El capitán yanqui que recreó la Edad Media en Segovia

Nacho Sáez
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Gary Beals y su mujer, Maureen, fallecida en noviembre, confeccionaron durante años en Segovia decenas de trajes para su empresa de recreaciones medievales que ahora él ha decidido donar a la Diputación antes de regresar a su California natal.

Gary Beals, hace unos días en la Diputación.

La foto de su mujer, Maureen, descansa sobre una caja mientras coordina con dos técnicos de la Diputación Provincial de Segovia el traslado de las decenas de trajes y objetos que acaba de donar a esa institución. Gary Beals continúa hablando en plural y en presente de su esposa a pesar de que falleció el pasado mes de noviembre. No podía ser de otra forma si se tiene en cuenta de que está a punto de poner fin a la etapa que soñaron juntos. Regresa a California cuando se cumplen casi dos décadas desde que se afincaron en Segovia y crearon una empresa de recreaciones medievales en vivo que les permitió viajar a otras épocas con rigurosidad y exigencia. En no pocas ocasiones de la mano de la propia Diputación, a cuyo personal prestaron trajes para un programa de televisión que se grabó en Maderuelo. «Ya no estoy completo», dice Beals, sentado sobre un banquete en el almacén del Polígono Industrial de Hontoria en el que durante estos años han reunido escudos, espadas, armaduras, túnicas, cotas de malla, picas, lanzas… A partir de ahora todo –valorado en más de 20.000 euros– estará a disposición de los ayuntamientos y las asociaciones de la provincia de Segovia que realicen ferias, obras de teatro u otros eventos ambientados en la Edad Media. Podrán solicitar su préstamo a través de la sede electrónica de la Diputación a través de un formulario. La diputada provincial de Turismo, Magdalena Rodríguez, ha señalado que «ahora que Gary quiere que todo ese material se quede debemos poner en valor este bonito detalle que hará que nunca olvidemos su paso y el de Maureen por Segovia».

Ese paso está marcado por una decisión. La que tomó Gary –formado también en Periodismo y Relaciones Públicas– de aceptar ser destinado a España cuando era capitán de las fuerzas aéreas de Estados Unidos. Estuvo un tiempo en Torrejón de Ardoz y otro en Zaragoza, donde le visitaba Maureen y donde juntos se enamoraban poco a poco de Europa. «Ella empezó a pensar qué podíamos hacer interesante para quedarnos a vivir en España.  Encontró un palacio en venta en Vegas de Matute de la época de Alfonso X El Sabio e intentamos formar un pequeño parque temático medieval. Esto no funcionó, pero tuvimos la suerte de encontrar que a empresas grandes les gustaba celebrar fiestas distintas y comenzamos a organizar cenas medievales incluso para 400 personas», recuerda Gary.

La historia de España les apasionaba y se sumergieron en los libros para que sus recreaciones tuviesen un rigor al que no estaban dispuestos a renunciar: «He visto festines medievales en los que se pone patatas, tomates, maíz. Eso no existía en la Edad Media». Los trajes los confeccionaba, primero, Maureen, aficionada a la costura, y después Moha, un sastre marroquí formado en Francia con el que entablaron amistad. También se lanzaron al bricolaje y llegaron a construir un lanzapiedras capaz de enviar una pelota de golf a más de veinte metros. Así hasta que en 2009 protagonizaron una de sus actuaciones más impactantes al recorrer el casco histórico de Segovia junto a actores y músicos durante un fin de semana para empapar al visitante de la vida medieval.

Una de las recreaciones históricas que han realizado estos años.Una de las recreaciones históricas que han realizado estos años. - Foto: Álbum de Gary Beals

LEVAS. Nunca han dejado de intentar convencer a ayuntamientos y alcaldes para que contribuyeran a que, por ejemplo, Alfonso X El Sabio reviviera en sus municipios. «Es muy interesante para el público las levas (los reclutamientos de soldados). Se vincula al público con el show y es muy divertido. Lo más interesante de la historia en vivo es cuando la gente está acostumbrado al teatro y está dentro del show», subraya Gary, al tiempo que muestra los dossieres en los que incluso ofrecían consejos a los municipios para que participaran en mejorar las recreaciones. No se les escapaba la riqueza del patrimonio arquitectónico de la villa, la agenda de la zona o las posibles aportaciones de los vecinos. 

«En Inglaterra y Estados Unidos hay una gran cultura en torno a las recreaciones de la historia en vivo. Están muy acostumbrados a hacerlo», apunta. Su mujer y él trataron de que el Alcázar de Segovia incluyera algo de esto en su calendario de actividades. También con el Palacio Episcopal, para el que todavía tienen reservado todo ese patrimonio textil y de accesorios «porque me comprometí con ellos por si en algún momento celebraban un evento de estas características». Pronto estará en el teatro Juan Bravo para que cualquiera lo pueda examinar y se inspire para crear un evento de este tipo. En los suyos, Gary solía ser el capitán inglés. «Tras cincuenta años como capitán. Si cada persona tiene un talento o una experiencia, hay que aprovecharlo para la historia en vivo», sugiere. A su mujer, a pesar de que durante mucho tiempo se encargó de confeccionarlos, no le gustaba vestirse estos trajes de época. «Tenía mucha chispa de vida, le gustaba aprender español y tenía muy buenos amigos y amigas. Su talento de negocio era el diseño y organización de eventos», la recuerda de nuevo. 

Aunque él tiene diez años más, un cáncer de páncreas quiso que la muerte la encontrara primero a ella. Se lo detectaron al principio del verano del año pasado y falleció en noviembre en California. Con el objetivo de encontrar una última esperanza médica adelantaron la visita que solían hacer todos los años a su tierra natal, adonde regresará Gary el próximo viernes pero ya sin fecha de vuelta. «No tenemos hijos pero sí dos nietos adoptados y hemos restaurado una casa para ellos», cuenta. Quizás allí saque de la maleta el menú romano segoviano que diseñaron, formado –entre otros platos– por judías verdes frescas cocidas con vino, aceite de oliva, cilantro, comino y puerros picados o cochinillo asado relleno con picadillo de Lucania, ajedrea, comino, laurel y perejil.

Maureen Beals.Maureen Beals. - Foto: Álbum de Gary Beals

«Voy a echar de menos Segovia porque me encanta la ciudad y tenemos muchos amigos. También porque aquí viajas una hora y estás en otra ciudad histórica como Ávila. En California necesitas cuatro días para ir hasta Nueva Orleans, que también está muy bien», se ríe sin dejar ensayar un castellano para que el que reconoce que ha sido perezoso. Maureen tenía más disciplina que yo, pero con orgullo digo que soy experto en el rango de cagarme. Me cago en la leche, me cago en la mar, me cago en diez…», vuelve a bromear.

Respecto a su donación a la Diputación, el diputado provincial de Cultura, José María Bravo, ha agradecido el gesto y ha expresado su deseo de «no solo no defraudarle sino que se sienta orgulloso de su decisión». «Como sugerencia digo que en lo que hemos hecho nosotros lo más popular han sido siempre las cenas medievales y las cenas romanas y que también funcionaban muy bien los stands que montábamos para que la gente se pusiera los trajes y se hiciera fotos», concluye este capitán yanqui que también ha donado 125 libros sobre numismática a la Real Casa de Moneda de Segovia. La alcaldesa, Clara Martín, también ha expresado su gratitud.