Parece que el calor comienza a dar un respiro, pero la ola de altas temperaturas vivida en las últimas semanas se ha cobrado una factura muy cara. El Instituto de Salud Carlos III la atribuye 19 muertes en julio en Segovia, algo excepcional si se tiene en cuenta que en el mismo periodo del año pasado este organismo no estimó ningún fallecimiento por esta causa en la provincia. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, advirtió hace unos días que «los datos que aporta el Instituto Carlos III son de previsión, una llamada a la prudencia a la población», pero en los peores momentos de la pandemia ya se convirtieron en el medidor más fiable del exceso de muertes atribuible a la Covid-19.
Las condiciones meteorológicas de julio han sido anormales. Como muestra, un botón. Las temperaturas han rondado las máximas históricas, y las mínima tampoco han dado tregua. «Cuarta noche consecutiva torrida sin bajar de 26ºC en Segovia. Nunca habíamos tenido una noche superior a 25ºC en julio y ya llevamos cuatro seguidas. La mínima más alta absoluta también era de 25,9ºC. Este fin de semana la hemos superado cuatro días», contaba el pasado 18 de julio el director de Meteosegovia.es, Adrián Escobar. De acuerdo a los datos del Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, al cierre de esta edición los registros habían notificado 182 muertes en julio en Segovia. Ese organismo calcula un exceso de fallecimientos por todas las causas de 53, de los que 22 serían atribuibles al calor.
Esas altas temperaturas, origen de un buen número de los incendios que han asolado España, causaron dos decesos diarios entre el 15 y el 21 de julio, a los que habría que sumar otro el 14 de julio y siete entre el 22 y el 25 de julio. Por grupos de edad, mientras, catorce de los fallecidos tenían más de 85 años, tres entre 75 y 84 años, uno entre 65 y 74 años y el resto no está determinado. Además, diez eran hombres y doce mujeres.
Fuentes de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León recuerdan, sin embargo, que esas cifras del Instituto de Salud Carlos III –recopiladas en su Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo)– están obtenidas en base a estadísticas de años anteriores. De hecho, la Administración autonómica solo tiene contabilizada una muerte por golpe de calor en julio en nuestra provincia. Un vecino de la Comunidad de Madrid que se encontraba el 2 de julio en Santa María la Real de Nieva. Esas mismas fuentes matizan, no obstante, que el número podría aumentar debido a que el motivo de la defunción puede tardar más tiempo en conocerse. Aunque las temperaturas van a ofrecer un pequeño respiro en los próximos días –las máximas no subirán de los 33ºC este fin de semana– no se puede bajar la guardia a la hora de protegerse del calor.