrid y Girona fuera de casa, Getafe en el Camp Nou), pero se ha mostrado desnortado, sin desborde ni olfato de cara a puerta. Como si hubiera asumido su papel de revulsivo y no el de la rutilante estrella que todos vaticinaban: de los seis tantos de la 22/23, cinco de ellos, y todos fuera de casa (Real Sociedad y Cádiz en LaLiga, Intercity y Ceuta en Copa, y Betis en la Supercopa), los ha marcado saliendo desde el banquillo. 

Así como el juego defensivo del equipo sale reforzado, el ofensivo se ha 'bloqueado' sin la referencia del polaco. Porque el bajón no es patrimonio exclusivo de Ansu Fati: Ferran Torres ha perdido quintales de confianza en su juego y, a pesar de que estaba sancionado (dos partidos) por su enganchón con Savic en el Metropolitano, no disputó un solo minuto ni en la Supercopa ni en la Copa ante la Real Sociedad, cuando sí podía jugar; y Raphinha, en una temporada irregular, sí fue el autor de la asistencia ante el Getafe… pero también de las 24 pérdidas de balón el pasado sábado en el estadio de Montilivi. 

Pedri (dos) y Dembélé (uno) han sido los realizadores en esta racha de victorias y poca producción (tres triunfos consecutivos por 1-0) y Xavi terminó jugando sin delanteros en Gerona, sacando a Raphinha y al propio Ansu del campo para dar entrada a Balde y Kessié. El destino ha querido que, en el regreso de Lewandowski a los terrenos de juego, Dembélé caiga lesionado (no lo hacía desde noviembre de 2019) y a Ansu Fati se le abra otra oportunidad de encontrar al 'niño maravilla' que fue.

Las crisis en los equipos grandes son tan brutales que algunos medios catalanes han apuntado estos días la posibilidad de que uno de los jugadores con los que poder 'hacer caja' (dada la delicada situación económica del club) es el propio Ansu:estarían dispuestos a hablar con ofertas cercanas a los 60 millones de euros.