Los contenedores soterrados, fuera de zonas monumentales

D. A.
-

Medio Ambiente valora el nuevo sistema de quita y pon como «un primer paso» en la mejora de vistas patrimoniales al que seguirá la supresión de las islas soterradas de Platero Oquendo y la plaza del Potro

Los contenedores de la calle San Frutos, junto a la catedral, se retiran ahora a primera hora de la mañana y no vuelven hasta las 20.00 horas. Es uno de los cinco puntos del casco histórico donde ha empezado a funcionar el llamado sistema de quita y

El nuevo sistema de quita y pon del servicio de recogida de basura funciona desde el pasado lunes en cinco puntos del casco histórico de Segovia que, de esta forma, permanecen libres de contenedores durante la mayor parte del día, desde primera hora de la mañana hasta las ocho de la tarde. Pero el proyecto destinado a despejar las vistas de los entornos monumentales seguirá creciendo con nuevas medidas dirigidas también a la eliminación de contenedores soterrados, tan apreciados años atrás en esta y otras muchas ciudades que ahora apuestan por suprimirlos pese a las inversiones que supusieron, a razón de más de 40.000 euros por isla. En Segovia no se quitarán todos, pero sí los que más afean zonas sensibles. En próximas semanas desaparecerán los de Platero Oquendo y la plaza del Potro, dos de los puntos donde ya se han puesto contenedores de quita y pon; y también se suprimirán los de la plaza Oriental y la plaza de San Esteban (junto al Palacio Episcopal).

La retirada de los contenedores soterrados a pocos metros del Acueducto no tiene fecha concreta, pero la decisión está tomada. Se hará a la vez que el proyecto de reforma de la plaza de la Artillería, que ya está redactado e incluye esta medida, además de la renovación del pavimento de la zona de terrazas, aunque carece de consignación presupuestaria en este ejercicio y no se prevé ejecutar al menos hasta el próximo.

En cuanto a los contenedores soterrados de la plaza de San Esteban, allí también hay previsión de acometer cambios por la intención de suprimir aparcamientos, de ahí que el concejal de Medio Ambiente, Ángel Galindo, cuente con que ambas medidas se hagan efectivas a la vez.

«Hay que tener en cuenta que debemos compaginar estas medidas con la necesidad de seguir dando un servicio fundamental como es la recogida de residuos, pero este ha sido un primer paso y podremos ir avanzando en otras islas», confirma en declaraciones a El Día. «La plaza de San Esteban es un claro ejemplo: el objetivo es retirar los vehículos de allí y dejar entonces sólo unos contenedores no tendría sentido. Quedará diáfana y va a ser una plaza totalmente diferente cuando consigamos esto, igual que se van a retirar los vehículos de la plaza de Trinidad», entre otras zonas, también con el fin de mejorar la imagen de los entornos monumentales. «Hay islas soterradas que siguen siendo útiles, como por ejemplo la de Infanta Isabel, que ayuda mucho», matiza Galindo, pero no aquellas que afean zonas patrimoniales cuando hoy en día hay alternativas más estéticas.

Atrás queda la inversión de 1,7 millones que acometió el Ayuntamiento de Segovia en 2006 para crear hasta 38 islas de contenedores soterrados. La de la plaza Oriental incluso se amplió en 2016 con cuatro buzones más por el aumento de la actividad hostelera en esa zona, pero no son pocos los ayuntamientos que optan ahora por quitarlos. El de Segovia se ha puesto a ello por su impacto estético, fundamentalmente, mientras otros han actuado igual pero por motivos económicos, dados sus elevados costes de mantenimiento y reparación; sanitarios, porque precisamente esa falta de mantenimiento los llegaba a convertir más bien en vertederos soterrados; e incluso por seguridad, debido a accidentes laborales registrados durante la retirada de residuos.

Entretanto, los primeros días del nuevo sistema de quita y pon han transcurrido sin incidencias relevantes, según Galindo. Libre de contenedores durante doce horas por jornada se ha quedado la catedral por los que solía haber de forma permanente en Marqués del Arco y en San Frutos con la Plaza Mayor, así como la plaza del Potro (junto al Teatro Juan Bravo), Herrería (pegados a la Casa de la Lectura) y Platero Oquendo (junto a la Calle Real). Asimismo, se han retirado las dos islas de contenedores que había en la avenida del Acueducto, pero en este caso ampliando a cambio las de las calles perpendiculares a esta vía, en lugar de extender el quita y pon.

«Por lo que estamos viendo y me cuentan los informadores que pusimos la semana pasada y esta, hay comentarios positivos y también alguna queja, pero parece que la medida está siendo bien aceptada en general y se está entendiendo que con esto ganamos todos», aprecia el concejal. Sí se han dado casos de personas que han dejado bolsas en el suelo al no ver contenedores, aunque confía en que se trate de algo puntual «hasta acostumbrarse»; y ha habido algunas llamadas de comercios y hosteleros que cierran por la tarde o piensan hacerlo, con el inconveniente que eso conlleva. 

Pero los beneficios pesan más que las molestias. También se ha dispuesto un servicio complementario de recogida de vidrio puerta a puerta para los hosteleros; y como apunta Galindo, tampoco debe olvidarse que la ordenanza vigente ya fijaba de 20.00 a 22.00 el horario para tirar la basura en el contenedor gris (el de orgánica resto), aunque este se mantuviera de forma permanente. 

Medio Ambiente, que ha repartido unos 2.500 dípticos, ya mantuvo reuniones con asociaciones de vecinos, la Federación Empresarial Segoviana y la asociación Hostelería y Turismo de Segovia (Hotuse-AIHS). Los hosteleros no pusieron objeciones y FES ve «bien» la medida, si bien aprovechó para sugerir que el punto limpio móvil «esté mejor adaptado a las horas de los comercios y los vecinos, simplificando además los horarios».

El presidente de la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado y también de Amigos del Patrimonio, Pedro Montarelo, coincide en valorar las ventajas estéticas del nuevo sistema por encima de los inconvenientes, e incluso aboga por extender más la eliminación de islas soterradas. «Las hay especialmente agresivas, como la de la plaza de San Sebastián, la serie incomprensible de la plaza de los Zuloaga con Colmenares o los que están frente a la estatua de San Juan de la Cruz», advierte. Galindo, por su parte, no descarta que se retiren más en un futuro pero, hoy por hoy, una vez desaparezcan los de Platero Oquendo y la plaza del Potro, los siguientes serán los de las plazas Oriental y San Esteban.