"Nunca imaginé dirigir más de 50 películas, ópera, teatro…"

Magdalena Tsanis (EFE)
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El aragonés iba a ser galardonado esta noche con el Goya de Honor por haber dado forma a la historia del cine español moderno

Foto de archivo del director de cine Carlos Saura - Foto: ALBA VIGARAY

Carlos Saura, fallecido ayer a los 91 años recién cumplidos, iba a recibir esta noche el Goya de Honor 2023 otorgado por la Academia de Cine de España. Era un hombre audaz, hiperactivo y comprometido con su oficio. De hecho, en la cartelera está ahora su último documental, Las paredes hablan, donde reflexiona sobre el origen de la pulsión artística. 

En una de sus últimas entrevistas concedidas, el director, cuya salud era muy delicada desde una caída sufrida en septiembre pasado, hace un repaso de su carrera.

Recuerda ¿cuándo y por qué decidió que quería dedicarse al cine?

Siempre me gustó la fotografía y en mi casa, en la medida de lo que se podía, se fomentaban las artes porque mi madre era pianista. 

Poco a poco me fui desarrollando en la fotografía, fui al Festival de Granada como fotógrafo oficial y ahí empecé a moverme en el mundillo, pero nunca me hubiera imaginado dirigir más de 50 películas, ópera, teatro. Haber hecho exposiciones de fotos, publicado novelas… Ya se sabe, «a la vejez, viruelas».

¿Cuál fue la primera película que vio? 

Huyendo de la guerra fuimos a Barcelona y ahí asistí por primera vez al cine y lo que vi fueron las de Walt Disney. La primera película completa que vi en mi vida fue Blancanieves y las de Pluto y Mickey Mouse.

Después, cuando volvimos a Huesca, en el colegio proyectaban películas mudas francesas de misterio; para un niño como yo, en esa España tan gris, tan destrozada, era una experiencia fascinante que nos atrapaba a todos. 

En los últimos años se ha dedicado más a indagar en las distintas facetas creativas, desde lo musical a lo pictórico, que a la ficción. ¿Se cansó de la ficción?

En absoluto, pero ahora es mucho más difícil hacer películas, me refiero a las que yo quiero hacer. Ahora prima el cine comercial, el de plataformas. El cine que a mí me interesa cuesta financiar, pero tengo varios proyectos para hacer.

¿Le preocupa trascender, dejar un legado? ¿Piensa en ello? 

Yo no he hecho cine para agradar a nadie o para recibir reconocimiento, lo he hecho porque me gustaba, porque a través de él puedo contar las historias que se me ocurren, porque puedo jugar con la música... pero desde luego, siempre es un halago que el trabajo de uno lo vea la gente, les haga pensar y lo aprecien.

Respecto al legado, no me preocupa, tengo cientos de dibujos, fotosaurios, material gráfico... En mi estudio ya ni quepo. Cuando me muera que hagan lo que consideren. De lo que más orgulloso me siento es de mis siete hijos, seis chicos y una chica.

Con todos los premios que tiene, ¿le hace ilusión el Goya de Honor? 

Es una gran alegría que todos los compañeros de profesión hayan decidido otorgármelo. Aunque, como siempre digo, los premios no son más que un aliciente para seguir trabajando, no hay que creérselos mucho.

¿Cómo lleva su autobiografía? ¿Cuándo estará? 

Estamos trabajando en ella, la está editando Elsa Fernández Santos. Se llama De imágenes también se vive y espero que esté pronto.