UPA y COAG movilizarán a los ganaderos por los ataques de lobo

SPC
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Las organizaciones agrarias elaboran un calendario de protestas. Castilla y León registra un siniestro cada tres horas y el depredador ya entra incluso en fincas con todas las medidas preventivas recomendadas

UPA y COAG movilizarán a los ganaderos por los ataques de lobo - Foto: Alberto Rodrigo

El lobo sigue siendo un quebradero de cabeza para los agricultores del norte de España y sigue extendiéndose hacia el sur, amenazando a ganaderías en lugares en los que hace muchas décadas que este depredador no se dejaba ver. La prohibición, hace ya más de un año, de su caza ha relegado su control a la actuación de las comunidades autónomas, que en la mayor parte de los casos no cuentan con personal ni medios suficientes para hacerlo de manera efectiva.

Por ello, la Alianza UPA-COAG va a convocar a los ganaderos castellanoleoneses a manifestarse por las calles en todas las provincias de esta región para manifestar su rotundo rechazo a la gestión que la Consejería de Medio Ambiente está realizando con relación al lobo y exigir medidas urgentes para el mantenimiento de la actividad ganadera extensiva. A este respecto, COAG y UPA trabajan en la elaboración de un calendario de actos de protestas en las próximas semanas, protestas con las que pretende conseguir la simplificación del procedimiento de extracción de ejemplares especialmente conflictivos, el control de las poblaciones y unas indemnizaciones que compensen íntegramente todos los daños ocasionados de manera ágil y justa.

Como vienen denunciando reiteradamente, los ataques al ganado no cesan y, día sí y día también, se ceban con la explotaciones generando cuantiosísimas pérdidas, mientras Ministerio y Consejería de Medio Ambiente se desentienden del problema, enzarzados en su particular guerra política de desgaste. Según la Alianza, Castilla y León registra un ataque de lobo al ganado cada tres horas.

Las organizaciones consideran que el Gobierno regional tiene capacidad normativa para establecer indemnizaciones, tanto al norte como al sur del Duero. Por ello no debe escudarse en el vacío legislativo originado por la inclusión del lobo en el LESRPE. Y, desde luego, tiene competencias para abonar dichas ayudas con rapidez, cosa que no está haciendo, dejando al ganadero en una indefensión irresponsable, lamentan.

La semana pasada se denunciaban nuevos ataques de lobos en terrenos del Puerto de Navalmoral de la Sierra (Ávila). Unos días después, ganaderos de la comarca soriana de Tierras Altas denunciaban lo insostenible de su situación por los continuos siniestros que están sufriendo. Más recientemente se conocía el caso de un ganadero de Codesal, en Zamora, que ha sufrido el tercer ataque desde los incendios del verano pasado. Se da la circunstancia de que en este caso la matanza de ganado se produjo en el interior de una parcela que cuenta con todas las medidas preventivas recomendadas: doble vallado de dos metros de alto coronado con alambre de espino, perros mastines y cercanía al núcleo de población. Medidas todas ellas que, según determinados colectivos, son suficientes para evitar los ataques… sobre el papel, ya que, según COAG y UPA, sobre el terreno todas estas medidas no han impedido que el depredador encontrara la forma de matarle una ternera, que se suma a otras más que ha perdido en las dos incursiones anteriores.

La situación resulta insoportable, denuncian. Cuando un ganadero sufre varios ataques, los animales muertos y heridos (muchos de los cuales fallecen después), los abortos y el trabajo para recuperar el estado anterior de la explotación suponen un cúmulo de circunstancias que provoca ansiedad, estrés, problemas de salud y un pensamiento constante en el abandono de la actividad. Abandono que, en numerosos casos, ya se está produciendo.